Pacho Flores y Leo Rondón se presentan en la temporada de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León junto al maestro Carlos Miguel Prieto, con los que actuarán en la sede de la OSCyL en el Centro Cultural Miguel Delibes de Valladolid (8 y 9 de abril), así como en el Festival de Música Sacra de Segovia (7 de abril) y en la Semana de Música Religiosa de Cuenca (11 de abril). Flores y Rondón participan como solistas en dos obras del programa: La primera es el Concerto Venezolano, de Paquito D’Rivera, que es la primera vez que se interpreta tras haberse completado el proceso de estrenos a cargo de las cuatro orquestas que han participado en el encargo de la obra (Orquesta Sinfónica de Minería, C. M. Prieto; Royal Liverpool Philharmonic, Domingo Hindoyan; Orquesta de València, Manuel Hernández-Silva; y San Diego Symphony, Rafael Payare).
La segunda es Cantos y Revueltas. Fantasía concertante para trompeta, cuatro venezolano y cuerdas, del propio Pacho Flores, en que comparte el protagonismo solista con Leo Rondón y su cuatro venezolano. Esta obra fue estrenada por la Real Filharmonía de Galicia y Manuel Hernández-Silva, cuya grabación en directo dio lugar a un doble CD/DVD para Deutsche Grammophon.
El Concerto Venezolano de D’Rivera forma parte de un ambicioso proyecto de expansión del repertorio para trompeta solista y orquesta que incluye, además del propio D’Rivera, a destacados compositores como Arturo Márquez, Roberto Sierra, Christian Lindberg, Efraín OScher, Daniel Freiberg o Gabriela Ortiz. Orquestas de todo el mundo se han involucrado en este proyecto y estos nuevos conciertos se están estrenando desde EEUU, México y Brasil en América, hasta Turquía y Japón en Asia, pasando España, Francia, Reino Unido, Suecia y Noruega en Europa. En todos estos conciertos se requiere un amplio muestrario de los nuevos instrumentos de cuatro pistones -trompetas, cornetas y fliscornos, algunos auténticos prototipos- en diversas tonalidades, que la firma española STOMVI pone a su disposición, y en cuyo desarrollo Pacho participa activamente junto a los ingenieros de la casa.
Pacho Flores con Paquito D’Rivera
Próximamente, Pacho Flores y Leo Rondón llevarán a cabo una nueva colaboración en la que se estrenará el Concierto del Mar, para cuatro venezolano y orquesta, en que Pacho Flores dirige a la Sinfónica de la Región de Murcia mientras Rondón, naturalmente, interpreta la parte solista. Este estreno absoluto tendrá lugar en el Auditorio Víctor Villegas de Murcia el domingo, 24 de abril, pero no será el único estreno absoluto de este programa, pues se estrenarán las obras de Pacho Flores, Preludio y Fuga para cuerdas, compuesto expresamente para esta ocasión; y Heterónimos, para trompeta y ensemble orquestal, que aunque ha sido ya grabada, nunca se interpretó en público. Heterónimos, inspirada por lecturas de Fernando Pessoa, está dedicada al trompetista Fabio Brum, quien la grabó en el Disco EGREGORE, para Naxos, en que Pacho actúa como productor y director de la orquesta.
Pacho Flores protagoniza el estreno americano de su obra Cantos y Revueltas. Fantasía Concertante para trompetas, cuatro venezolano y cuerdas, con la Bolívar Phil, el maestro Carlos Riazuelo, y el cuatrista Héctor Molina, será el próximo 30 de Junio en el Herbert and Nicole Wertheim Performing Arts Center de Miami a las 11:00 hs. Cantos y Revueltas se estrenó el pasado 11 de Enero de 2018 en el Auditorio de Galicia de Santiago de Compostela, con la Real Filharmonia de Galicia, con los también venezolanos Leo Rondón al cuatro y Manuel Hernández-Silva a la batuta, con extraordinaria recepción por parte del público y de la crítica especializada.
