María Espada y Mireia Pintó con la ORTVE

María Espada y Mireia Pintó con la ORTVE

María EspadaMireia Pintó cantarán en el XV Concierto ‘In Memoriam’, Homenaje a las víctimas del terrorismo, que ofrece la Orquesta y Coro de Radio Televisión Española bajo la batuta de su titular, Miguel Ángel Gómez Martínez junto al tenor Agustín Prunell-Friend y el bajo Thomas Stimmel, en el Auditorio Nacional el miércoles 8 de Marzo a las 19:30, y que será retransmitido en directo por La 2 RTVE, por RADIO CLÁSICA y a través de la web RTVE.es.

María Espada

Se ha presentado en salas como Konzerthaus de Viena, Philharmoniker de Berlín, Théâtre des Champs Élysées de París, Teatro Real de Madrid, Concertgebow de Amsterdam, Auditorio Nacional de Madrid, Santa Cecilia de Roma, Vredenburg de Utrecht, Teatro del Liceo de Barcelona, Palais des Beaux Arts de Bruselas, Palau de la Música Catalana de Barcelona, L’Auditori de Barcelona, Teatro de la Zarzuela de Madrid, Maestranza de Sevilla, Kursaal de San Sebastián, Auditorio de Zaragoza, Euskalduna de Bilbao, Auditorio de Galicia, Baluarte de Pamplona, Auditorio de Cuenca, etc.

Ha cantado con directores como Frans Brüggen, Andrea Marcon, Aldo Ceccato, Jesús López Cobos, Josep Pons, Antoni Ros Marbá, Juanjo Mena, Salvador Mas, Ernest Martínez Izquierdo, Tamás Vásáry, Alberto Zedda, Diego Fasolis, Fabio Bonizzoni, Christophe Coin, Eduardo López Banzo, Giuseppe Mega, Adrian Leaper, Emil Simon, etc.

Ha colaborado con grupos y orquestas como Venice Baroque Orchester, Orchestra of the 18th century, L’Orfeo Barockorchester, I Barocchisti, Orquestas de RTVE, Al Ayre español, Orquesta Filarmónica de Munich, Sinfónica de Barcelona y Nacional de Cataluña (OBC), Ciudad de Granada, Sinfónica de Madrid, Comunidad de Madrid, de la Radio Húngara, Sinfónica de Navarra, Sinfónica de Sevilla, Filarmónica de Málaga, Ciudad de Oviedo, La Risonanza , Ricercar Consort, Barroca de Helsinki, Barroca de Sevilla, etc. Sus intervenciones en el ámbito de la música de cámara abarcan desde el barroco hasta el siglo XX y ha grabado para los sellos Harmonia Mundi y Naxos, entre otros.

Mireia Pintó

Su formación, técnica y versatilidad le han permitido afrontar con igual éxito todos los géneros: Ópera, Oratorio y Lied. Ha colaborado con grupos instrumentales de cámara  y con orquestas, la han dirigido algunas de las más prestigiosas batutas del mundo como L. Maazel, P. Maag, R. Bonynge, P. Goodwin, H. Rilling, E. Ericson, J. C. Malgoire, O. Dantone, A. Zedda, M. Benini, F. Haider, F. P. Decker, B. de Billy, J. López Cobos, A. Ros Marbà, J. Pons, M. Guidarini, E. Villaume, J. Stulen o  G. Noseda.

Participa en ciclos de conciertos, festivales y producciones operísticas en Holanda, Alemania, Grecia, Italia, Andorra, Francia, Mónaco, Rusia, Japón y España, donde actúa en el Palau de la Música Catalana, Gran Teatre del Liceu, L´Auditori de Barcelona, Teatro Real, Auditorio Nacional, Teatro de la Zarzuela, Teatro Monumental, Auditorio La Coruña, Auditorio de Galicia, Palacio de Festivales de Cantabria, Temporada de A.B.A.O. Bilbao, Palacio Euskalduna, Teatro Campoamor, Auditorio Príncipe Felipe, Teatro Villamarta, Teatro Cervantes, Auditorio M. De Falla, Gran Teatro de Córdoba, Palau de les Arts, Teatro Principal de Valencia, Palau de la Música de Valencia, Teatro Cuyás, Teatro Pérez Galdós, Festival Mozart, Festival Castell de Peralada, Festival Intern. de Granada, Festival Grec’99, Festival de Música de Galicia, Festival Ciudad de Lucena, Festival Int. Torroella de Montgrí. Su repertorio abarca desde el barroco a la música contemporánea y desde 1992 mantiene un dúo estable con el pianista Vladislav Bronevetzky.

