La soprano Berna Perles debuta en el Teatro de la Zarzuela en el personaje de Angustias de La Casa de Bernarda Alba de Miquel Ortega, bajo la dirección musical del propio compositor junto a Rubén Fernández-Aguirre y escénica de Bárbara Lluch que se representará los días 10, 11, 13, 15, 17, 18, 20 y 22 de Noviembre. Comparte protagonismo con Nancy Fabiola Herrera (Bernarda Alba), Carmen Romeu (Adela), Luis Cansino (Poncia), Carol García (Martirio), Marifé Nogales (Amelia), Belén Elvira (Magdalena), Milagros Martín (Criada) y la última Premio NAcional de Teatro Julieta Serrano como María Josefa.
Berna Perles
La mejor de la noche fue Berna Perles, una Micaela delicada, lírica y emotiva, de una línea de canto impoluta y gran sensibilidad expresiva (Andrés Moreno, Diario de Sevilla)
La mejor voz de la noche fue la Micaela de la malagueña Berna Perles: delicada, emotiva, expresiva, con una proyección limpísima (José Luis López, ABC de Sevilla)
Berna Perles nace en Málaga, donde obtiene el Título Superior de Canto en el Conservatorio Superior de Música de Málaga con Matrícula de Honor y Premio Extraordinario Fin de Carrera. Cursa un postgrado en el Conservatorio Santa Cecilia de Roma y completa su formación en el Opera Studio “Santa Cecilia”, de la Accademia Nazionale di Santa Cecilia. Posteriormente amplia sus estudios en Viena, con la mezzosoprano Glenys Linos, discípula de Elvira Hidalgo. Ha recibido clases magistrales de Renata Scotto, Mirella Freni, Mariella Devia, Teresa Berganza, Monserrat Caballé, Isabel Rey y Carlos Álvarez.
Berna ha sido premiada en numerosos concursos de canto (Primer Premio, “Muestra de Jóvenes Intérpretes de Málaga”, Primer Premio, “Juventudes Musicales de España”, Primer Premio “Nuevas Voces Ciudad de Sevilla”, Primer Premio “Concurso Internacional Mozart de Granada”, Primer Premio “Concurso Internacional de Canto de Logroño”) y finalista en otros tantos (“Concurso Internacional de Canto de Toulouse”, “Concorso Lirico Internazionale Umberto Giordano”, “Concurso Internacional de Canto Manuel Ausensi”, “Concurso Internacional de Canto Villa de Colmenar Viejo”, “Concorso Lirico Internazionale di Portofino”). En 2016 recibe el reconocimiento a la Mejor Labor Musical del Año en su ciudad natal.
Su trayectoria profesional le ha llevado a actuar, tanto en producciones de ópera y zarzuela como en recitales líricos, en teatros como Teatro dell´opera (Roma), Auditorio Santa Cecilia (Roma), Konzerthaus (Viena), Teatro Comunale (Bologna), Teatro Garibaldi (Lucera), Royal Opera (Versailles), Théâtre du Capitole (Toulouse), Opera de Massy, Le pin galant (Mérignac), Théâtre de Sète, Teatro Avenida (Buenos Aires), Teatros del Canal (Madrid), Teatro de la Maestranza (Sevilla), Palau de la Música Catalana (Barcelona),Teatro Cervantes (Málaga), Teatro Principal (Zaragoza), Gran Teatro (Córdoba), Auditorio Manuel de Falla (Granada), Auditorio Alfredo Kraus (Las Palmas).
