La 66ª edición del Festival Internacional de Música y Danza de Granada será el escenario de la presentación de una nueva colaboración artística del más alto nivel, un nuevo Quinteto que reúne al Cuarteto Bretón y Ludmil Angelov. En la puesta de largo de esta nueva formación serán los Quintetos de Granados y Shostakovich las obras en programa, precedidas por el Cuarteto nº 1 de Henrik Gorecki. El concierto tendrá lugar el próximo 29 de Junio en el Patio de los Mármoles del Hospital Real de Granada.
Más adelante, en febrero, se les podrá ver de nuevo en acción interpretando dos quintetos del patrimonio histórico español, los Quintetos para piano y cuerdas en Sol de Tomás Bretón y en Mi de Conrado del Campo, que se interpretarán por primera vez en tiempos modernos a partir de recuperaciones musicológicas auspiciadas por la propia Fundación Juan March. En ese mismo escenario tuvo lugar la primera interpretación mundial del Cuarteto nº 8 de Conrado del Campo a cargo del Cuarteto Bretón.
Cuarteto Bretón y Ludmil Angelov
La reunión del Cuarteto Bretón y Ludmil Angelov es mucho más que una colaboración puntual de unos músicos que se juntan para hacer un concierto. Confluyen en este nuevo quinteto intereses comunes por repertorios menos transitados y el ansia por prestar atención a la gran tradición española de la música de cámara, tan habitualmente desatendida. EL Cuarteto Bretón y Ludmil Angelov prevén llevar al disco estos dos nuevos quintetos de piano que se incorporan al repertorio de la música de cámara española. Naturalmente, el Cuarteto Bretón y Ludmil Angelov mantendrán sus trayectorias individuales y seguirán colaborando con otros artistas y formaciones, pero la música española de cámara tiene un nuevo grupo para su defensa, promoción y difusión.
Pacho Flores y Jesús ‘Pingüino’ González han sido galardonados con la Medalla de Oro de los Global Music Awards en la categoría de Dúo Instrumental Clásico por su proyecto ENTROPÍA, plasmado en disco en el sello Deutsche Grammophon. El anuncio se produjo durante el concierto que Paquito D’Rivera y su Quinteto ofrecieron en el Palau de la Música de Valencia, con la Orquesta de Valencia y dirección de Vicent Alberola, y en el que invitó a Pacho Flores al escenario para interpretar juntos La Fleur de Cayenne, un tema que Paquito D’Rivera compuso y dedicó a Pacho a Flores.
Entropía es un viaje por algunos de los clásicos inmortales de la música popular latinoamericana como El día que me quieras y Por una cabeza, popularizadas por Carlos Gardel; La Comparsa, de Ernesto Lecuona; Bordel 1900 y Café 1930, de Piazzolla; o un popurrí de diversos temas de bossanova, com Aguas de Março de Tom Jobim, además de un tema original de cada uno; Café Madrid, de Jesús; y la sambinha Labios Vermelhos, de Pacho; interpretados con cornetas y fiscorno (Pacho Flores), y guitarra y cuatro venezolano (Jesús ‘Pingüino’ González). El disco, tercero de Pacho y segundo como artista exclusivo de Deutsche Grammophon, salió a la venta el pasado mes de abril y se presentó en una abarrotada Quinta de Mahler, presentado por María del Ser Guillén.
Pacho Flores y Pingüino estarán girando ENTROPÍA por diversos países, incluida España, a lo largo de la temporada 17/18, y en las siguientes temporadas 18/19 y 19/20 Pacho Flores estrenará en EEUU, Europa y Japón tres nuevos conciertos de trompeta dedicados a él por destacados compositores que en breve anunciaremos en esta misma plataforma. Mientras tanto, prepara su tercer disco para Deutsche Grammophon junto a la Arctic Philharmonic y dirección de Christian Lindberg.
La soprano Berna Perles y el tenor José Bros, junto al pianista Rubén Fernández Aguirre, ofrecerán un recital en el Festival de la Cueva de Nerja el próximo domingo 25 de Junio. El programa se articula en torno a algunos de los mas bellos dúos de soprano y tenor de ópera francesa e italiana, y de zarzuela, con espacio para las intervenciones individuales por medio algunas de las más conocidas arias y romanzas.
Poco después, el 14 de Junio, Berna Perles participará, junto al resto de ganadores del Concurso de Ópera Mozart de Granda, en el concierto de clausura de la 66ª edición del Festival Internacional de Música y Danza de Granada, acompañada por la Orquesta Ciudad de Granada con Pablo González a la batuta, y un programa que recoge algunas de las arias y dúos más representativos de la producción operística del genio de Salzburgo.
Berna Perles
Nace en Málaga, donde obtiene el Título Superior de Canto en el Conservatorio Superior de Música de Málaga con Matrícula de Honor y Premio Extraordinario Fin de Carrera. Cursa un postgrado en el Conservatorio Santa Cecilia de Roma y completa su formación en el Opera Studio de la Accademia Nazionale di Santa Cecilia. Amplía sus estudios en Viena con la mezzosoprano Glenys Linos. Ha recibido clases magistrales de Renata Scotto, Mirella Freni, Mariella Devia, Teresa Berganza, Monserrat Caballé, Isabel Rey y Carlos Álvarez.