Su amplio repertorio de Ópera abarca títulos como Giulio Cesare (Sesto) de Händel, Cenerentola, Il Barbiere di Siviglia (Rosina), L´Italiana in Algeri (Isabella), Il turco in Italia (Zaida), Il viaggio a Reims, Così fan tutte, II re pastore, Die Zauberflöte, La serva padrona, La Sonnambula, I Puritani, Lucia di Lammermoor, Andrea Chénier, Sly de WolfFerrari, Carmen, Les contes d’Hoffmann (Nicklausse), Roméo et Juliette (Stéphano), Béatrice et Bénédict de Berlioz (Béatrice), L´enfant et les sortilèges de Ravel, Les Huguenots de Meyerbeer, Manon de Massenet, Evgeny Oneguin, Parsifal, Die WalküreWagner, Ariadne auf Naxos, Elektra, Babel 46 de Montsalvatge, Tassarba de Morera, La vida breve de Falla y muhcas otras.

Ha grabado para Südwestfunk, BBC Radio 3, Radio Nacional de España, Catalunya Música, Radio Netherlands, RTVE, TV3, Arte y Südwestfunk TV. Entre sus grabaciones en CD se encuentran la ópera Sly de Wolf-Ferrari (Koch) junto a José Carreras, obras de Joaquim Homs, o One life to live, acompañada por el pianista Manel Camp y dedicado a la música de Weill y Gershwin. En DVD ha grabado Il Viaggio a Reims de Rossini, y Die Walküre  Wagner.Es profesora en la ESMUC de Barcelona y es reclamada para cursos y masterclasses.

Entrevista a Manuel Hernández-Silva

Entrevista a Manuel Hernández-Silva

Entrevista a Manuel Hernández-Silva

Transcribimos la entrevista que ha mantenido César Combarros, de la agencia ICAL, a Manuel Hernández-Silva, director de los cuatro conciertos que protagoniza la OSCyL esta semana en el ciclo Sinfónica en CyL

 

Hernández Silva: “Ofrecemos la posibilidad de degustar dos platos muy sabrosos del repertorio clásico romántico”

El director de orquesta venezolano conduce esta semana a la OSCyL en Ávila, Salamanca, León y Burgos con un repertorio romántico que incluye piezas de Mozart y Schumann

César Combarros/ ICAL

Se cumplen 25 años desde la llegada del director de orquesta venezolano Manuel Hernández-Silva (Caracas, 1962) a España, para dirigir el conjunto que acabó siendo la actual Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia. Formado en el Conservatorio Superior de Música de Viena, y desde 2014 director titular Orquesta Filarmónica de Málaga, esta semana dirigirá a la Orquesta Sinfónica de Castilla y León en una gira que les llevará por Ávila, Salamanca, León y Burgos, para interpretar “un programa absolutamente precioso”, formado por la ‘Sinfonía nº 41’ de Mozart (conocida popularmente como ‘Júpiter’) y la ‘Sinfonía nº 4’ de Schumann, dos clásicos del repertorio romántico. Mañana jueves, 2 de marzo, llegarán al Lienzo Norte de Ávila; un día después, el viernes 3, al Centro de las Artes Escénicas y de la Música (CAEM) de Salamanca; el sábado, día 4, al Auditorio Ciudad de León, y el domingo, 5 de marzo a la sala auditorio Rafael Frübeck de Burgos, en Fórum Evolución (Burgos).

¿Qué podrá encontrar el público que se acerque a estos conciertos?

La emoción de degustar dos platos muy sabrosos del repertorio clásico romántico: la ‘Júpiter’, que marca el final del sinfonismo mozartiano y el pistoletazo de salida hacia lo que vendría después; y la cuarta Sinfonía de Schumann, en su segunda versión, que representa el romanticismo alemán en todo su esplendor.

¿Qué le atrae de la escuela musical romántica?

Yo crecí con Mozart. Un maestro de Praga llegó a Venezuela en 1946, después de la guerra, y allí fundó el colegio de música donde yo estudié. Desde que era muy niño él nos educó con ese repertorio: sobre todo Vivaldi, mucho Telemann, y Mozart, y Mozart y Mozart… Luego, cuando llegué a estudiar a Viena, donde pasé casi veinte años, llevaba esto conmigo, y allí es inevitable sumergirte en toda la tradición clásica vienesa. El maestro de nuestro conservatorio superior insistió mucho en todo este repertorio. En mi carrera he dirigido mucha música del siglo XX, música hispanoamericana, música de todo tipo, pero ésa fue mi base.

