Berna Perles debuta en la Zarzuela

Berna Perles debuta en la Zarzuela

La soprano Berna Perles debuta en el Teatro de la Zarzuela en el personaje de Angustias de La Casa de Bernarda Alba de Miquel Ortega, bajo la dirección musical del propio compositor junto a Rubén Fernández-Aguirre y escénica de Bárbara Lluch que se representará los días 10, 11, 13, 15, 17, 18, 20 y 22 de Noviembre.  Comparte protagonismo con Nancy Fabiola Herrera (Bernarda Alba), Carmen Romeu (Adela), Luis Cansino (Poncia), Carol García (Martirio), Marifé Nogales (Amelia), Belén Elvira (Magdalena), Milagros Martín (Criada) y la última Premio NAcional de Teatro Julieta Serrano como María Josefa.

Berna Perles

La mejor de la noche fue Berna Perles, una Micaela delicada, lírica y emotiva, de una línea de canto impoluta y gran sensibilidad expresiva (Andrés Moreno, Diario de Sevilla) 

La mejor voz de la noche fue la Micaela de la malagueña Berna Perles: delicada, emotiva, expresiva, con una proyección limpísima (José Luis López, ABC de Sevilla)

Berna Perles nace en Málaga, donde obtiene el Título Superior de Canto en el Conservatorio Superior de Música de Málaga con Matrícula de Honor y Premio Extraordinario Fin de Carrera. Cursa un postgrado en el Conservatorio Santa Cecilia de Roma y completa su formación en el Opera Studio “Santa Cecilia”, de la Accademia Nazionale di Santa Cecilia. Posteriormente amplia sus estudios en Viena, con la mezzosoprano Glenys Linos, discípula de Elvira Hidalgo. Ha recibido clases magistrales de Renata Scotto, Mirella Freni, Mariella Devia, Teresa Berganza, Monserrat Caballé, Isabel Rey y Carlos Álvarez.

Berna ha sido premiada en numerosos concursos de canto (Primer Premio, “Muestra de Jóvenes Intérpretes de Málaga”, Primer Premio, “Juventudes Musicales de España”, Primer Premio “Nuevas Voces Ciudad de Sevilla”, Primer Premio “Concurso Internacional Mozart de Granada”, Primer Premio “Concurso Internacional de Canto de Logroño”) y finalista en otros tantos (“Concurso Internacional de Canto de Toulouse”, “Concorso Lirico Internazionale Umberto Giordano”, “Concurso Internacional de Canto Manuel Ausensi”, “Concurso Internacional de Canto Villa de Colmenar Viejo”, “Concorso Lirico Internazionale di Portofino”). En 2016 recibe el reconocimiento a la Mejor Labor Musical del Año en su ciudad natal.

Berna Perles

Su trayectoria profesional le ha llevado a actuar, tanto en producciones de ópera y zarzuela como en recitales líricos, en teatros como Teatro dell´opera (Roma), Auditorio Santa Cecilia (Roma), Konzerthaus (Viena), Teatro Comunale (Bologna), Teatro Garibaldi (Lucera), Royal Opera (Versailles), Théâtre du Capitole (Toulouse), Opera de Massy, Le pin galant (Mérignac), Théâtre de Sète, Teatro Avenida (Buenos Aires), Teatros del Canal (Madrid), Teatro de la Maestranza (Sevilla), Palau de la Música Catalana (Barcelona),Teatro Cervantes (Málaga), Teatro Principal (Zaragoza), Gran Teatro (Córdoba), Auditorio Manuel de Falla (Granada), Auditorio Alfredo Kraus (Las Palmas).

Ha cantado bajo la batuta de John Axelrod, Andrea Marcon, Giarcarlo Andretta, Dominique Rouis, Martin Mázik, Lorenzo Mariani, Edmon Colomer, Santiago Serrate, Pablo González, Mario Menicagli o Manuel Hernández Silva y bajo la dirección escénica de Lindsay Kemp, Emilio Sagi, William Orlandi o Riccardo Canessa. Berna ha interpretado, entre otros, los roles de Primera Dama y Pamina (Die Zauberflöte), Contessa y Marcellina (Le nozze di Figaro), Bastienne (Bastien und Bastienne), Donna Anna y Donna Elvira (Don Giovanni), Fiordiligi (Così fan tutte), Gilda (Rigoletto), Anna Bolena (Anna Bolena), Adina (L’elisir d’amore), Musetta y Mimì (La bohème), Liù (Turandot), Juliette (Roméo et Juliette), Micaela (Carmen), Costanza (L’isola disabitata), Sandrina (Un avvertimento ai gelosi).