Imagen del estreno de Cantos y Revueltas, Flores, Rondón, Hernández-Silva y la RFG. Copyright: RFG
Este estreno se grabó en audio y vídeo y será la obra central del próximo disco de Pacho Flores, un doble CD/DVD, para Deutsche Grammophon, de próxima aparición. Aunque no es la primera obra compuesta por Pacho, pues ya piezas como Morocota o Labios Vermelhos formaron parte de su disco ENTROPÍA. Se da también la circunstancia de que este es el concierto inaugural y de presentación de esta nueva formación sinfónica, la Bolívar Phil, nutrida de talento venezolano, exiliado en los EEUU pero formado en esa cuna de artistas que es EL SISTEMA.
Pacho Flores se encuentra esta semana tocando con la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria con la que interpreta Akban Bunka de Christian Lindberg, recogida en FRACTALES, su, hasta ahora, último disco para DG, y Concierto Mestizo, de Efraín Oscher. Este mismo repertorio afrontará la semana siguiente en el 11º Encuentro de la Asociación Brasileña de Trompetistas en Campinas. A continuación Pacho Flores regresa a Europa para interpretar el Concierto para trompeta de Haydn y Akban Bunka de Lindberg con la Sinfonieorchester Basel y Michal Nesterowicz, y tras este estreno americano en Florida de Cantos y Revueltas se dirigirá al Cono Sur para afrontar otro estreno histórico, pues se tocará por primera vez en directo tras 25 años de su composición el Concierto nº 1 para trompeta de Arturo Sandoval, será con la Filarmónica de Buenos Aires y el Maestro Enrique Diemecke, en el Teatro Colón de la capital argentina el 11 de Julio.
Una nueva e ilusionante etapa se abre en la Orquesta de Córdoba. Reproducimos algunas reseñas que recogen el cálido entusiasmo con el que el público cordobés recibió a Carlos Domínguez-Nieto, nuevo titular de la Orquesta, en el concierto de presentación de la temporada 2018/19 que ofreció el pasado sábado en el Teatro Góngora y en el que desgranó los contenidos de la misma con una serie de píldoras musicales a modo de avance. Las reseñas se deben a Francisco Javier Santos, en ABC, Manuel Pedregosa, en el DIARIO de Córdoba, José Antonio cantón, en SCHERZO y a Antonio Torralba, en EL DÍA DE CÓRDOBA.
La partitura de la ilusión
La Orquesta ofrece un avance de su nueva temporada en el estreno de Carlos Domínguez-Nieto como director y con el reto de mantener cautivado a su público
No hicieron bien aquellos que desperdiciaron la ocasión de conocer de primera mano las intenciones de la principal formación instrumental de Córdoba y de su nuevo director: al margen de los resultados artísticos, el mayor logro de la velada del sábado consistió en devolver la ilusión a un público demasiado necesitado de ella. Sin programa de mano, el cual fue entregado a la salida del concierto, Carlos Domínguez-Nieto tomó el micrófono y tras unas palabras de bienvenida y de agradecimiento en las que no faltó el reproche a los tardones o el llamamiento a apagar los móviles, fue presentando y justificando las obras que se iban interpretar, todas representativas de lo que será la actual temporada de abono.
Será una temporada variada y atractiva, cuya programación incluirá obras del gran repertorio sinfónico, entre las que destacarán especialmente la cuarta de Bruckner o «La consagración de la primavera» de Stravinski, esta última en colaboración con la Orquesta Joven de Córdoba.
La música religiosa representada por «La pasión según San Mateo» de Bach será el plato fuerte en Semana Santa, y se contará con la presencia de solistas como Benedetto Lupo o el Cuarteto Diógenes, que ofrecerá un inusual recital concertante. Quizás lo más destacable sea la especial atención a la música española, rescatando a obras y autores olvidados que alternarán escenario con imprescindibles clásicos como Falla o Arriaga.