Ha sido premiada en numerosos certámenes y concursos de canto: Primer Premio de Juventudes Musicales de España; Primer Premio de la Muestra de Jóvenes Intérpretes de Málaga (2009); Finalista del Concurso Internacional de Canto Manuel Ausensi (2010); Finalista del Concurso Internacional de Canto Villa de Colmenar Viejo; Finalista del Concorso Lirico Internazionale Umberto Giordano (2012); Tercer Premio del Concurso Internacional de Canto de Logroño (2013); Finalista del Concurso Internacional de Canto Francesc Viñas (2014); Primer Premio y Premio del Público en el XIII Concurso de Nuevas Voces de Sevilla, Semifinalista de Concurso de Canto de Portofino (2016), Ganadora del I Concurso de Ópera Mozart de Granada, Premio Ferrar Salat en el Concurso Internacional de Canto Francesc Viñas (2017) y Primer Premio del Concurso de Canto de Logroño.
Su trayectoria profesional le ha llevado a actuar, tanto en ópera como zarzuela y recitales líricos, en el Teatro dell’Opera y Auditorio Santa Cecilia de Roma, Konzerthaus de Viena, Teatro Comunale de Bologna, Opéra Royal de Versailles, Le pin galant de Mérignac, Palais des Festivals et Congrès de Cannes, Théâtre de Sète, Teatro Avenida de Buenos Aires, Teatros del Canal, Palau de la Música Catalana, Auditorio Nacional, Cervantes de Málaga, Principal de Zaragoza, Bretón de Logroño, Principal de Alicante, Gran Teatro de Córdoba o Manuel de Falla de Granada y ha cantado bajo la batuta de Dominique Rouis, Martin Mázik, Lorenzo Mariani, Edmon Colomer, John Axelrod o Manuel Hernández Silva y bajo la dirección escénica de Lindsay Kemp, Emilio Sagi, William Orlandi o Riccardo Canessa. Ha participado en la grabación de un CD de dúos, junto al barítono Carlos Álvarez, bajo el sello DN Records.
Refiriéndose a esta imponente sinfonía, el propio Mahler llegó a decir a su amiga la violista Natalie Bauer-Lechner que en ella «pretendía construir un mundo (sonoro) con todos los medios técnicos a su alcance». «Lo que quiero expresar es cambiante, siempre nuevo, y ese propio contenido determina su forma», añadía. Este pensamiento ha sido el motor y guía que ha determinado el gran trabajo de montaje que ha realizado el maestro caraqueño Hernández Silva. Desde el grandioso y programático himno a cargo de las trompas que abre el primer movimiento, la exposición de cada una de sus partes fue encaminada en acentuada progresión expresiva al momento cumbre de su mensaje, cual es el Lento, tranquilo y hondamente sentido tiempo final.
Tal planteamiento fue una de las claves de la bondad estética de este concierto. Cada una de las secciones instrumentales de la orquesta, de modo singular la percusión, se entregaron absolutamente a los dictados de su titular, constituyendo el otro elemento causal de la admirable construcción musical alcanzada con esta obra, en la que Hernández-Silva demostró su sólida formación, mezcla de la mejor tradición vienesa con el espíritu y sentir latinos naturales de su origen hispanoamericano. La tensión del gesto fue el modo con el que expresó un primer tiempo, bien decidido en su cuidada medida, que sirvió como desencadenante efecto espectral de su compleja sonoridad.
Con un calmo y contenido discurso determinó la esencia combinatoria de los dos temas que contiene el segundo, dejando una plácida sensación. Del tercero hay que realzar la excelente intervención del solista Ángel San Bartolomé en su solo de fliscorno, que sustituía la post-horn (trompa postal) original, convertido en catalizador emocional de este movimiento, desde una unívoca colaboración con el podium. En el cuarto fue María José Montiel quien brilló con el lirismo canoro que proyectó sobre los zoroástricos versos de Friedrich Nietzsche, que expresan un eterno e infinito anhelo de gozo. Una gran conjunción coral se pudo apreciar en el quinto movimiento, debiéndose así de resaltar el excelente trabajo realizado por Salvador Vázquez y Narciso Pérez del Campo con sus respectivos coros. Hernández Silva alcanzó un verdadero estado de gracia en el último tiempo, sabiendo condensar todas las emociones de trascendente y profana religiosidad que quería transmitir Mahler en su música.
El último concierto de la presente temporada de la Orquesta Filarmónica de Málaga ha traído a los atriles nada más y nada menos que la Sinfonía nº3 de Gustav Mahler. Una suculenta prueba de fuego para músicos y, especialmente, para su actual director musical que recientemente ha renovado su titularidad ante la misma por otros dos años. No en vano, Manuel Hernández Silva está desarrollando una labor que, como sucediera en sus recordados años al frente de la Orquesta de Córdoba, puede matizarse en un sentido o en otro pero ante la que no cabe duda de que responde a un trabajo cualitativa y cuantitativamente bien hecho.
Resulta significativo el contraste de la prestación del conjunto malagueño entre el concierto de presentación del mismo Hernández Silva hace más de tres años (que por cierto incluía los Kindertotenlieder) con el que comentamos, revelando una notable evolución en cuanto a mero sonido. Aquí convenció por ese sutil juego de texturas, tan mahleriano por otra parte, que ya fuese densamente sinfónico o camerístico, demostró el acreditado conocimiento de este repertorio por parte del director hispanovenezolano. Y particularmente por esa capacidad para ir graduando una in
tensidad que, en cualquier caso, siempre estuvo a flor de piel y que desde luego desembocó en un movimiento final tan hermoso como rotundamente expresivo. En este sentido no hubo freno de mano, si se nos permite la expresión, en esta apuesta decididamente valiente y para nada conservadora que indudablemente tenía su riesgo. No encontramos esos atisbos de calculada contención o sobreprotección que son usuales cuando los intérpretes son conscientes que la obra les excede y en consecuencia asistimos a un Mahler con mayúsculas, en absoluto mediocre.