En zarzuela Berna también ha interpretado los roles de Ascensión (La del manojo de rosas), Carolina (Luisa Fernanda), Katiuska (Katiuska) y Marola (La tabernera del puerto). En el campo del sinfónico y oratorio, ha interpretado, entre otros, El Mesías (Haendel), Stabat Mater (Pergolesi), Requiem (Fauré), Requiem (Mozart), Requiem (Verdi), Elijah (Mendelssohn), Novena Sinfonía (Beethoven), Misa de la Coronación (Mozart), Miserere (Ocón) y Carmina Burana (Orff). Entre sus compromisos recientes se encuentran: Fiordiligi (Così fan tutte, Teatro Cervantes de Málaga), diversos recitales con la ROSS, OCG, RFG, OSN y OFM, e interesantes debuts en el Teatro de la Zarzuela (Madrid) en La casa de Bernarda Alba de Miquel Ortega, en el Teatro Campoamor, Teatro del Liceu y Teatro Real. Ha participado en la grabación de un CD de dúos, junto al barítono Carlos Álvarez, bajo el sello DNRecords.

 

 

 

Melómano de Oro para el Cuarteto Bretón

Melómano de Oro para el Cuarteto Bretón

El Cuarteto Bretón ha sido reconocido con el Melómano de Oro de la revista Melómano por su reciente grabación junto a la soprano Lucía Castelló de la obra completa para voz y cuarteto de cuerda de Antón García Abril, presentado el pasado mes de Mayo en un recital que tuvo lugar en el Salón de Actos de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid

Reseña en Melómano del Melómano de Oro concedido al Cuarteto Bretón por su disco de obras de Antón García Abril con Lucía Castelló

Este reconocimiento a una nueva aportación del Cuarteto Bretón a la discografía del cuarteto de cuerda español viene después de dos importantes recitales en los que se interpretaron varias obras de compositores españoles de distintas generaciones como Mario Ruiz María, Sofía Martínez, Luis de Pablo o Tomás Marco y del inminente estreno absoluto del Cuarteto nº 10 de Cristobal Halffter, encargo de Patrimonio Nacional. Estos recitales mencionados tuvieron lugar en el marco del XX Ciclo de Música Contemporánea del Museo Voltell Malpartida, en colaboración con el CNDM, en Malpartida de Cáceres; y del IX Ciclo de Música Contemporánea de la Asociación Vasco Navarra de Compositores, Musikagileak, en San Sebastián; y el estreno de Halffter tendrá lugar en un concierto en el Salón de Columnas del Palacio Real de Madrid el próximo mes de Enero. 

Composición con las portadas de los discos del Cuarteto Bretón

La discografía del Cuarteto Bretón cubre un amplio arco cronológico que barca desde el s. XVIII, con el doble disco dedicado a la Integral de quintetos para Tecla del P. Soler, junto a Rosa Torres Pardo, hasta las más recientes creaciones de Juanjo Colomer (1966), el más joven de los compositores grabados. Entre medias, se han dedicado otros monográficos a otros compositores en activo como el aquí reseñado García Abril o Alfredo Aracil, y otros clásicos del s. XX como Jesús Guridi y Rodolfo Halffter. En estos momentos el Cuarteto Bretón se halla en proceso de planificación de nuevas e interesantes novedades para añadir a su proyecto discográfico dedicado a la música española de todas las épocas de las que pronto podremos dar noticia.

