Nicholas Milton, Director Titular en Göttingen

Nicholas Milton, Director Titular en Göttingen

El director australiano afincado en Alemania, Nicholas Milton, ha sido designado Director Titular en la Göttinger Symphonie Orchester a partir de la temporada 18/19. Milton es, además, Director Musical y Artístico de la Orquesta Sinfónica de Canberra y la Orquesta Sinfónica de Willoughby, Director Principal de la Orquesta Sinfónica de Innviertler y Director General de Música del Saarländisches Staatstheater, cargo este último que abandonará al final de su contrato en verano de 2018.

Nicholas Milton Director Titular de la Göttinger Symphonie Orchester

Nicholas Milton ha consolidado una destacada reputación por su carismática presencia escénica y sus poderosas interpretaciones de un extenso repertorio sinfónico y operístico. Renombrado por un estilo de dirección dinámico y una convincente integridad musical, continúa atrayendo atención internacional como uno de los mas destacados directores australianos en activo.

Fue el concertino más joven que ha tenido una orquesta australiana y disfrutó de una distinguida carrera como violinista y músico de cámara antes de dedicarse exclusivamente a la dirección. Ahora es invitado habitual en algunos de los principales teatros de ópera como la Volksoper de Viena (La traviata, Carmen, Hänsel y Gretel, Die Fledermaus, La Flauta Mágica). Más recientemente ha dirigido en la Komische Oper de Berlín Los Cuentos de Hoffmann, Carmen, y Die Fledermaus. Otras producciones recientes incluyen El Holandés Errante en Múnich, La Fanciulla del West y La Flauta Mágica en Innsbruck, Don Pasquale en Linz, Carmen en Mainz, Don Giovanni en Leipzig, Tosca en Sydney o La Flauta Mágica en Munich.

Recientes compromisos le han llevado a ponerse al frente de la London Philharmonic Orchestra, Konzerthausorchester Berlin, NDR Sinfonieorchester Hamburg, SWR Radio Sinfonieorchester Stuttgart, NDR Radiophilharmonie Hannover, Deutsche Radio Philharmonie Saarbrücken, Stuttgart Philharmonic, Dortmund Philharmonic, Staatsorchester Wiesbaden, Staatsorchester Darmstadt, Orchester des Nationaltheaters Mannheim, Staatskapelle Halle, Bremen Philharmonic, Sinfonia Varsovia, Orchestra della Svizzera Italiana and Bruckner Orchester Linz. En 2013 fue asistente de Mariss Jansons en una larga y exigente gira por Europa y Estados Unidos con la Royal Concertgebouw Orchestra.

Nicholas Milton fue concertino de la Adelaide Symphony Orchestra (1996–2002) y Director Musical de la Jena Philharmonic Orchestra de 2004 a 2010. Desde 2001 ha sido Director Musical y Artístico de la Willoughby Symphony Orchestra, desde 2007, Director Musical y Artístico de la Canberra Symphony Orchestra y General Musik Direktor en el Saarländisches Staatstheater desde 2014, mientras continúa como Director Musical de la Innviertler Symphony Orchestra, en Austria.

 

 

 

Excelente crítica de Jonathan Webb con la RFG

Excelente crítica de Jonathan Webb con la RFG

CRÍTICA: JONATHAN WEBB DIRIGE POR SEGUNDA VEZ ESTA TEMPORADA A LA REAL FILHARMONÍA DE GALICIA

Publicada en Codalario. 11 de abril de 2017
 

 

LA LLAVE HACIA LA LIBERTAD

Por Beatriz Cancela | @beacancela
Santiago de Compostela. Auditorio de Galicia 6/IV/17. Concierto de temporada. Real Filharmonía de Galicia. Director: Jonathan Webb. Tenor: Sam Furness. Obras de Britten y Shostakóvich.

Constituían, los conciertos de este jueves en Santiago y viernes en Vigo, la segunda ocasión en la que Jonathan Webb constataba su presencia al frente de la Real Filharmonía de Galicia (RFG) en condición de principal director invitado. Si ya en noviembre nos había embaucado con una selección de la gloriosa Bohemia del último tercio del siglo XIX, esta vez se reservaba un crudo repertorio envuelto por el grotesco espíritu circundante a la II Guerra Mundial, tratado desde dos prismas divergentes aunque no por ello ajenos. Dos compositores, dos realidades, dos expresiones que brotan de lo más profundo del ser del individuo con respecto a la búsqueda introspectiva y a la aceptación personal, a la confrontación con una realidad rígida, inquebrantable… en definitiva, la lucha por alcanzar la libertad.