Por su parte, María José Montiel supo resaltar las principales virtudes de su voz (homogeneidad, proyección y color) al tiempo que disimular sus defectos (dificultades con el estilo, falta de idiomatismo, afectación…). El Coro de Ópera de Málaga y la Escolanía Santa María de la Victoria actuaron con pulcritud y entrega, al igual que unos músicos de la Filarmónica de Málaga que, pese a la – hasta cierto punto comprensible – irregularidad en el nivel de las prestaciones solistas, sin duda estuvieron a la altura de la obra.
Manuel Hernández-Silva dirige la ‘Sinfonía nº 3’ de Mahler con la Filarmónica de Málaga
14 de junio de 2017. Por Alejandro Fernández, CODALARIO
Como sabrán la Filarmónica de Málaga, más de un cuarto de siglo después, sigue sin el escenario ideal para poder realizar conciertos. Cuando hace un par de semanas escuchábamos la Quinta sinfonía de Bruckner de la mano de uno de sus grandes especialistas como es la batuta del madrileño Carlos Domínguez percibimos la misma mixtura de sentimientos entre pudor y asqueamiento, entre náuseas y falta de miras. Esta orquesta no merece ese trato por parte de las administraciones que las sostienen, pero una de las consecuencias de tanto formato bidimensional colgado es la realidad que vive y va a seguir viviendo la OFM en el horizonte más cercano. Especular con el arte sólo genera propaganda para beneficio de muy pocos.
Ha transcurrido más de una centuria del estreno de la Sinfonía nº 3 en re menor, de Gustav Mahler y da la impresión que continúa despertando la misma vehemencia e indiferencia en el auditorio. Manuel Hernández-Silva, titular de OFM también apostó, como en su día hizo Edmon Colomer, por el gran sinfonista de la escuela vienesa en el colofón de la temporada. Colomer la Segunda y Hernández-Silva la particular visión de la Creación que atesora la Tercera sinfonía. Mahler es uno de fuertes del director venezolano, e incluso podemos ir más allá al afirmar que está batuta es la gran embajadora de la escuela vienesa en nuestro país. A lo ya escrito nos remitimos, cada vez que el maestro aborda este pilar del repertorio queda ridículo el reconocimiento que supone el aplauso unánime del público. En el consciente colectivo aún continúan fijados dos referentes hasta llegar a esta tercera mahleriana; por un lado el trabajo expuesto por Bernard Haitink en los PROMS londinenses pasados junto a la London Symphony Orchestra (cómo no recordar también aquella impecable retransmisión guiada por Pérez de Arteaga desde Radio Clásica); y en un ámbito local, la inolvidable versión de la Sinfonía “Resurrección” y la OFM con el entonces titular Edmon Colomer.
La Creación de Mahler
Entre La Creación de Haydn y la Sinfonía en re menor mahleriana no sólo transcurre la centuria que las separa, también concurre la evolución de una escuela y la singularidad de dos decisivos discursos musicales. El bohemio supone también el nexo imprescindible entre un período y otro. Mahler en su particular visión de la Creación -plagada de angustias y preguntas sin respuestas- dibuja un escenario ascendente, no falto de sentido ascético. Hernández-Silva se valió de dinámicas contrastadas, pulso enérgico y acentuado sin menoscabo de remansos suspendidos como el Cómodo, scherzando del tercer tiempo. Cada movimiento formarían esferas dentro de un universo más amplio, la extensión del primer tiempo frente a la divina recreación del Lento final lo atestiguan. Ciento cuarenta y tres minutos de música en estado puro.
El reencuentro con el Coro de Ópera, y concretamente con las cuerdas femeninas del mismo no nos ha decepcionado. Trabajo medido y plegado a las sutilezas de la partitura gracias al esfuerzo de Salvador Vázquez, director de la formación coral que ha sabido aflorar una mayor calidad e intención vocal. Salvador Vázquez, a quien entrevistamos en exclusiva para Codalario el otoño pasado, debuta este próximo dieciséis en el podio de la Orquesta de Radio Televisión Española en el marco de los galardonados en el Concurso Permanente que organiza Juventudes Musicales de España. La Escolanía de Santa María de la Victoria que dirige Narciso Pérez del Campo cerraba el capítulo coral demostrando, una vez más, la intención del maestro y la ilusión que siempre transmite a sus jovencísimos cantores.
Otro de los pilares fijados por Hernández-Silva ha sido la apuesta por la mezzo española María José Montiel. Escuchar a la artista es siempre garantía de buen hacer independientemente de la plaza o el auditorio. Tal ha sido el grado de implicación de esta voz que incluso la emoción se asomaba en sus ojos en la segunda interpretación ante el auditorio del viernes. Entre la lectura del jueves y el viernes apenas diferencias quizás, tal vez, mayor serenidad en la última cita pero en cualquier caso un ejemplo de maestría en la forma y en la técnica.