 

 

 

Enrico Iviglia, Semiramide en La Fenice

Enrico Iviglia, Semiramide en La Fenice

Finalizadas las 14 funciones de La Traviata en La Fenice de Venecia, en que desempeñó el rol de Gastone y que le ocuparon los meses de Agosto, Septiembre y comienzos de Octubre, el tenor italiano Enrico Iviglia continúa en el mítico teatro italiano como Mitrane, en la producción de Semiramide de Rossini que está teniendo lugar en estos días bajo las direcciones de Riccardo Frizza y Cecilia Ligorio y de la que quedan las funciones de los próximos 25 y 27 de Octubre.

En esta nueva producción de la propia Fenice Enrico iviglia comparte escenario con Jessica Pratt, como Semiramide, Teresa Iervolino como Arsace, Alex Esposito como Assur, Enea Scala como Idreno, Simon Lim como Oroe, Marta Mari como Azema y Francesco Milanese como la sombra de Nino.

Enrico Iviglia, tenor

Enrico Iviglia se ha exhibido en los principales escenarios italianos como la Scala de Milán, Opera de Roma, Regio de Turín, Fenice de Venecia, el San Carlo de Nápoles, el Carlo Felice de Genova, Teatro Grande de Brescia, Verdi de Trieste, Caio Melisso y Nuovo de Spoleto; Comunale de Firenze; Vittorio Emanuele de Messina, Rossini Opera Festival 2005-2007-2008, Malibran de Venezia, Comunale di Piacenza, Reggio Emilia, Modena, Rossini de Lugo, Verdi de Busseto, Alfieri de Asti o Comunale di Sassari; así como en la Ópera de cámara di Ingolstadt, Tirolen Landen Theater de Innsbruck, Opéra Saint Moritz, Teatro Real de Madrid, Opèra da Chambre de Ginebra, así como en dos giras por los principales teatros de Japón.

Enrico Iviglia caracterizado para escena

En cuanto a su repertorio, Enrico Iviglia ha cantado los principales roles de Rossini, tales como Liebenskoff, Don Luigino y Cavalier Belfiore, de Il Viaggio a Reims; Lindoro, de La Italiana en Argel; Almaviva, de Il Barbiere di Siviglia; Rodrigo, Lucio y gondolero, de Otello; Narciso, de El Turco en Italia; Don Ramiro, de Cenerentola; Condulmiero de Mahometto II, Don Eusebio, de L’Occasione fa il ladro, o Giove, de Le nozze di Teti e di Peleo; así como Gastone de La Traviata; Nemorino de Elissir de Amore; Tebaldo, de I Capuleti e i Montecchi; o Ferrnado de Cosí fan tutte.A las órdenes de Riccardo Mutti cantó Don Álvaro de I Due Figaro de Mercadante en Rávena y Salzburgo.

Tenor lírico-ligero, Enrico Iviglia es graduado en el conservatorio G. Verdi de Turín bajo la dirección de la profesora S. Moyso, se ha perfeccionado con el Maestro Scherman Lowe y el tenor Raúl Giménez. Ganador de importantes concursos como el del Rossini Opera Festival en 2005, con el debut de Cavalier Belfiore en Il Viaggio a Reims, bajo la dirección artística de A. Zedda. También en 2005 fue ganador del primer Concurso Internacional F. Alfano, y obtuvo el papel del Conte d’Almaviva. En 2006, ganó el 60° concurso para jóvenes cantantes líricos que tuvo lugar en el Teatro Experimental de Spoleto A. Belli presidido por la célebre soprano R. Kabaivanska.

En sus inicios Iviglia debutó Stregone y Marinaio de Dido and Aeneas; el padre en Ciottolino, cuento musical de L. Trecate; Ecclittico en Il Mondo della Luna de G. Paisiello; Liscione en la farsa La Dirindina de D. Scarlatti,  o Il Podestà en La Finta Giardiniera. Desarolla también una intensa actividad concertística con obras como Mesías de Händel, Misa e Si m de Bach, Jephte de Carissmi, Rejoice in the Lamb de Britten, o la Pequeña Misa Solemne de Rossini. Ha trabajado bajo las órdenes de Abbado, Campanella, Dantone, Kuhn, Mazzola, Noseda, Palumbo, Renzetti, Zambelli, Zedda, etc. Entre los directores de escena destacan Carsen, Del Monaco, Hampe, Juri, Landi, Morassi, Michieletto, Pizzi, Ronconi o Sagi.