Ha cantado bajo la batuta de John Axelrod, Andrea Marcon, Giarcarlo Andretta, Dominique Rouis, Martin Mázik, Lorenzo Mariani, Edmon Colomer, Santiago Serrate, Pablo González, Mario Menicagli o Manuel Hernández Silva y bajo la dirección escénica de Lindsay Kemp, Emilio Sagi, William Orlandi o Riccardo Canessa. Berna ha interpretado, entre otros, los roles de Primera Dama y Pamina (Die Zauberflöte), Contessa y Marcellina (Le nozze di Figaro), Bastienne (Bastien und Bastienne), Donna Anna y Donna Elvira (Don Giovanni), Fiordiligi (Così fan tutte), Gilda (Rigoletto), Anna Bolena (Anna Bolena), Adina (L’elisir d’amore), Musetta y Mimì (La bohème), Liù (Turandot), Juliette (Roméo et Juliette), Micaela (Carmen), Costanza (L’isola disabitata), Sandrina (Un avvertimento ai gelosi).
En zarzuela Berna también ha interpretado los roles de Ascensión (La del manojo de rosas), Carolina (Luisa Fernanda), Katiuska (Katiuska) y Marola (La tabernera del puerto). En el campo del sinfónico y oratorio, ha interpretado, entre otros, El Mesías (Haendel), Stabat Mater (Pergolesi), Requiem (Fauré), Requiem (Mozart), Requiem (Verdi), Elijah (Mendelssohn), Novena Sinfonía (Beethoven), Misa de la Coronación (Mozart), Miserere (Ocón) y Carmina Burana (Orff). Entre sus compromisos recientes se encuentran: Fiordiligi (Così fan tutte, Teatro Cervantes de Málaga), diversos recitales con la ROSS, OCG, RFG, OSN y OFM, e interesantes debuts en el Teatro de la Zarzuela (Madrid) en La casa de Bernarda Alba de Miquel Ortega, en el Teatro Campoamor, Teatro del Liceu y Teatro Real. Ha participado en la grabación de un CD de dúos, junto al barítono Carlos Álvarez, bajo el sello DNRecords.
Los días 23 y 24 de Abril y como miembro del Cuarteto del Festival junto al también violinista Oskar Varga, Jožef Bisak, viola e Irena Josifoska, violonchelo; el clarinetista Aleksandar Tasić y la pianista Rita Kinka, tocarán en el Nomus Festival los Cuartetos nº 1 y 2 del Op. 51, y los Quintetos de clarinete y piano de Brahms en la Sinagoga de Novi Sad. Ya en Mayo, el día 4, prosigue con música de cámara en el Festival Stars and Rising Stars junto a Maximilian Hornung, Violoncello y Clayton Stephenson, piano, en el que interpretarán un variado repertorio que incluye la obra de Antoni Parera Fons, Words in a silent place, encargada por este mismo festival y estrenada en su edición de 2017 por el propio Robert Lakatoš y el pianista Maxim Lando. Y el 25 de Mayo protagonizará el estreno absoluto del Concierto para violín, Capriccio Adriatico, del compositor serbio Petar Konjović con la Orquesta Filarmónica de Belgrado bajo la dirección de Gabriel Feltz.
Robert Lakatoš comenzó sus estudios musicales a los ocho años en su localidad natal de Novi Sad de la mano de su padre, Imre Lakatoš. Fue el estudiante más joven en licenciarse en la Academia de Artes de Novi Sad, donde estudió bajo la dirección de Dejan Mihailović. Continuó su formación en la Universidad de las Artes de Zurich con Eudolf Koelman, donde recibió una beca de la Swiss Lyra Foundation para músicos excepcionalmente dotados. Asistió a clases magistrales y programas de estudio con algunos de los más destacados violinistas del mundo como Shlomo Mintz e Itzhak Rashkovsky en el Keshet Elion Camp (Israel), o Aaron Rosand en el New York’s Summit Music Festival. Actualmente prosigue sus estudios con Julian Rachlin en la Universidad de Música y Artes de Viena. Robert ganó numerosos premios, entre los que destacan los primeros premios en el Concurso Pablo Sarasate de Pamplona (2015), Mary Smart Concerto Competition (Nueva York, 2013), Societe Generale Serbia (Belgrado, 2009), y los segundos premios de Jeunesses Musicales Romania (Bucarest, 2012), Andrea Postacchini (Fermo, Italia, 2012) y el Concurso de Violín de Brentonico (Italia, 2011).