Y finalmente, el conjunto, una orquesta especialmente recrecida con otros profesionales y futuros instrumentistas estratégicamente dispuestos por la batuta de Hernández-Silva. Pero si algo de inmenso tiene además la Tercera de Mahler son los vasos comunicantes que se establecen entre secciones como la introducción inicial de las ocho trompas o las distintas intervenciones solistas especialmente reseñables la concertino Andrea Sestakova; el papel concertante del fliscorno de Ángel San Bartolomé o en la percusión los dos timbaleros de la OFM Leopoldo Saz y Serguei Trishankov.
Concluye la temporada con el horizonte de una Sexta Sinfonía de Mahler en el cartellone de la Orquesta Filarmónica de Málaga para la próxima y la miseria de una programación que nuevamente vuelve a tener el mismo escenario que no por impropio, indigno, pero que ha agotado ya su ciclo.
María Espada canta la Pasión según San Juan de Bach con la Orquesta Sinfónica de Galicia bajo la dirección de Ton Koopman, los próximos 8 y 9 de Junio en el Palacio de la Ópera de Coruña. Junto a la soprano estarán también el tenor Ariel Hernández Roque, la mezzo Maarten Engel Tjes, el barítono Klaus Mertens, y el Coro de la OSG preparado por Joan Company.
María Espada
Nacida en Mérida (Badajoz), estudió canto con Mariana You Chi y con Alfredo Kraus, entre otros. Se ha presentado en salas como Konzerthaus de Viena, Philharmoniker de Berlín, Théâtre des Champs Élysées de París, Teatro Real de Madrid, Concertgebow de Amsterdam, Auditorio Nacional de Madrid, Santa Cecilia de Roma, Vredenburg de Utrecht, Teatro del Liceo de Barcelona, Palais des Beaux Arts de Bruselas, Palau de la Música Catalana de Barcelona, L’Auditori de Barcelona, Teatro de la Zarzuela de Madrid, Maestranza de Sevilla, Kursaal de San Sebastián, Auditorio de Zaragoza, Euskalduna de Bilbao, Auditorio de Galicia, Baluarte de Pamplona, Auditorio de Cuenca, etc.
María Espada ha cantado con directores como Frans Brüggen, Andrea Marcon, Aldo Ceccato, Jesús López Cobos, Josep Pons, Antoni Ros Marbá, Juanjo Mena, Salvador Mas, Ernest Martínez Izquierdo, Tamás Vásáry, Alberto Zedda, Diego Fasolis, Fabio Bonizzoni, Christophe Coin, Eduardo López Banzo, Giuseppe Mega, Adrian Leaper, Emil Simon, etc.; y grupos y orquestas como Venice Baroque Orchester, Orchestra of the 18th century, L’Orfeo Barockorchester, I Barocchisti, Orquestas de RTVE, Al Ayre español, Orquesta Filarmónica de Munich, Sinfónica de Barcelona y Nacional de Cataluña (OBC), Ciudad de Granada, Sinfónica de Madrid, Comunidad de Madrid, de la Radio Húngara, Sinfónica de Navarra, Sinfónica de Sevilla, Filarmónica de Málaga, Ciudad de Oviedo, La Risonanza , Ricercar Consort, Barroca de Helsinki o Barroca de Sevilla. Sus intervenciones en el ámbito de la música de cámara abarcan desde el barroco hasta el siglo XX y ha grabado para los sellos Harmonia Mundi y Naxos, entre otros.
Tras presentar la nueva temporada de abono 2017/18 con gran acogida de los medios, Manuel Hernández-Silva clausura su tercera temporada como Director Titular y Artístico de la Orquesta Filarmónica de Málaga con sendos programas que contarán con la participación de Juan Pérez Floristán y María José Montiel como solistas, esta semana y la que viene, respectivamente. En el atril, el Concierto para piano nº 21 de Mozart y la 2ª Sinfonía de Schumann para los dos conciertos de esta semana, y la 3ª de Mahler para la siguiente.
Hernández-Silva se ganó a público y crítica desde su llegada a Málaga con programaciones variadas y atrevidas que profundizan en la memoria sonora de la orquesta al tiempo que se abren a nuevos repertorios; combinando la presencia de figuras consagradas internacionalmente con directores y solistas españoles y una decidida apuesta, marca de la casa, por el talento local; aumentando año tras año el número de abonados; asumiendo una gran responsabilidad en acciones sociales y divulgativas; estrechando lazos con otras instituciones culturales; aumentando la presencia y visibilidad de la OFM en la ciudad y la provincia; y obteniendo reconocimiento general por la senda de excelencia artística que ha tomado la orquesta bajo su dirección, lo que le ha valido una renovación anticipada de su contrato que prolonga su presencia al frente de la formación hasta el verano de 2020.
Manuel Hernández-Silva, director
Se graduó en el conservatorio superior de Viena con matrícula de honor en la cátedra de los profesores Reinchard Schwarz y Georg Mark. En el año de su diplomatura ganó el concurso de dirección Forum Jünger Künstler convocado por la Orquesta de Cámara de Viena, dirigiendo a esta formación en la Konzerthaus de la capital austríaca.
Ha dirigido en grandes festivales internacionales y es un habitual invitado de las orquestas españolas y extranjeras. Ha sido director titular de la Orquesta de Córdoba, director principal invitado de la orquesta Simón Bolívar de Caracas, con la que trabajó intensamente durante más de cinco años, y director musical de la Orquesta Joven de Andalucía. Actualmente es director titular y artístico de la orquesta Filarmónica de Málaga. El maestro Hernández Silva ha desarrollado una intensa actividad docente, impartiendo cursos internacionales de dirección e interpretación, así como numerosas conferencias. Todo ello le ha valido el reconocimiento de los músicos con los que ha trabajado, el del público y el de la crítica especializada.