 

 

 

Jonathan Webb y Svetlin Roussev con la RFG

Jonathan Webb y Svetlin Roussev con la RFG

El director inglés Jonathan Webb y el violinista búlgaro Svetlin Roussev vuelven a coincidir, esta vez junto a la Real Filharmonía de Galicia, para afrontar un monográfico Mendelssohn que les llevará al Auditorio Nacional de Madrid tras el preceptivo concierto en la temporada de abono de la Orquesta en el Auditorio de Galicia de Santiago de Compostela, los próximos 25 y 26 de Octubre. El concierto de Madrid se inscribe dentro del XLVI Ciclo de Grandes Autores e Intérpretes de la Música que organiza el Centro Superior de Investigación y Promoción de la Música de la Universidad Autónoma de Madrid.

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Jonathan Webb con al Real Filharmonía

Webb y Roussev son viejos conocidos y no será la primera vez que actúen juntos en España pues ya en 2007 se encontraron en Granada para ofrecer el Concierto de Chaikovski con la OCG. Si bien en esta ocasión el repertorio incluye el Concierto para violín en Mi menor, Op. 64, de Mendelssohn, dentro de un programa dedicado íntegramente al compositor alemán y que incluye la Obertura de Las Hébridas y la Sinfonía nº 8 en Re mayor, Roussev es un versátil violinista que además de los conciertos del repertorio estándar (Beethoven, Brahms, Chaikovski, Sibelius, Shostakovich), se adentra en otros territorios menos trillados como la Serenata para violín de Bernstein, que ha tocado por todo el mundo bajo la batuta, entre otros, de Myung-Whun Chung; o los Conciertos de Pantcho Vladiguerov y Karl Amadeus Hartmann, que además ha grabado para los sellos FONDAMENTA y POLYMNIE respectivamente. En próximos meses se le podrá ver de nuevo en España junto a Rosen Milanov y la OSPA o junto a Manuel Hernández-Silva y la OFM.

Svetlin Roussev color medio cuerpo

Jonathan Webb, Principal Director Invitado de la Real Filharmonía, es a su vez un director de amplio espectro con actividad tanto operística como sinfónica que le ha llevado a incorporar un enorme repertorio de un variado rango de estilos en el que, naturalmente, Mendelssohn es una presencia regular y constante, pero que va desde Bach hasta Esa-Pekka Salonen o John Coolidge Adams.

 

 

 

Entusiasmo e ilusión en Córdoba

Entusiasmo e ilusión en Córdoba

Una nueva e ilusionante etapa se abre en la Orquesta de Córdoba. Reproducimos algunas reseñas que recogen el cálido entusiasmo con el que el público cordobés recibió a Carlos Domínguez-Nieto, nuevo titular de la Orquesta, en el concierto de presentación de la temporada 2018/19 que ofreció el pasado sábado en el Teatro Góngora y en el que desgranó los contenidos de la misma con una serie de píldoras musicales a modo de avance. Las reseñas se deben a Francisco Javier Santos, en ABC, Manuel Pedregosa, en el DIARIO de Córdoba, José Antonio cantón, en SCHERZO y a Antonio Torralba, en EL DÍA DE CÓRDOBA.

La partitura de la ilusión

La Orquesta ofrece un avance de su nueva temporada en el estreno de Carlos Domínguez-Nieto como director y con el reto de mantener cautivado a su público

Francisco Javier Santos ABC 01.10.2018

No hicieron bien aquellos que desperdiciaron la ocasión de conocer de primera mano las intenciones de la principal formación instrumental de Córdoba y de su nuevo director: al margen de los resultados artísticos, el mayor logro de la velada del sábado consistió en devolver la ilusión a un público demasiado necesitado de ella. Sin programa de mano, el cual fue entregado a la salida del concierto, Carlos Domínguez-Nieto tomó el micrófono y tras unas palabras de bienvenida y de agradecimiento en las que no faltó el reproche a los tardones o el llamamiento a apagar los móviles, fue presentando y justificando las obras que se iban interpretar, todas representativas de lo que será la actual temporada de abono.

