Onofri y Espada con la Barroca de Sevilla

Onofri y Espada con la Barroca de Sevilla

Enrico Onofri y María Espada vuelven a coincidir, en esta ocasión junto a la Orquesta Barroca de Sevilla y el contratenor Carlos Mena. Bajo el título Traduttore, traditore! Pergolesi en la catedral de Málaga, el concierto, que inaugura el curso 17/18 de la Universidad de Sevilla, se enmarca en el Proyecto Atalaya de las Universidades Andaluzas para la recuperación del patrimonio histórico. El programa incluye obras de Iribarren y una versión del Stabat Mater de Pergolesi conservada en la Catedral de Málaga y será posteriormente grabado en disco. Será hoy 11 de Octubre a las 20:30 en el Auditorio de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Sevilla.

Tanto Enrico Onofri como María Espada son colaboradores asiduos de la Orquesta Barroca de Sevilla, y ambos son expertos y reputados especialistas internacionales en sus respectivos campos, uno como director y violinista y otra como soprano, solicitados igualmente por los mejores grupos especializados como por orquestas convencionales. En España, algunas orquestas que han podido disfrutar de la maestría de Enrico Onofri son la Real Filharmonía, la Orquesta de la Comunidad de Madrid, la Filarmónica de Gran Canaria o la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla, y esta temporada se le podrá ver al frente de la Orquesta Sinfónica de Bilbao, la Orquesta Barroca de la Universidad de Salamanca y, por supuesto, la Orquesta Barroca de Sevilla.

 

 

 

María Espada con Koopman y la OSG

María Espada con Koopman y la OSG

María Espada canta la Pasión según San Juan de Bach con la Orquesta Sinfónica de Galicia bajo la dirección de Ton Koopman, los próximos 8 y 9 de Junio en el Palacio de la Ópera de Coruña. Junto a la soprano estarán también el tenor Ariel Hernández Roque, la mezzo Maarten Engel Tjes, el barítono Klaus Mertens, y el Coro de la OSG preparado por Joan Company.

María Espada

Nacida en Mérida (Badajoz), estudió canto con Mariana You Chi y con Alfredo Kraus, entre otros. Se ha presentado en salas como Konzerthaus de Viena, Philharmoniker de Berlín, Théâtre des Champs Élysées de París, Teatro Real de Madrid, Concertgebow de Amsterdam, Auditorio Nacional de Madrid, Santa Cecilia de Roma, Vredenburg de Utrecht, Teatro del Liceo de Barcelona, Palais des Beaux Arts de Bruselas, Palau de la Música Catalana de Barcelona, L’Auditori de Barcelona, Teatro de la Zarzuela de Madrid, Maestranza de Sevilla, Kursaal de San Sebastián, Auditorio de Zaragoza, Euskalduna de Bilbao, Auditorio de Galicia, Baluarte de Pamplona, Auditorio de Cuenca, etc.

María Espada ha cantado con directores como Frans Brüggen, Andrea Marcon, Aldo Ceccato, Jesús López Cobos, Josep Pons, Antoni Ros Marbá, Juanjo Mena, Salvador Mas, Ernest Martínez Izquierdo, Tamás Vásáry, Alberto Zedda, Diego Fasolis, Fabio Bonizzoni, Christophe Coin, Eduardo López Banzo, Giuseppe Mega, Adrian Leaper, Emil Simon, etc.; y grupos y orquestas como Venice Baroque Orchester, Orchestra of the 18th century, L’Orfeo Barockorchester, I Barocchisti, Orquestas de RTVE, Al Ayre español, Orquesta Filarmónica de Munich, Sinfónica de Barcelona y Nacional de Cataluña (OBC), Ciudad de Granada, Sinfónica de Madrid, Comunidad de Madrid, de la Radio Húngara, Sinfónica de Navarra, Sinfónica de Sevilla, Filarmónica de Málaga, Ciudad de Oviedo, La Risonanza , Ricercar Consort, Barroca de Helsinki o Barroca de Sevilla. Sus intervenciones en el ámbito de la música de cámara abarcan desde el barroco hasta el siglo XX y ha grabado para los sellos Harmonia Mundi y Naxos, entre otros.

 

 

Excelente crítica de Jonathan Webb con la RFG

Excelente crítica de Jonathan Webb con la RFG

CRÍTICA: JONATHAN WEBB DIRIGE POR SEGUNDA VEZ ESTA TEMPORADA A LA REAL FILHARMONÍA DE GALICIA

Publicada en Codalario. 11 de abril de 2017
 

 

LA LLAVE HACIA LA LIBERTAD

Por Beatriz Cancela | @beacancela
Santiago de Compostela. Auditorio de Galicia 6/IV/17. Concierto de temporada. Real Filharmonía de Galicia. Director: Jonathan Webb. Tenor: Sam Furness. Obras de Britten y Shostakóvich.