Ha actuado como director invitado con la WDR Sinfonieorchester, Sinfónica de Viena, de la Radio de Praga, Sinfonie Orchester Biel Solothurn, Rheinische Philharmonie, Sinfónica de Israel, Orquesta Sinfónica de Wuppertal, Filarmónica Janacek, Filarmónica de Seúl (Corea), Nord-Tchechische Philarmonie, Sinfónica de Karlsbad, Filarmónica de Olomouc, Orchestre de Mulhouse, Sinfónica de Puerto Rico, Nacional de Chile, Sinfónica de Venezuela, Filarmónica de Bogotá, Sinfónica Nacional de México, Municipal de Caracas o Sinfónica Simón Bolívar (Venezuela). En España ha dirigido a la Real Filarmonía de Galicia, Orquesta Ciudad de Granada, Oviedo Filarmonía, Orquesta de Extremadura, Sinfónicas de Murcia, Vallés, Bilbao, RTVE, Tenerife, Castilla y León, Principado de Asturias (OSPA), Comunidad de Madrid, Navarra, de Barcelona i Nacional de Catalunya, de Euskadi, Balears o Filarmónica de Gran Canaria o Filarmónica de Gran Canaria, y tiene previsto su debut en la Orquesta Nacional de España en la temporada 17/18.
Reproducimos a continuación tres excelentes críticas debidas a Alejandro Fernández, para La Opinión de Málaga; José Antonio Cantón, para Scherzo; y Manuel del Campo, para Diario SUR; de los conciertos realizados por Carlos Domínguez-Nieto al frente de la Orquesta Filarmónica de Málaga con al Sinfonía nº 5 de Anton Bruckner en programa.
Consumado bruckneriano
José Antonio Cantón – Málaga. Teatro Cervantes. 25-V-2017. Orquesta Filarmónica de Málaga (OFM). Director: Carlos Domínguez-Nieto. Obras de Anton Bruckner.
Hay obras de arte que quedan en la historia con tal fuerza, y a la vez razón de ser, que hay que recurrir a ellas periódicamente para alimentarse de su potencia estética y así no perder la perspectiva de la impronta de su distinción. Es el caso de la Sinfonía nº 5 de Anton Bruckner que, por las dimensiones de su plantilla, complejidad estructural y dificultad artística no es frecuente poder admirar desde la batuta de un enamorado, convencido e identificado maestro con la música de este gran sinfonista austriaco. Carlos Domínguez-Nieto, después de unos años, ha vuelto al pódium de la OFM para dirigir esta obra en el antepenúltimo concierto de su temporada de abono, sin haber generado la expectación que, por el resultado de su actuación, hubiera sido deseable. Así, el hecho de que la sala del teatro estuviera con escaso público, favoreció de algún modo la expansión acústica que requiere el sinfonismo de Bruckner que, de haberse producido en ese ideal, esperado y deseado nuevo auditorio de Málaga, hubiera significado una singular experiencia para el oyente.
Desde su entrada en el escenario, el director irradió un aura de distinguida elegancia que llamó la atención de un auditorio expectante, sensación que se vio reflejada en los primeros pulsos del inicio de la sinfonía antes del Allegro subsiguiente. Esta lúgubre introducción sirvió de carta de presentación de la que sería a la postre una excelente interpretación. Domínguez-Nieto parecía como si tuviera gustosamente atrapada a la orquesta en la red de sus indicaciones, llena de detalles en lo técnico y diversa en lo emocional, hasta el punto de cautivar también al oyente que percibía como la cinética del maestro se reflejaba con rara correspondencia en cada compás de este movimiento, como el manifestado en el logrado contraste de dinámicas con el que transmitió su tercer tema para ir así preparando la coda, en la que acentuó el soberbio entendimiento que este músico tiene de esta sinfonía, que fue la preferida del autor aunque, desgraciadamente, nunca llegó a escucharla.
Tensión y serenidad fueron las armas que empleó en su planteamiento del Adagio, para así enfatizar la oposición temática en la que este se sustenta. El maestro impulsó al instrumento orquestal a que se asemejara a un órgano ideal desde sus enigmáticos pizzicati iniciales, contrastados por unos flautados a cargo de la madera que llevaban al oyente a un estado de meditación. Conseguido ese propósito inicial, la melodía, la armonía y el ritmo fueron sus aliados expresivos hasta llegar al candente segundo tema, donde dibujó con calculados gestos la grandiosidad sonora de su contenido. En este tiempo se confirmaba que el auditorio estaba ante un consumado bruckneriano, que conoce el camino a seguir para justificar sobradamente la extraña, compleja y a la vez simple belleza que encierra esta música, muy complicada para aquellos directores de irregular o escasa formación intelectual.
Esta cualidad se vio reflejada en cómo construyó el tercer movimiento, un asombroso Scherzo en el que Bruckner despliega todo su talento arquitectónico. Sus contrastes rítmicos y dinámicos fueron expresados con tal autoridad que no había por mínimo que rendirse ante la materialización sonora de un entendimiento superior a la vez que profundo, que sólo puede manifestarse después de un exhaustivo estudio, hasta el más mínimo detalle de cada uno de sus pentagramas, y un excelente trabajo de ensayo en un corto periodo de preparación y montaje como el que es habitual actualmente en las orquestas, lo que da una idea de su capacidad y seguridad como director. Su exposición del trío tuvo un exquisito destello romántico, posiblemente poco imaginable en una mente tan adusta, austera y religiosa como la que tenía este compositor.