Será una temporada variada y atractiva, cuya programación incluirá obras del gran repertorio sinfónico, entre las que destacarán especialmente la cuarta de Bruckner o «La consagración de la primavera» de Stravinski, esta última en colaboración con la Orquesta Joven de Córdoba.

La música religiosa representada por «La pasión según San Mateo» de Bach será el plato fuerte en Semana Santa, y se contará con la presencia de solistas como Benedetto Lupo o el Cuarteto Diógenes, que ofrecerá un inusual recital concertante. Quizás lo más destacable sea la especial atención a la música española, rescatando a obras y autores olvidados que alternarán escenario con imprescindibles clásicos como Falla o Arriaga.

Carlos Domínguez-Nieto y JAvier Povedano en la presentación de la temporada 18/19 con la Orquesta de Córdoba

Primavera en otoño

Manuel Pedregosa DIARIO DE CÓRDOBA 01.10.2018

La expectación y el reencuentro se respiraban a la entrada del concierto del sábado en el Teatro Góngora: la nueva dirección, la rica programación y la ausencia de programa de mano -aunque los autores sí eran conocidos- alimentaban esa sensación de inicio de curso, de incertidumbre gozosa. No fue la falta de previsión la causa de la ausencia del programa de mano, sino la voluntad de acercamiento a su público del flamante director, Carlos Domínguez-Nieto, que lo desgranó con espontaneidad, conocimiento y asertividad. El concierto fue una aproximación tangente a toda la temporada, aludiendo a ella desde las obras que interpretó, construyendo una suerte de programa de programas que no huye del gran repertorio sinfónico pero que no se apoya exclusivamente en él, abarcando músicas y gustos que puedan alcanzar a todos los públicos posibles.

Tuvo Domínguez-Nieto la delicadeza de comenzar con la primera obra que interpretó hace veintiséis años la formación cordobesa en su concierto inaugural, la Fanfarria para el hombre corriente, de Aaron Copland, y esculpió con la percusión y los metales un homenaje lírico y pétreo, imponente en sus silencios.

La asertividad se lleva bien con la ironía y el humor, y de todo ello tiró el nuevo director -además de paciencia- para amonestar a los asistentes que entraban tarde en la sala o a los que usaban su teléfono móvil.

La orquesta empastada, las secciones a una, la afinación, todo fue encajando en versiones fluidas, articuladas, que se sucedieron sin intermedio, solo jalonadas por los comentarios de director. El concierto continuó dando muestra de la calidad y versatilidad de programa, director y orquesta: lúdica y ligera la versión de la primera de las Ocho danzas eslavas, de Dvorak; narrativa, casi escénica la Oración del torero, de Turina; dulce en su dolor, honestamente sentido, liviano e íntimo resultó Mache dich, mein Herze, rein, de la Pasión según San Mateo, con un Javier Povedano excelente, con una hermosa voz y contenido sentimiento; ágil en el Intermezzo de Viva Córdoba, zarzuela de J. Valverde, que conectó inmediatamente con buena parte del público. A la altura de La ginesta, de Toldrá, el buen manejo de las dinámicas y los tempi, la atención a matices y expresión habían conquistado ya al público, cuyas ovaciones iban en aumento, pero fue quizás en la Obertura-fantasía sobre Romeo y Julieta donde la concurrencia se terminó rindiendo: la gravedad y oscuridad, casi tenebrismo del comienzo, sobrecogedoras, dieron paso a una juvenil energía envuelta en un velo de tragedia que oscilaba entre la ensoñación y la terrible realidad. Bárbaro.

Entre aplausos el director pudo anunciar una propina, el Huapango, de Moncayo: ante semejante suministro de endorfinas y energía supe que esa noche no conciliaría el sueño hasta más tarde de lo habitual. Al salir a la calle observé los rostros de los asistentes, escuché sus comentarios y supe también que no sería el único con un agradable insomnio.

Carlos Domínguez-Nieto en la presentación de la temporada 18/19 con la Orquesta de Córdoba

Ilusionante presentación del nuevo director de la Orquesta de Córdoba

Córdoba. Teatro Góngora. 29-IX-2018. Orquesta de Córdoba. Javier Povedano Ruiz, barítono. Director: Carlos Domínguez-Nieto. Obras de Bach, Copland, Dvorak, Moncayo, Chaikovski, Toldrá, Turina y Valverde.