Robert Lakatoš desarrolla su carrera como solista y músico de cámara en Europa, Israel y los EEUU. Como solista ha tocado con la Orquesta Sinfónica de Navarra, Filarmónica de Cracovia, Orquestra Sinfonica de la UANL, Stanislav Binički Orchestra, Orquesta Sinfónica de Vojvodina, Niš Symphony Orchestra, Orquesta de la Academia de las artes de Novi Sad, New York Summit Music Festival Orchestra, Orquesta de Cámara de Novi Sad, Orquesta de Cámara de Vojvodina, Zurich ZHdK-Strings Chamber Orchestra o la Janaček Camerata. En la actualidad desempeña el puesto de profesor de violín en la Academia de las Artes de Novi Sad, donde estudió y donde la Provincia Autónoma de Vojvodina y la Academia de Artes y Ciencias de Vojvodina le reconocieron como Mejor Artista Joven en 2016. Usa un arco Vladimir Radosavljević y desde 2016 Robert es un artista Thomastik-Infeld.
Dirección: Manuel Hernández Silva. Programa: Concierto para violín y orquesta en Re menor, op.47, de J. Sibelius y Sinfonía nº 1 en Do menor, op. 68, de J. Brahms. Lugar: Teatro Cervantes. Fecha: Viernes 16 de marzo 2018
Apenas treinta años separaban los dos mundos que protagonizaron el noveno concierto de abono de la Filarmónica de Málaga. Programa que por su interés constituye un doble reto para los intérpretes pero también para el auditorio que lo recibe. Sin duda alguna, este abono se elevó por encima de la programación por el estado de gracia en el que se desarrollaría. Orquesta, solista y batuta conjugaron ese momento de inspiración ideal que sólo puede ofrecer la fragilidad del instante.
Amaury Coeytaux
A una primera parte elevada le continuó una segunda brahmsiana de factura serena y acentuada. El Guadagnini de Amaury Coeytaux que ya estuvo presente hace dos temporadas con la OFM defendiendo el Concierto para violín de Beethoven volvía al Cervantes con el homónimo del finlandés J. Sibelius. Amaury, actual primer violín del cuarteto Modigliani, con la misma honestidad que defendió entonces Beethoven, se presentaba en esta ocasión en absoluta comunión tanto con el conjunto, como la dirección magistral mostrada por el titular de la Filarmónica.
Versión inolvidable y reveladora la de este solista galo centrada en la expresión gracias al dominio técnico que maneja sin el cual lo expuesto se derrumbaría por falta de consistencia. Coeytaux fulmina el carácter romántico de la partitura y muestra a Sibelius desgajado de dramatismo y tintes nacionalistas para descubrir al oyente a un compositor profundo que utiliza la forma como simple hilo estructural. En el denso allegro de apertura Coeytaux jugó con las tensiones abonando el canto desarrollado en el motivo central para finalmente iluminar la sala en el allegro de cierre.
Brahms tardó dos décadas en concebir su primera sinfonía que fue considerada en su día como la décima de Beethoven por algunas de las referencias que evoca. Máximo interés que no impidió interrupciones de teléfonos o que cierta butaca prefiriese las notas de voz de su wassap, bochornoso. Quizás ha llegado el momento para que el teatro se plantee un inhibidor de señal. Con todo OFM y batuta permanecen por encima de esta tibieza ofrecieron una lectura no sólo de referencia sino también como propia del gran conjunto que defienden en cada programa.
En los cuatro movimientos que articular la sinfonía Hernández Silva aprovecharía dos claves: tensión y riqueza tímbrica. Su dirección potenció los continuos diálogos entre maderas y cuerdas conteniendo hasta el movimiento conclusivo el empuje de bronces. No desaprovechó tampoco el hilo rítmico marcado por el profesor Sanz y el resultado no pudo ser más que un capricho de genialidad.
Alondra de la Parra y Pacho Flores, con la ayuda de la Bilbao Orkestra Sinfonikoa, consiguieron que el palacio Euskalduna vibrara con un programa variado donde predominaron obras con un marcado carácter latino. La brillante interpretación consiguió que la temperatura ambiente aumentara un par de grados producto de la energía desprendida.