La expectación y el reencuentro se respiraban a la entrada del concierto del sábado en el Teatro Góngora: la nueva dirección, la rica programación y la ausencia de programa de mano -aunque los autores sí eran conocidos- alimentaban esa sensación de inicio de curso, de incertidumbre gozosa. No fue la falta de previsión la causa de la ausencia del programa de mano, sino la voluntad de acercamiento a su público del flamante director, Carlos Domínguez-Nieto, que lo desgranó con espontaneidad, conocimiento y asertividad. El concierto fue una aproximación tangente a toda la temporada, aludiendo a ella desde las obras que interpretó, construyendo una suerte de programa de programas que no huye del gran repertorio sinfónico pero que no se apoya exclusivamente en él, abarcando músicas y gustos que puedan alcanzar a todos los públicos posibles.
Tuvo Domínguez-Nieto la delicadeza de comenzar con la primera obra que interpretó hace veintiséis años la formación cordobesa en su concierto inaugural, la Fanfarria para el hombre corriente, de Aaron Copland, y esculpió con la percusión y los metales un homenaje lírico y pétreo, imponente en sus silencios.
La asertividad se lleva bien con la ironía y el humor, y de todo ello tiró el nuevo director -además de paciencia- para amonestar a los asistentes que entraban tarde en la sala o a los que usaban su teléfono móvil.
La orquesta empastada, las secciones a una, la afinación, todo fue encajando en versiones fluidas, articuladas, que se sucedieron sin intermedio, solo jalonadas por los comentarios de director. El concierto continuó dando muestra de la calidad y versatilidad de programa, director y orquesta: lúdica y ligera la versión de la primera de las Ocho danzas eslavas, de Dvorak; narrativa, casi escénica la Oración del torero, de Turina; dulce en su dolor, honestamente sentido, liviano e íntimo resultó Mache dich, mein Herze, rein, de la Pasión según San Mateo, con un Javier Povedano excelente, con una hermosa voz y contenido sentimiento; ágil en el Intermezzo de Viva Córdoba, zarzuela de J. Valverde, que conectó inmediatamente con buena parte del público. A la altura de La ginesta, de Toldrá, el buen manejo de las dinámicas y los tempi, la atención a matices y expresión habían conquistado ya al público, cuyas ovaciones iban en aumento, pero fue quizás en la Obertura-fantasía sobre Romeo y Julieta donde la concurrencia se terminó rindiendo: la gravedad y oscuridad, casi tenebrismo del comienzo, sobrecogedoras, dieron paso a una juvenil energía envuelta en un velo de tragedia que oscilaba entre la ensoñación y la terrible realidad. Bárbaro.
Entre aplausos el director pudo anunciar una propina, el Huapango, de Moncayo: ante semejante suministro de endorfinas y energía supe que esa noche no conciliaría el sueño hasta más tarde de lo habitual. Al salir a la calle observé los rostros de los asistentes, escuché sus comentarios y supe también que no sería el único con un agradable insomnio.
Ilusionante presentación del nuevo director de la Orquesta de Córdoba
Córdoba. Teatro Góngora. 29-IX-2018. Orquesta de Córdoba. Javier Povedano Ruiz, barítono. Director: Carlos Domínguez-Nieto. Obras de Bach, Copland, Dvorak, Moncayo, Chaikovski, Toldrá, Turina y Valverde.
La Orquesta de Córdoba (OC) ha iniciado su temporada con la presentación de su nuevo director titular el madrileño Carlos Domínguez-Nieto, que ha confeccionado un programa que recogía una pequeña panorámica estilística con pasajes de obras que van a interpretarse a lo largo de este nuevo ciclo de conciertos de abono y en los de carácter extraordinario.
Con el título en el programa de «Nuestra Orquesta de siempre, nuestro nuevo director», Domínguez-Nieto empezó su actuación con las dos secciones instrumentales que siempre han caracterizado a esta orquesta como son la percusión y los metales. Con tal propósito fue impresionante la interpretación de la Fanfarria para el hombre corriente que escribiera el compositor Aaron Copland en 1942, estimulando la percepción de un público gratamente sorprendido ante el impacto sonoro de esta obra.