José Antonio Cantón SCHERZO 03.10.2018

La Orquesta de Córdoba (OC) ha iniciado su temporada con la presentación de su nuevo director titular el madrileño Carlos Domínguez-Nieto, que ha confeccionado un programa que recogía una pequeña panorámica estilística con pasajes de obras que van a interpretarse a lo largo de este nuevo ciclo de conciertos de abono y en los de carácter extraordinario.

Con el título en el programa de «Nuestra Orquesta de siempre, nuestro nuevo director», Domínguez-Nieto empezó su actuación con las dos secciones instrumentales que siempre han caracterizado a esta orquesta como son la percusión y los metales. Con tal propósito fue impresionante la interpretación de la Fanfarria para el hombre corriente que escribiera el compositor Aaron Copland en 1942, estimulando la percepción de un público gratamente sorprendido ante el impacto sonoro de esta obra.

La orquesta no ofreció programas de mano ya que, en calidad de moderador, el director hizo una pequeña semblanza de cada pieza antes de su interpretación. Excepcionalmente explicó la obra del músico norteamericano después de su ejecución enlazando con la siguiente que fue la Danza eslava nº 1 en Do op. 46 de Antonin Dvorak, que sirvió para desplegar todos los recursos sonoros de la OC en su furioso carácter. Con ella, el director empezó a mostrar su diversidad cinética de gestos, cualidad que cuida hasta el detalle, puesta al servicio siempre de la comunicación musical, lejos de cualquier efecto a la galería. La inmediatez del cerrado aplauso fue un inmejorable síntoma de la aceptación que estaba produciendo su actuación.

Como contraste, siguió una exquisita recreación de La oración del torero, op. 34 de Joaquín Turina en la que el maestro dejó clara su búsqueda de sonido con un cuidado sentido del color, vehículo significativo de la emoción fervorosa que ha de destilar esta obra. Continuando en una línea de religiosidad, ofreció seguidamente la sobrecogedora oración que representa el aria para bajo contenida en el número 65, Purifícate, corazón mío, de la Pasión según San Mateo, BWV 244 de Johann Sebastian Bach. Fue muy significativo el sentido de serena plegaria que dio el maestro a su interpretación, materializado en el canto del joven barítono cordobés Javier Povedano, que mostró un elevado instinto musical en saber captar la profunda y sincera  espiritualidad que pide este sublime pasaje en cuanto al mantenimiento de una majestuosa línea de canto, sustentando la nobleza expresiva de su discurso, aspectos muy bien transmitidos, requeridos y facilitados por Domínguez-Nieto. No en vano, éste se ha impregnado de las mejores tradiciones bachianas en sus años en Eisenach, localidad natal de Bach, en calidad de Generalmusikdirektor. Tal interpretación ha sido un excelente aperitivo del anunciado concierto previsto para el día 11 del próximo mes de abril que ofrecerá en su totalidad esta sublime y magna obra coral-sacra.

Cambiando de tercio, anticipó un pasaje del contenido de la velada que dedicará a la zarzuela en el próximo mes de mayo con la interpretación del intermedio del sainete lírico ¡Viva Córdoba! de Joaquín Valverde Sanjuán, que se estrenó en el madrileño Teatro de la Zarzuela el 6 de diciembre de 1902. Su «apasadoblado» aire generó curiosidad en el auditorio, ávido de poder descubrir esta obra que apunta castiza gracia. Siguiendo con un autor español, Eduardo Toldrá, hizo una esclarecida versión orquestal de uno de los tiempos de su obra Vistas al mar, inspirada en los versos del poema La Ginesta de Joan Maragall, dando la sensación siempre de buscar una concisión extrema del pensamiento musical del temperamental compositor catalán.