Aquello le caló…

El clasicismo y el romanticismo vienés y alemán suponen el grueso de mi biblioteca, de la cual estoy orgullosísimo. Tengo muchos facsímiles de Mozart, de Schumann, de Brahms, mucha literatura sobre el clasicismo. Creo que ése es el verdadero fundamento para el director de orquesta; luego llegan el maestro de capilla y la música barroca, que requieren otro tratamiento, pero cuando la música se saca de los salones y de las iglesias para llevarla a los teatros, cuando se conforman las grandes sociedades filarmónicas, este repertorio es fundamental para crear todo el imaginario sonoro de un director de orquesta, y por ende también de una orquesta. Si uno tiene esa disciplina desde Mozart, a través de Schumann o Brahms, puedes acometer con muchas más garantías una sinfonía de Shostakóvich y cualquier otra obra.

¿Cómo dialogan entre sí las dos piezas que conforman este programa?

De una manera estupenda, porque las dos van en una misma dirección. Schumann es una consecuencia de lo que sucedió con Mozart. Estaban Haydn y Mozart, con lo que éste último hizo en la ópera, y surgió Carl Maria von Weber, con ‘El cazador furtivo’, una obra capital que marcó un hito, un camino hacia lo que vendría después, Wagner y Beethoven. Digamos que es una línea continua.

¿Es más complejo preparar los conciertos con una agenda que incluye desplazamientos a distintas provincias, como sucede esta semana?

Es un repertorio muy tradicional, que preparamos igual que si fuera un concierto de abono en el Miguel Delibes. El lunes trabajamos toda la sinfonía de Schumann y la dejamos prácticamente lista, y el martes la rematamos antes de empezar a trabajar Mozart. Cuando una orquesta tiene disciplina, como sucede con la OSCyL, se pueden planificar los ensayos con mucha conciencia y sin necesidad de repetir durante cuatro días la misma sinfonía.

¿Qué recuerda de la primera vez que dirigió a la OSCyL, en 2009?

Tocamos en el Teatro Principal de Burgos, y entre otras piezas interpretamos la ‘Italiana’ de Mendelssohn. El gerente era todavía Enrique Rojas y este bellísimo Auditorio se había inaugurado apenas dos años antes. Luego hubo muchos cambios y en los últimos años me habían ofrecido hasta dos fechas para venir a dirigir, pero desgraciadamente por problemas de calendario no había sido posible. Ésta es una oportunidad estupenda de reencontrarme con la Orquesta con este repertorio y dirigirla en auditorios hermosos. Eso me animó a reencontrarme con la OSCyL.

¿Cómo ha visto la evolución de la Orquesta desde entonces?

Estupenda, sin duda alguna. Ya entonces tenía mucha disciplina. Da gusto cuando uno va a una orquesta y siente desde el podio que hay paz, que los músicos se respetan y están comprometidos con su trabajo. Eso para un director invitado es magnífico porque da una grandísima imagen de la orquesta. En ocasiones a los cinco minutos de llegar a un lugar ya te has enterado de todas las miserias de la orquesta, pero aquí todo el mundo trabaja en la misma dirección. Además la OSCyL tiene una programación extraordinaria.

Ha trabajado en la República Checa, Alemania, Austria, Hungría, Corea del Sur, Venezuela, Colombia, México, y con buena parte de las orquestas autonómicas españolas. ¿Qué momento viven las orquestas en España?

Por una parte es evidente que la crisis ha hecho mucho daño a las orquestas con los recortes, pero en España ha habido una evolución inmensa en la calidad de las orquestas en los últimos 25 o 30 años. Desde las orquestas parece que siempre criticamos a los conservatorios, pero sin duda algo bueno han tenido que estar haciendo cuando nuestros músicos son reclamados por formaciones de todo el mundo. En España hay orquestas extraordinarias, capaces de competir con cualquiera de las europeas, sólo tenemos que creérnoslo.

Se acaba de hacer público que en abril dejará la dirección musical de la Orquesta Joven de Andalucía. ¿Qué le ha empujado a cerrar esa etapa?

Tomé la decisión de una manera muy meditada. La Joven Orquesta de Andalucía ha sido una de las experiencias más reconfortantes de mi vida artística. He sido su director musical cuatro años pero he colaborado regularmente con ellos desde mucho tiempo atrás. Yo tenía la ilusión de poder mostrar el trabajo de la OJA en otros lugares, plantear intercambios con otras orquestas alemanas y austríacas, mostrar el gran talento que atesora, pero desgraciadamente no he podido hacerlo por cuestiones presupuestarias. Cada día que he pasado allí me he entregado en cuerpo y alma a la OJA, y concluí que era mejor marcharme para dejar entrar aire fresco antes de sentir que me había cansado. Ha sido una etapa maravillosa, soy amigo de la institución, y me voy de allí muy agradecido.

¿Qué retos profesionales se le presentan ahora?

Continuar con el proyecto de la Filarmónica de Málaga. Es una orquesta grande, más o menos de las dimensiones de la OSCyL, y eso nos permite afrontar todo el repertorio. Mi reto es poder coronar el proyecto sonoro que iniciamos en 2014