La orquesta no ofreció programas de mano ya que, en calidad de moderador, el director hizo una pequeña semblanza de cada pieza antes de su interpretación. Excepcionalmente explicó la obra del músico norteamericano después de su ejecución enlazando con la siguiente que fue la Danza eslava nº 1 en Do op. 46 de Antonin Dvorak, que sirvió para desplegar todos los recursos sonoros de la OC en su furioso carácter. Con ella, el director empezó a mostrar su diversidad cinética de gestos, cualidad que cuida hasta el detalle, puesta al servicio siempre de la comunicación musical, lejos de cualquier efecto a la galería. La inmediatez del cerrado aplauso fue un inmejorable síntoma de la aceptación que estaba produciendo su actuación.
Como contraste, siguió una exquisita recreación de La oración del torero, op. 34 de Joaquín Turina en la que el maestro dejó clara su búsqueda de sonido con un cuidado sentido del color, vehículo significativo de la emoción fervorosa que ha de destilar esta obra. Continuando en una línea de religiosidad, ofreció seguidamente la sobrecogedora oración que representa el aria para bajo contenida en el número 65, Purifícate, corazón mío, de la Pasión según San Mateo, BWV 244 de Johann Sebastian Bach. Fue muy significativo el sentido de serena plegaria que dio el maestro a su interpretación, materializado en el canto del joven barítono cordobés Javier Povedano, que mostró un elevado instinto musical en saber captar la profunda y sincera espiritualidad que pide este sublime pasaje en cuanto al mantenimiento de una majestuosa línea de canto, sustentando la nobleza expresiva de su discurso, aspectos muy bien transmitidos, requeridos y facilitados por Domínguez-Nieto. No en vano, éste se ha impregnado de las mejores tradiciones bachianas en sus años en Eisenach, localidad natal de Bach, en calidad de Generalmusikdirektor. Tal interpretación ha sido un excelente aperitivo del anunciado concierto previsto para el día 11 del próximo mes de abril que ofrecerá en su totalidad esta sublime y magna obra coral-sacra.
Cambiando de tercio, anticipó un pasaje del contenido de la velada que dedicará a la zarzuela en el próximo mes de mayo con la interpretación del intermedio del sainete lírico ¡Viva Córdoba! de Joaquín Valverde Sanjuán, que se estrenó en el madrileño Teatro de la Zarzuela el 6 de diciembre de 1902. Su «apasadoblado» aire generó curiosidad en el auditorio, ávido de poder descubrir esta obra que apunta castiza gracia. Siguiendo con un autor español, Eduardo Toldrá, hizo una esclarecida versión orquestal de uno de los tiempos de su obra Vistas al mar, inspirada en los versos del poema La Ginesta de Joan Maragall, dando la sensación siempre de buscar una concisión extrema del pensamiento musical del temperamental compositor catalán.
Para finalizar el programa, Domínguez-Nieto dirigió una obra de mayor entidad sinfónica y gran calado romántico como es y tiene la Obertura-Fantasía Romeo y Julieta de Piotr I. Chaikovski. Desde el coral inicial, de manifiestas connotaciones armónicas con los cantos litúrgicos ortodoxos, el director entró en el fatum del drama shakespeariano, sabiendo equilibrar en todo momento las distintas tensiones que propone el autor hasta llegar al tema de amor que tan famosa hace a esta obra, donde mezcló delicadeza y arrebato, dominando la musicalidad de cada compás con marcada elegancia. Fue en esta apasionada pieza donde afloraron sus mejores cualidades técnicas, dominando el espacio eufónico que le brindaba el instrumento orquestal, desplegando un variado sentido de anacrusa y desarrollando un concepto unitario de la obra desde el principio hasta el final, todo ello con una perfecta distinción de hemisferios; su mano izquierda dibujando en el espacio la expresión, y su derecha marcando compás y tempo de manera precisa y determinante.
Ante el cerrado aplauso de un público puesto en pie verdaderamente impactado por la dirección de este maestro, quiso compensar el drama que encierra la obertura con la marchosa danza sinfónica Huapango del compositor mejicano José Pablo Moncayo, que levantó aún más el ánimo de los oyentes, que correspondieron con una ovación a esta presentación del quinto director titular de la OC, que ha generado esperanzador entusiasmo en los melómanos cordobeses y en los profesores de la orquesta. Y es que este concierto vino a porpiciar ese presentimiento deseado que encierra siempre la expresión taurina que dice, «no hay quinto malo».