Como si de un resumen de su actuación se tratara, hay que entender su interpretación del movimiento final de la sinfonía, coincidiendo con el planteamiento creativo del autor. Marcó los pasajes fugados con expansiva precisión, con determinante lirismo aquellos de manifiesto carácter melódico y de forma jubilosa y triunfante los episodios corales como se manifestó en la coda, donde la sección de metal de la OFM tuvo que dejar constancia de su capacidad en afinación, conjunción dinámica y potencia de emisión. El momento culminante fue la doble fuga final, con la orquesta llevada al más alto grado de sus posibilidades expresivas. El oyente culminaba así una experiencia de escucha que no es frecuente disfrutar.
Sin duda, éste ha sido uno de los conciertos más importantes de la presente temporada de la OFM, significando una muy grata sorpresa la figura de este director para quien aquí suscribe, ante tanto colega de medio pelo sólo sustentados por soportes mediáticos fieles a los dictados de la mercadotecnia y a frívolos juicios de transmodernista e indefinida «puesta en valor». Cada vez es más complicado encontrar un director que convenza ad intra y ad extra como lo hace Carlos Domínguez-Nieto, una figura en alza donde las haya en esta compleja y difícil profesión, y además, español.
Cuando la fe no basta
Alejandro Fernández 26.05.2017 | 23:51 – Filarmónica de Málaga – Lugar: Teatro Cervantes. Director: Carlos Domínguez-Nieto. Programa: Sinfonía nº 5 en si bemol mayor, WAB. 105, de A. Bruckner
La recta final de la temporada de la Filarmónica nos reserva tres citas de altísimo nivel artístico y, por qué no decirlo, ambiciosas. Ésa es la intención, cuestión aparte es la realidad o, mejor dicho, la soledad. Más allá del hecho puntual de descubrir una sala con apenas un par de cientos de asistentes (lo que tiene su propia reflexión y múltiples respuestas) la OFM sigue décadas después sin el contenedor necesario para desarrollar profesionalmente la actividad cultural para la que fue concebida. El auditorio no tiene como fin primero disponer cómodamente a sus abonados y aficionados, sino dotar al conjunto sinfónico de los elementos técnicos que permitan la acústica propia de una orquesta como la nuestra.
Bruckner estuvo solo, inmensamente solo pero como aficionado sigo reclamando menos paternalismos y sí la necesaria solución a las más que evidentes deficiencias acústicas del Cervantes, espacio en el que, por otro lado, estamos de prestado y precisa también otro debate sereno; entre el veinte por ciento y los jueves hay una realidad que se llama media de asistencia trufada por la propia idiosincrasia malagueña. Por todo esto, tras la monumental interpretación de la Filarmónica y Carlos Domínguez-Nieto en la batuta del quinto trabajo sinfónico bruckneriano la impresión es una mezcla de sonrojo, admiración y deseo.
El perfil decididamente internacional no sólo en el capítulo formativo, sino también profesional, focalizado en Centroeuropa, hace del madrileño Carlos Domínguez-Nieto toda una autoridad al considerar su perspectiva del gran sinfonismo. Nada queda a la improvisación, todo responde a un esquema centrado en el pulso y la dinámica que, más que ascenso, es una profunda evolución posible gracias a que respira la partitura. Ésa fue la proeza de Domínguez-Nieto en el podio de la Filarmónica, como otro atril más, en la lectura de Quinta Sinfonía de Bruckner. No hubo milagro, pero sí un trabajo para referenciar a nivel profesional y, de paso, inolvidable como oyente.
Un caminar lento, apesadumbrado, marcado por las cuerdas graves, antecedía al adagio-allegro inicial sobre una atmósfera opresiva que caracterizaría el primer tiempo dibujado por Domínguez-Nieto. Continuó un adagio suspendido, compacto y coherente de principio a fin; aquí la dirección incidió en las simetrías y paralelos que guarda con el movimiento inicial. El scherzo enlazado con el adagio precedente descubre en el tema danzante que guarda cierto espacio para distraer la tensión hasta la conclusión donde Domínguez-Nieto pudo extraer del conjunto una emisión rotunda. Durante toda la interpretación se sucedió algo más que complicidad entre músicos, la definición correcta no es otra que la suma de esfuerzos de los profesores y concretamente entre secciones, la solvencia de las maderas y el bruñido de los bronces en la construcción de la arquitectura sinfónica ideada por el compositor… Todo como un alegato a la fe y la convicción que la sostiene. Éste fue el Bruckner que nos hizo respirar Domínguez-Nieto.
Acercándonos a Bruckner
Manuel del Campo – Diario SUR – 27.05.17 – Orquesta Filarmónica de Málaga – Carlos Domínguez-Nieto – Sinfonía nº 5 en si bemol mayor, de A. Bruckner
Jonathan Webb, principal director invitado de la Real Filharmonía de Galicia, vuelve por tercera vez esta temporada a Santiago para afrontar el estreno en Europa de la obra de Luis Taibo García, Suite Sinfónica Galaica, una recuperación musicóloga llevaba a cabo por Beatriz y Alberto Cancela. El programa incluye también Sheherezade, de Rimsky Korsakov, y los conciertos tendrán lugar en Vigo, el jueves 25, y Santiago, el viernes 26 en un evento especial en la Praza da Quintana con motivo de las fiestas de la Ascensión.