Su compatriota, el tenor Sam Furness, sería el elegido para poner voz al ciclo de canciones Les Illuminations, op. 18 (1939) de Britten, tomando el texto de la obra homónima del literato simbolista francés Arthur Rimbaud escrita entre 1873 y 1875 durante su estadía en Inglaterra. Furness, pese a su juventud, atesora una versátil experiencia que ya auguraba el galardón de la Royal Academy of Music Club en 2012 y que ahora confirma la reciente nominación para los 2017 International Opera Awards en la categoría de jóvenes cantantes.

Con su voz cálida, tersa y veraz afrontaba aquel «J’ai seul la clef de cette parade sauvage» con aplomo y ceremonial rigidez. A partir de ahí su expresividad iría pareja a la dramatización de la obra, distendiendo sus gestos corporales y brindándonos un amplio abanico de matices vocales. Villes constituyó un alarde de vitalidad que el tenor desarrolló dinámico pese a unos graves que decentemente defendió; Phrases y Antique, nos dejaron momentos de mayor delicadeza y lirismo con melodías exquisitas y unos agudos sobrecogedores; Being Beauteous, especialmente dramática y descriptiva, en la que el colorismo del tenor se engarzaba, lumínico, con los cuidados matices de la orquesta; hasta alcanzar la quietud de Départ, carente de conflicto y de una serenidad tal que Webb aprovecharía para dilatar con un catártico silencio final.

Pero aquel año de 1939, tan fatídico para el mundo, será significativo para Britten ya no sólo por la composición de Les Illuminations, sino por su traslado a Estados Unidos, país receptor de una gran cantidad de compositores y artistas que son desterrados por aquella Gran Guerra que dejaría cicatrices indelebles. No es el caso de Shostakóvich, que decidió continuar en su país a pesar de la encorsetada realidad que estaba viviendo y resistir a un panorama cultural que directamente le perjudicaba, como ocurrió en 1948 con el decreto Zhdánov y que todavía se mantenía en el año de composición de esta Sinfonía número 10 en mi menor, op. 93 (1953), creada precisamente tras la muerte de Stalin.

Al igual que observábamos en Furness, la variabilidad de repertorios es una característica que también evidenciamos en Webb, con un una predisposición excepcional hacia el efectismo y a la expresividad. Pero a ello le añadimos la templanza del director británico a la hora de materializar por medio de la orquesta su percepción de la obra, y en este caso, a través del conocimiento de las posibilidades de la RFG. Una agrupación, por cierto, que se mostró cómoda y motivada con el programa y con el director.

Especialmente minucioso en el fraseo, su interpretación fue veraz y liviana, intensa y sensible. Mordaz por veces e implorante en otras ocasiones. Sin malgastar energía en balde, derrochó intensidad en los momentos puntuales sin llegar al estruendo, ni mucho menos. En el primer movimiento, la intensidad lograda por las agitadas notas agudas, la presencia tenaz de la percusión o la aparición de los metales creó una atmósfera de tensión que se mantuvo, briosa, sin decaer. Diametralmente opuesto, en el segundo movimiento Webb optó por incidir en su ágil tempo, Allegro, requiriendo gran agitación a los músicos. Toda una puesta a prueba del conjunto con secciones contrastantes plagadas de cambios de dinámicas y matices. Un frenesí expresivo y bajo control en el que orquesta y director demostraron gran avenencia. El tercer movimiento constituyó una exhibición de efectivos, donde las trompas brillaron con acogedora sonoridad y el flautín cerraba con un lacerante agudo. El último movimiento no defraudó, constituyendo una eclosión final que coadyuvó a arrancar la gran ovación que el público brindó a Webb y a la orquesta.

En conjunto, pudimos disfrutar de una velada organizado sobre un repertorio meditado, con contenido y significado. Una racionalidad acorde con la sonoridad de las obras y con el añadido expresivo y dramático intrínseco en cuanto a su génesis pero también la alcanzada en el momento presente de su interpretación. Todo, para más inri, bajo una intencionalidad alcanzada por medio de la complicidad y el respeto… todas las claves que hicieron de este, un concierto excelso.  