Nuestro nuevo director
Fue un acierto que el nuevo director de la Orquesta de Córdoba, Carlos Domínguez-Nieto, abordara su concierto de presentación a través de una amena charla-concierto. En ella, iba anunciando (y ejemplificando musicalmente) algunas de las claves de la primera de las dos temporadas en que, en principio, estará con nosotros. A la vez, y con naturalidad, nos mostraba facetas de su personalidad (pinceladas sobre su trayectoria artística, gustos musicales, familia…) que lo mostraban cercano y que el público agradecía con constantes aplausos.
Quiso comenzar el flamante director con la espléndida Fanfarria para el hombre corriente que compusiera Aaron Copland en 1942 inspirado por las famosas palabras del vicepresidente Henry A. Wallace sobre el protagonismo que el hombre común habría de tener en aquellos difíciles nuevos tiempos. Acertaron, por cierto, Wallace y Copland. Contó Domínguez-Nieto que la había elegido por ser la primera obra que interpretó la Orquesta de Córdoba en el ya lejano año de su fundación. Sonó muy bien, al igual que todas las obras que siguieron, dirigidas de memoria con gestos enérgicos y sumamente expresivos por un director que evidenció seguridad, experiencia y gran solvencia técnica.
Desde mi punto de vista, el concierto alcanzó momentos cumbre en la deliciosa obra de Eduardo Toldrá, en la obertura de Chaikovsky y en la divertida propina: Huapango del mexicano José Pablo Moncayo (1912-1958). Y un muy buen nivel en las piezas de Dvorak y Turina. Quizás los momentos menos brillantes se concentraron en la primera parte del aria de Bach, donde me pareció que la conjunción entre el cantante Javier Povedano (de muy bello timbre) y la Orquesta habría precisado de más ensayos.
Mención aparte merece el simpático intermezzo de ¡Viva Córdoba!, el sainete de Joaquín (Quinito) Valverde Sanjuán (1875-1918) que la Orquesta interpretará completo el próximo mes de mayo. Me pareció un detalle muy bonito que el nuevo director haya querido buscar y ofrecer algo novedoso o poco conocido que, al menos en el título, lleve el nombre de la ciudad. Algo contó de los esfuerzos que ello ha conllevado. No fue el único gesto que nos dio pistas del entusiasmo que el madrileño Carlos Domínguez-Nieto va a aportar a su labor mezclada con su talento artístico. Se palpaba ilusión en el ambiente, incluso en las dos ocasiones en que el director riñó cariñosamente al respetable: la puntualidad y los móviles … Un nuevo director merece que los aficionados cordobeses no seamos los de siempre.
Carlos Domínguez-Nieto ofrece su primer programa de abono como titular de la Orquesta de Córdoba. Tras el tremendo éxito que tuvo en su concierto de presentación los pasados 29 y 30 de Septiembre en el Teatro Góngora con extraordinaria recepción por parte de público y medios de comunicación, Domínguez-Nieto ofrece los próximos 11 y 12 de Octubre sus dos primeros conciertos de temporada con un exigente programa que incluye la Suite Française, de Francis Poulenc; la Música para cuerdas, percusión y celesta, de Bela Bartok; y la Gran Partita de Mozart.
Grandes nombres de la dirección de orquesta como Juanjo Mena, Manuel Hernández-Silva, Jorge Rotter o Gerrit Priessnitz acompañarán a Domínguez-Nieto en esta temporada de debut, junto a solistas como el pianista Benedetto Lupo, las sopranos Berit Norbakken Solsen o Cristina Bayón, el barítono Uwe Schenker-Primus, el Bandoneonista Raúl Jaurena o la arpista Cristina Montes.
La ecléctica y variada temporada diseñada por Domínguez-Nieto hace un recorrido que abarca desde Monteverdi, Lully, Scarlatti o la Pasión según San Mateo de Bach hasta un estreno absoluto de Jorge Horst, pasando por los grandes clásicos del repertorio como Haydn, Mozart, Schumann, Beethoven, Chaikovski, Dvorak, Bruckner, Stravinski, Ravel, Strauss, Britten o Sibelius, hasta Shostakovich, Martinu, Copland, Vaughan Williams, Ginastera o Piazzolla, prestando gran atención al repertorio español con obras de Marqués, Martín i Soler, Sorozábal, Arriaga, Turina o Falla.