La maestra mexicana demostró a lo largo de la noche su buen hacer desde el podio de la BOS. Con un gesto elegante, preciso y enérgico consiguió que la orquesta sacará lo mejor de sí, ya fuera en los momentos en los que su papel estaba en un segundo plano como cuando debía erigirse en protagonista. Ritmos vivos pero controlados, junto a una amplia gama de matices sonaron de manera natural bajo su batuta. Consiguió un completo entendimiento no solo entre los instrumentos de la orquesta, sino entre esta y el solista.
La directora Alondra de la Parra
El trompetista venezolano Pacho Flores ofreció una interpretación sobresaliente. Mostró un fraseo ágil y preciso en los momentos más vehementes, y otro tan melodioso como tenso en los compases más reflexivos. Dominó por igual tanto las tesituras agudas como las más graves, obteniendo un sonido brillante en ambos extremos.
El concierto se inició con la interpretación de la obra Huapango del compositor mexicano José Pablo Moncayo. Compendio de bailes mexicanos, las diversas melodías se fueron alternando en las diferentes secciones orquestales. Resultó especialmente destacable el diálogo entre la trompeta y trombón que se estableció en la parte final de la obra.
El compositor sueco Christian Lindberg escribió el concierto para orquesta y trompeta Akbank Bunka, en 2005. Los toques de jazz dominaron el primer movimiento de la obra con una velada orquesta que cedió el protagonismo a los trinos y escalas interpretados por Pacho Flores. El segundo movimiento, con un mayor protagonismo orquestal, presentó un claro color oriental hasta su súbita resolución en un último y rapidísimo movimiento donde solista y orquesta entablaron un diabólico diálogo musical magistralmente ejecutado por ambos.
El compositor uruguayo Efraín Oscher dedicó el Concierto mestizo para trompeta y orquesta a Pacho Flores dentro de la colaboración de ambos como parte del programa de educación musical venezolano “El Sistema”. El solista salió al escenario con las dos trompetas y el fliscorno para los que está escrita la obra y ofreció una interpretación llena de matices que resultó una invitación continua al baile. Los ritmos más pausados se fueron sucediendo por otros más dinámicos. El trompetista interpretó fuera de programa la pieza Merengue venezolano de Aquiles Báez.
Los primeros acordes, junto a los chasquidos de la maestra y parte de la orquesta nos trasladaron rápidamente al Nueva York de mediados del siglo XX. Es inevitable que la conocida música de West Side Story no nos presente en la mente imágenes de la película de Robert Wise. Los aires de jazz y la dinámica interpretación de la orquesta invitaron, una vez más, al baile. Las melodías y los ritmos iban mostrando el crisol cultural que la obra destila. La influencia europea se mostró más marcada en los momentos de protagonismo de las cuerdas, mientras que la percusión evocaba sabores más norteamericanos. El viento metal triunfó cuando el sabor latino salió a escena, destacando especialmente un muy dinámico Mambo que daba la sensación de que era gritado tanto por orquesta como por público. Un delicado piano, unos precisos pizzicatos de la cuerda y un delicioso solo de flauta guiaron la obra hacia sus últimos acordes.
La interpretación fuera de programa del Danzón núm. 2 de Arturo Márquez puso fin a un estupendo concierto que hizo bailar al Palacio Euskalduna al ritmo de la música latina.
La soprano malagueña Berna Perles será la protagonista del Concierto Extraordinario de Año Nuevo con la Orquesta Filarmónica de Málaga bajo la batuta de su titular, Manuel Hernández-Silva, en el que interpretará algunas páginas opereta y zarzuela. Será el próximo día 3 de Enero en el Teatro Cervantes de Málaga.