Para finalizar el programa, Domínguez-Nieto dirigió una obra de mayor entidad sinfónica y gran calado romántico como es y tiene la Obertura-Fantasía Romeo y Julieta de Piotr I. Chaikovski. Desde el coral inicial, de manifiestas connotaciones armónicas con los cantos litúrgicos ortodoxos, el director entró en el fatum del drama shakespeariano, sabiendo equilibrar en todo momento las distintas tensiones que propone el autor hasta llegar al tema de amor que tan famosa hace a esta obra, donde mezcló delicadeza y arrebato, dominando la musicalidad de cada compás con marcada elegancia. Fue en esta apasionada pieza donde afloraron sus mejores cualidades técnicas, dominando el espacio eufónico que le brindaba el instrumento orquestal, desplegando un variado sentido de anacrusa y desarrollando un concepto unitario de la obra desde el principio hasta el final, todo ello con una perfecta distinción de hemisferios; su mano izquierda dibujando en el espacio la expresión, y su derecha marcando compás y tempo de manera precisa y determinante. 

Ante el cerrado aplauso de un público puesto en pie verdaderamente impactado por la dirección de este maestro, quiso compensar el drama que encierra la obertura con la marchosa danza sinfónica Huapango del compositor mejicano José Pablo Moncayo, que levantó aún más el ánimo de los oyentes, que correspondieron con una ovación a esta presentación del quinto director titular de la OC, que ha generado esperanzador entusiasmo en los melómanos cordobeses y en los profesores de la orquesta. Y es que este concierto vino a porpiciar ese presentimiento deseado que encierra siempre la expresión taurina que dice, «no hay quinto malo».

Carlos Domínguez-Nieto con la Orquesta de Córdoba

Nuestro nuevo director

Fue un acierto que el nuevo director de la Orquesta de Córdoba, Carlos Domínguez-Nieto, abordara su concierto de presentación a través de una amena charla-concierto. En ella, iba anunciando (y ejemplificando musicalmente) algunas de las claves de la primera de las dos temporadas en que, en principio, estará con nosotros. A la vez, y con naturalidad, nos mostraba facetas de su personalidad (pinceladas sobre su trayectoria artística, gustos musicales, familia…) que lo mostraban cercano y que el público agradecía con constantes aplausos.

Quiso comenzar el flamante director con la espléndida Fanfarria para el hombre corriente que compusiera Aaron Copland en 1942 inspirado por las famosas palabras del vicepresidente Henry A. Wallace sobre el protagonismo que el hombre común habría de tener en aquellos difíciles nuevos tiempos. Acertaron, por cierto, Wallace y Copland. Contó Domínguez-Nieto que la había elegido por ser la primera obra que interpretó la Orquesta de Córdoba en el ya lejano año de su fundación. Sonó muy bien, al igual que todas las obras que siguieron, dirigidas de memoria con gestos enérgicos y sumamente expresivos por un director que evidenció seguridad, experiencia y gran solvencia técnica.

Desde mi punto de vista, el concierto alcanzó momentos cumbre en la deliciosa obra de Eduardo Toldrá, en la obertura de Chaikovsky y en la divertida propina: Huapango del mexicano José Pablo Moncayo (1912-1958). Y un muy buen nivel en las piezas de Dvorak y Turina. Quizás los momentos menos brillantes se concentraron en la primera parte del aria de Bach, donde me pareció que la conjunción entre el cantante Javier Povedano (de muy bello timbre) y la Orquesta habría precisado de más ensayos.

Mención aparte merece el simpático intermezzo de ¡Viva Córdoba!, el sainete de Joaquín (Quinito) Valverde Sanjuán (1875-1918) que la Orquesta interpretará completo el próximo mes de mayo. Me pareció un detalle muy bonito que el nuevo director haya querido buscar y ofrecer algo novedoso o poco conocido que, al menos en el título, lleve el nombre de la ciudad. Algo contó de los esfuerzos que ello ha conllevado. No fue el único gesto que nos dio pistas del entusiasmo que el madrileño Carlos Domínguez-Nieto va a aportar a su labor mezclada con su talento artístico. Se palpaba ilusión en el ambiente, incluso en las dos ocasiones en que el director riñó cariñosamente al respetable: la puntualidad y los móviles … Un nuevo director merece que los aficionados cordobeses no seamos los de siempre.