Entretanto Domínguez-Nieto mantiene su estrecha relación con algunas de las más importantes orquestas alemanas como la Baden-Baden Symphoniker, Bayerisches Rundfunkorchester, Bayerisches Kammerorchester, Gürzenich Orchester Köln, Hofer Symphoniker, Kammerorchester Bad Brückenau, Münchner Symphoniker, Neue Philharmonie Westfalen, Nordwestdeutsche Philharmonie, Nürnbergische Symphoniker, Orquesta del Festival de Wesftfalen, Philharmonie Südwestfalen, Staatskapelle de Halle, WDR Sinfonieorchester Köln, Westfalen Symphoniker, Württembergische Philharmonie; y teatros como el Rokoko-Theater Schwetzingen, Landestheater Schleswig-Holstein, Ópera de Cámara de Múnich, Niederbayern Landestheater, Passau, Theater Münster, Stadttheater Klagenfurt, Münchner Puzzletheater, Südostbayerisches Städtetheater Passau, Kleinstes Opernhaus München o Staatstheater Meiningen.
Los próximos días 4 y 5 de Octubre el Maestro Manuel Hernández-Silva da inicio a su primera temporada al frente de la Orquesta Sinfónica de Navarra con un programa que incluye la Sinfonía nº 1 en Do Mayor, Op. 21, de Beethoven, y la Misa en Do menor K 427 (417a)La grande, de Mozart. En la misa contará con la participación del Orfeón Pamplonés, que dirige Igor Ijurra, y los solistas Raquel Lojendio, María Hinojosa, Pablo García López y Tomeu Bibiloni.
En esta primera temporada bajo su titularidad acompañarán a Hernández-Silva otros nombres ilustres de la dirección de orquesta como Antoni Wit, predecesor de Hernández-Silva y titular de la orquesta hasta la pasada temporada, quien se pondrá al frente de la formación hasta en tres ocasiones, Juanjo Mena, Christoph König, Perry So o Pablo González, destacando entre los solistas los pianistas Kun-Woo Paik y François-Frédéric Guy; los violinistas Tianwa Yang, Mikhail Ovrutsky o Amaury Coeytaux, artistas navarros como Maite Beaumont o Sabina Puértolas; y la destacada presencia del violonchelista Asier Polo como artista residente, mereciendo especial mención la presencia del solista de percusión de la orquesta Javier Odriozola quien además protagoniza el estreno absoluto del Concierto para percusión y orquesta del compositor navarro Jesús Echeverría, encargo de la propia orquesta.
En cuanto a contenidos, además de visitar los grandes clásicos del repertorio orquestal de todos los tiempos como Mozart, Beethoven, Schubert, Schumann, Brahms, Chaikovski, Bruckner o Sibelius, Hernández-Silva ha querido aproximarse a otros territorios como la música barroca, con el Stabat Mater de Pergolesi y a algunos clásicos del s. XX como Stravinski, Prokofiev, Britten o Leonrad Bernstein; y por supuesto a la música navarra, con presencia de su representante más conocido, Fernando Remacha, además del mencionado Jesús Echeverría. Hernández-Silva, que se hace cargo de seis de los catorce programas de abono, fue recibido con entusiasmo en su concierto de presentación de hace un mes en la plaza del ayuntamiento.
Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.
Cookies estrictamente necesarias
Las cookies estrictamente necesarias tiene que activarse siempre para que podamos guardar tus preferencias de ajustes de cookies.
Si desactivas esta cookie no podremos guardar tus preferencias. Esto significa que cada vez que visites esta web tendrás que activar o desactivar las cookies de nuevo.
Cookies de terceros
Esta web utiliza Google Analytics para recopilar información anónima tal como el número de visitantes del sitio, o las páginas más populares.
Dejar esta cookie activa nos permite mejorar nuestra web.
¡Por favor, activa primero las cookies estrictamente necesarias para que podamos guardar tus preferencias!