Jonathan Webb
Estudia piano, violín, canto coral y dirección de orquesta en Manchester, donde debutó en el Teatro de Ópera con West Side Story. Llamado por Gary Bertini al Teatro de Ópera de Tel Aviv como director estable, dirigió numerosas nuevas producciones como Der Freischütz, Tosca, Madama Butterfly, Macbeth, Samson et Dalila, La Juive, Faust, Cenerentola, L’Italiana in Algeri, L’elisir d’amore, Lucia di Lammermoor, Jenufa o La zorrita astuta. Es invitado en numerosos teatros en toda Europa y colabora habitualmente con las más importantes teatros italianos, recientemente el Maggio Musicale Fiorentino, el Teatro Comunale di Bologna, o la Sagra Musicale Umbra en Perugia. Director invitado del Teatro Sao Carlos de Lisboa donde ha dirigido Eine Florentinische Tragödie, The Miserly Night, Il Barbiere di Siviglia, La Navarraise, Cavelleria Rusticana; en Sevilla The Rape of Lucretia; en Marsella The Saint of Bleeker Street; en Niza L’Histoire du Soldat; en Dublín Le Nozze di Figaro, Falstaff; o en Tenerife The Turn of the Screw. Ha dirigido en la Deutsche Oper de Berlín: Aufstieg und Fall der Stadt Mahagonny, La forza del destino, Carmen; en la Volksoper de Viena: Don Pasquale, Der Zigeunerbaron, Die Zauberflöte; o en Colonia La Traviata. Invitado por Valery Gergiev ha dirigido Lady Macbeth def Mtsensk en una coproducción entre la Kirov Opera y la New Israeli Opera.
Jonathan Webb ha dirigido numerosas óperas de Britten: The Rape of Lucretia en el Maggio Musicale Fiorentino; Theturn of the Screw en el Comunale de Bolonia y en el Petruzzelli de Bari; The Rape of Lucretia, Peter Grimes y Billy Bud en el Carlo Felice de Genova; A Midsummer Night’s Dream en Bari, Pisa, Livorno y Lucca, Curlew River (Sagra Musicale Umbra). En el San Carlo de Nápoles Elegy for Young Lovers de Henze y Così fan tutte di Mozart; en la Fenice Tancredi y Elegy for Young Lovers; en el Massimo de Palermo Orfeo de Gluck; en Verona Le nozze di Figaro, Don Giovanni, Così fan tutte; en Trento Die Entführung aus dem Serail; en Ferrara y Modena The Death of Klinghoffer de Adams; en Livorno y Modena Cavalleria Rusticana y Pagliacci. También se ha prodigado mucho en Ravenna, Reggio Emilia y en los Teatri della Toscana (Traviata, Falstaff, Acis and Galatea). Y ha colaborado con importantes directores de escena como Daniele Abbado, Götz Friedrich, Hugo de Ana, Robert Carsen, Graham Vick, Pier Luigi Pizzi, Denis Krief, David Pountney, David Alden, Chiara Muti, Andrea De Rosa.
Ha dirigido la Orchestra de Santa Cecilia de Roma con The Kings Singers, la Camerata Strumentale di Prato, la Orchestra del Maggio Musicale Fiorentino en Florencia con ocasión del 70 cumpleaños de Henze. Ha sido también varias veces invitado por la Orquesta Sinfonica de Galicia y la Real Filharmonia de Galicia. En Israel ha dirigido la Jerusalem Symphony Orchestra, Israel Sinfonietta, Israel Chamber Orchestra. Ha collaborado con numerosos solistas como Shlomo Mintz, Vadim Repin, Fazil Say, Arabella Steinbacher, Louis Lortie, Alexander Toradze y un largo etcétera. Es invitado frecuentemente por numerosos festivales como Caesarea, A Coruña, Wexford, Caracalla, Settembre Musica con l’Orchestra della RAI di Torino e il Liturgica Festival de Jerusalem. Fue invitado por Seiji Ozawa al Saito Kinen Festival en Japón y ha dirigido la orquesta y ensembles del festival en gira por Japón y China. Le gusta trabajar con jóvenes y ha dirigido la Orchestra Giovanile Italiana di Fiesole, la Young Israel Philharmonic Orchestra, Orchestra e Coro Giovanile di Santa Cecilia con Oedipus in Kolonus (con motivo de la celebración de «Colosseo 2000» con la ejecución de un concierto en el Coliseo de roma por primera vez en 1.500 años) Ha recibido el «Premio Internazionale Ultimo 900 Pisa 2000 Nel Mondo» en Noviembre de 2004). Desde Septiembre de 2014 es director musical de la Camerata Strumentale «Città di Prato», orquesta con la que colabora regularmente desde 2002.