 

Nicholas Milton dirige Katia Kabanova en Saarbrücken

Nicholas Milton dirige Katia Kabanova en Saarbrücken

Nicholas Milton prosigue con las funciones de Katia Kabanova de Leoš Janácek en el Teatro Estatal del Sarre en Saarbrücken (Saarländisches Staatstheater). Con Judith Braun, Susanne Braunsteffer, Algirdas Drevinskas, Roman Astakhov, Michael Bedjai y Carlos Moreno en los principales papeles, la dirección de escena y escenografía corresponden a Ben Baur. Estrenada el 14 de Enero se mantendrá en cartel hasta el 8 de Abril a lo largo de ocho funciones. 

Nicholas Milton afronta un atareado fin de temporada

A continuación, con la orquesta del teatro, la Saarländisches Staatsorchester, dirigirá a Daniel Müller-Schott en el Concierto para violonchelo de Schumann y la 5ª de Mahler para poco después dirigir a la Orquesta Sinfónica de Gottinga, con un programa que incluye a Beethoven, Vaughan Williams (con el español Rubén Durá de Lamo como solista de tuba) y Chaikovski, antes de retomar las funciones de Katia en Saarbrücken.

Nicholas Milton

Director General de Música del Saarländisches Staatstheater, Director Musical y Artístico de la Orquesta Sinfónica de Canberra, Director Musical y Artístico de la Orquesta Sinfónica de Willoughby y Director Principal de la Orquesta Sinfónica de Innviertler, es invitado habitual en algunos de los principales teatros de ópera como la Volksoper de Viena (La Traviata, Carmen, Hänsel y Gretel, Die Fledermaus, La Flauta Mágica). Más recientemente ha dirigido en la Komische Oper de Berlín Los Cuentos de Hoffmann, Carmen, y Die Fledermaus. Otras producciones recientes incluyen El Holandés Errante en Múnich, La Fanciulla del West y La Flauta Mágica en Innsbruck, Don Pasquale en Linz, Carmen en Mainz, Don Giovanni en Leipzig, Tosca en Sydney o La Flauta Mágica en Munich.

 

 

Nicholas Milton dirige Katia Kabanova en Saarbrücken

Atareado fin de temporada para Nicholas Milton

El director Nicholas MIlton afronta un final de temporada de lo más atareado. A sus diversos compromisos sinfónicos con orquestas como la Konzerthausorchester Berlin, la Augsburger Philharmoniker o la Norddeutsche Philharmonie Rostock, se añade una intensa presencia en el foso del Saarländisches Staatstheater de Saarbrucken, del que es Director General de Música, con títulos como Peter Grimes de Benjamin Britten, Falstaff de Giuseppe Verdi o Madama Butterfly de Giaccomo Puccini, que le ocuparán los meses de Mayo, Junio y Julio.

Verano en las antípodas

Pero en vez de descanso, tras este intenso fin de temporada se trasladará al otro extremo del mundo, al invierno austral, donde están en plena actividad, para ponerse al frente de la Orquesta Sinfónica de Sidney, así como de las dos orquestas de las que es director titular y artístico en su país de origen, Australia, la Orquesta Sinfónica de Canberra y la Orquesta Sinfónica de Willoughby.

Nicholas Milton afronta un atareado fin de temporada

Nicholas Milton

Nicholas Milton

Nicholas Milton ha consolidado una destacada reputación por su carismática presencia escénica y sus poderosas interpretaciones de un extenso repertorio sinfónico y operístico. Es invitado habitual en importantes teatros de ópera como la Volksoper de Viena, la Komische Oper de Berlín o las óperas de Leipzig y Munich y dirige orquestas como la London Philharmonic Orchestra o la Royal Concertgebouw Orchestra. Es Director Musical y Artístico de la Willoughby Symphony Orchestra, la Canberra Symphony Orchestra y la Innviertler Symphony Orchestra, además de Director General de Música en el Teatro del Estado del Sarre con sede en Saarbrucken. En España se le ha podido ver esta misma temporada al frente de la Filarmónica de Málaga, en un concierto que gozó de gran aprecio de público y crítica.