Berna Perles
Nace en Málaga, donde obtiene el Título Superior de Canto en el Conservatorio Superior de Música de Málaga con Matrícula de Honor y Premio Extraordinario Fin de Carrera. Cursa un postgrado en el Conservatorio Santa Cecilia de Roma y completa su formación en el Opera Studio de la Accademia Nazionale di Santa Cecilia. Amplía sus estudios en Viena con la mezzosoprano Glenys Linos. Ha recibido clases magistrales de Renata Scotto, Mirella Freni, Mariella Devia, Teresa Berganza, Monserrat Caballé, Isabel Rey y Carlos Álvarez.
Ha sido premiada en numerosos certámenes y concursos de canto: Primer Premio de Juventudes Musicales de España; Primer Premio de la Muestra de Jóvenes Intérpretes de Málaga (2009); Finalista del Concurso Internacional de Canto Manuel Ausensi (2010); Finalista del Concurso Internacional de Canto Villa de Colmenar Viejo; Finalista del Concorso Lirico Internazionale Umberto Giordano (2012); Tercer Premio del Concurso Internacional de Canto de Logroño (2013); Finalista del Concurso Internacional de Canto Francesc Viñas (2014); Primer Premio y Premio del Público en el XIII Concurso de Nuevas Voces de Sevilla, Semifinalista de Concurso de Canto de Portofino (2016); Ganadora del I Concurso de Ópera Mozart de Granada y Primer Premio del Concurso de Canto de Logroño (2017).
Su trayectoria profesional le ha llevado a actuar, tanto en ópera como zarzuela y recitales líricos, en el Teatro dell’Opera y Auditorio Santa Cecilia de Roma, Konzerthaus de Viena, Teatro Comunale de Bologna, Opéra Royal de Versailles, Le pin galant de Mérignac, Palais des Festivals et Congrès de Cannes, Théâtre de Sète, Teatro Avenida de Buenos Aires, Teatros del Canal, Palau de la Música Catalana, Auditorio Nacional, Cervantes de Málaga, Principal de Zaragoza, Bretón de Logroño, Principal de Alicante, Gran Teatro de Córdoba o Manuel de Falla de Granada y ha cantado bajo la batuta de Dominique Rouis, Martin Mázik, Lorenzo Mariani, Edmon Colomer, John Axelrod o Manuel Hernández Silva y bajo la dirección escénica de Lindsay Kemp, Emilio Sagi, William Orlandi o Riccardo Canessa.
Berna ha interpretado, entre otros, los roles de Erste Dame y Pamina (Die Zauberflöte), Contessa y Marcellina (Le nozze di Figaro), Bastienne (Bastien und Bastienne), Donna Anna y Donna Elvira (Don Giovanni), Gilda (Rigoletto), Anna Bolena, Giulietta (Capuletti e Montecchi), Adina (L’elisir d’amore), Musetta y Mimì (La bohème), Liù (Turandot), Juliette (Roméo et Juliette), Micaela (Carmen), Costanza (L’isola disabitata). En zarzuela ha interpretado los roles de Ascensión (La del manojo de rosas), Carolina (Luisa Fernanda), Katiuska, y Marola (La tabernera del puerto). En el campo sinfónico y oratorio ha interpretado El Mesías (Haendel), Stabat Mater (Pergolesi), Requiem de Mozart, Fauré y Verdi, Elijah (Mendelssohn), Novena Sinfonía (Beethoven), Misa de la Coronación (Mozart) y Carmina Burana (Orff).
Entre sus recientes y próximos compromisos destacan Micaela en Sevilla con John Axelrod, recitales en el Festival de Música Española de Cádiz, el Teatro de la Maestranza, Festival de la Cueva de Nerja, Festival Internacional de Música y Danza de Granada y Fiordiligi con la Orquesta Ciudad de Granada y en el Teatro Cervantes de Málaga bajos las batutas de Andrea Marcon y Manuel Hernández-Silva, así como sus próximos debuts en el Teatro de la zarzuela, Ópera de Oviedo y Teatro del Liceo de Barcelona. Ha participado en la grabación de un CD de dúos, junto al barítono Carlos Álvarez, bajo el sello DN Records.