Tomamos las palabras introductoras del texto de Álvaro Gallegos para las notas del disco:
De tanto en tanto aparecen figuras que provocan avances en su área de dominio, estrellas en el firmamento que inciden de manera decisiva en un ámbito de la música, sea un parámetro de esta, una estética, o bien un instrumento. Pacho Flores ha logra- do poner la luz más intensa de la candileja sobre la trompeta. Y no se trata solo de su depurado sonido, tan prístino que impresiona a cualquier oyente. Tampoco ha basta- do la prodigiosa técnica que deviene en el tan ovacionado virtuosismo que ha sacudido los principales escenarios donde se ha presentado. Es que Pacho ha conformado un prodigioso tándem con su fabricante de trompetas, Vicente Honorato de la casa Stomvi en España. Instrumentos hechos a medida del venezolano, explorando la amplia gama de la familia de las trompetas, siempre en búsqueda del mejor sonido, una perfección que se ajuste a su extenso repertorio. Podríamos decir que Pacho es lo más importante que la ha sucedido a la trompeta desde Miles Davis.
Su anterior álbum Cantar (DG 479 1068) dio significativas luces de lo antes descrito. Distintos tipos de trompetas, incluyendo el viejo corno da caccia, en un abanico de joyas musicales barrocas, con un pequeño salto al presente en una de las obras. Acompañado por una agrupación orquestal pequeña, el protagonismo absoluto de Pacho en ese trabajo se convierte en un diálogo íntimo con el auditor. Y ese intimismo, esa cercanía se acrecienta con el presente disco.
Aquí Pacho muestra otra faceta, más colaborativa, donde conforma un nuevo tándem, esta vez netamente musical, con su compatriota el guitarrista Jesús “Pingüino” González. Este es un músico que merece mayor atención por parte del orbe. Un poeta de la guitarra, versado en lenguajes más allá de su país de origen, es también arreglista y productor. En definitiva un músico latinoamericano cabal, y el complemento ideal para el versátil Pacho, que aquí pone su boca y sus dedos en cuatro tipos de cornetas, más el cautivante sonido del fliscorno.
El Trío Arriaga se presenta en el Festival de Música de Úbeda este próximo día 21 de Mayo en un concierto que tendrá lugar en la Iglesia de Santo Domingo a las 21:00 hs. El programa lo conforman dos de las obras maestras del género, el Trio nº 1 en Si bemol Mayor, Op. 99, D898, de 1828, de Franz Schubert y el Trío nº 2 en Mi menor, Op. 67, de 1944, de Dmitri Shostakovich.
Trío Arriaga
El Trío Arriaga es el lugar de encuentro de tres músicos de reconocido prestigio y allí donde convergen sus trayectorias solísticas. Con conciertos en los mejores Festivales europeos y acompañados de la gran mayoría de las orquestas españolas y por algunas de las mejores europeas, sus proyectos discográficos en solitario, con más de 25 álbumes, algunos para sellos tan destacados como NAXOS o Sony, y los múltiples galardones conseguidos en concursos nacionales e internacionales de interpretación los avalan como un trio de referencia de su generación. Revistas como Gramophone o BBC Magazine destacan su exquisito empaste y bellísima sonoridad.
Su trayectoria concertística que les ha llevado en pocos años a ofrecer recitales en los Festivales Internazionale da Música da Cámara d’ Orbietto (Roma), Festivale Internationale de Musique de Chambre du Chateau de L’Acquy y Festival de Musique su Prioré Sant Martin (Le Mesnil, Francia) Musée de la Musique de Bruselas y en salas como el Palau de la Música de Valencia, el Teatro Pérez Galdós de Las Palmas de Gran Canaria, los auditorios de Barcelona, Murcia, Alicante y Zaragoza, la Fundación Juan March de Madrid, la Sociedad Filarmónica de Bilbao, Sala sinfónica de la Fundación Gulbenkian de Lisboa, entre otros. La interpretación del Triple Concierto de Beethoven les ha brindado la oportunidad de colaborar con orquestas como la Sinfónica de la Región de Murcia, de Extremadura, o la Orquesta Gulbenkian junto a la cual ofrecieron dos conciertos en el Centro Cultural de Belem (Lisboa) en noviembre de 2013 bajo la dirección de Paul McCreesh. Cabe destacar también los conciertos en colaboración del prestigioso violista Gerard Caussé.
A pesar de lo breve de su trayectoria hasta el momento, el Trío Arriaga también está desarrollando una intensa producción discografica en la que algunos de sus trabajos han sido señalados por la crítica como referenciales del repertorio. Así grabaron la integral de la obra para trío de Turina (Columna Música, 2010) y obras de autores catalanes del siglo XX (Naxos, 2011). Ampliamente interesados por la interpretación de la música española para trío, próximamente verá la luz su último trabajo dedicado a compositores españoles del siglo XX con obras de Mompou, García Abril, Chapí, Albéniz y Arbós. Asimismo también es inminente la grabación de un álbum con tríos de compositores americanos (Copland, Bernstein, Piazzola y Bloch) y un DVD con la integral de la obra de Dmitri Shostakovich de quien en 2015 se celebran los 40 años de su muerte.
Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.
Cookies estrictamente necesarias
Las cookies estrictamente necesarias tiene que activarse siempre para que podamos guardar tus preferencias de ajustes de cookies.
Si desactivas esta cookie no podremos guardar tus preferencias. Esto significa que cada vez que visites esta web tendrás que activar o desactivar las cookies de nuevo.
Cookies de terceros
Esta web utiliza Google Analytics para recopilar información anónima tal como el número de visitantes del sitio, o las páginas más populares.
Dejar esta cookie activa nos permite mejorar nuestra web.
¡Por favor, activa primero las cookies estrictamente necesarias para que podamos guardar tus preferencias!