Constituían, los conciertos de este jueves en Santiago y viernes en Vigo, la segunda ocasión en la que Jonathan Webb constataba su presencia al frente de la Real Filharmonía de Galicia (RFG) en condición de principal director invitado. Si ya en noviembre nos había embaucado con una selección de la gloriosa Bohemia del último tercio del siglo XIX, esta vez se reservaba un crudo repertorio envuelto por el grotesco espíritu circundante a la II Guerra Mundial, tratado desde dos prismas divergentes aunque no por ello ajenos. Dos compositores, dos realidades, dos expresiones que brotan de lo más profundo del ser del individuo con respecto a la búsqueda introspectiva y a la aceptación personal, a la confrontación con una realidad rígida, inquebrantable… en definitiva, la lucha por alcanzar la libertad.

Su compatriota, el tenor Sam Furness, sería el elegido para poner voz al ciclo de canciones Les Illuminations, op. 18 (1939) de Britten, tomando el texto de la obra homónima del literato simbolista francés Arthur Rimbaud escrita entre 1873 y 1875 durante su estadía en Inglaterra. Furness, pese a su juventud, atesora una versátil experiencia que ya auguraba el galardón de la Royal Academy of Music Club en 2012 y que ahora confirma la reciente nominación para los 2017 International Opera Awards en la categoría de jóvenes cantantes.

Con su voz cálida, tersa y veraz afrontaba aquel «J’ai seul la clef de cette parade sauvage» con aplomo y ceremonial rigidez. A partir de ahí su expresividad iría pareja a la dramatización de la obra, distendiendo sus gestos corporales y brindándonos un amplio abanico de matices vocales. Villes constituyó un alarde de vitalidad que el tenor desarrolló dinámico pese a unos graves que decentemente defendió; Phrases y Antique, nos dejaron momentos de mayor delicadeza y lirismo con melodías exquisitas y unos agudos sobrecogedores; Being Beauteous, especialmente dramática y descriptiva, en la que el colorismo del tenor se engarzaba, lumínico, con los cuidados matices de la orquesta; hasta alcanzar la quietud de Départ, carente de conflicto y de una serenidad tal que Webb aprovecharía para dilatar con un catártico silencio final.

Pero aquel año de 1939, tan fatídico para el mundo, será significativo para Britten ya no sólo por la composición de Les Illuminations, sino por su traslado a Estados Unidos, país receptor de una gran cantidad de compositores y artistas que son desterrados por aquella Gran Guerra que dejaría cicatrices indelebles. No es el caso de Shostakóvich, que decidió continuar en su país a pesar de la encorsetada realidad que estaba viviendo y resistir a un panorama cultural que directamente le perjudicaba, como ocurrió en 1948 con el decreto Zhdánov y que todavía se mantenía en el año de composición de esta Sinfonía número 10 en mi menor, op. 93 (1953), creada precisamente tras la muerte de Stalin.

Al igual que observábamos en Furness, la variabilidad de repertorios es una característica que también evidenciamos en Webb, con un una predisposición excepcional hacia el efectismo y a la expresividad. Pero a ello le añadimos la templanza del director británico a la hora de materializar por medio de la orquesta su percepción de la obra, y en este caso, a través del conocimiento de las posibilidades de la RFG. Una agrupación, por cierto, que se mostró cómoda y motivada con el programa y con el director.

Especialmente minucioso en el fraseo, su interpretación fue veraz y liviana, intensa y sensible. Mordaz por veces e implorante en otras ocasiones. Sin malgastar energía en balde, derrochó intensidad en los momentos puntuales sin llegar al estruendo, ni mucho menos. En el primer movimiento, la intensidad lograda por las agitadas notas agudas, la presencia tenaz de la percusión o la aparición de los metales creó una atmósfera de tensión que se mantuvo, briosa, sin decaer. Diametralmente opuesto, en el segundo movimiento Webb optó por incidir en su ágil tempo, Allegro, requiriendo gran agitación a los músicos. Toda una puesta a prueba del conjunto con secciones contrastantes plagadas de cambios de dinámicas y matices. Un frenesí expresivo y bajo control en el que orquesta y director demostraron gran avenencia. El tercer movimiento constituyó una exhibición de efectivos, donde las trompas brillaron con acogedora sonoridad y el flautín cerraba con un lacerante agudo. El último movimiento no defraudó, constituyendo una eclosión final que coadyuvó a arrancar la gran ovación que el público brindó a Webb y a la orquesta.

En conjunto, pudimos disfrutar de una velada organizado sobre un repertorio meditado, con contenido y significado. Una racionalidad acorde con la sonoridad de las obras y con el añadido expresivo y dramático intrínseco en cuanto a su génesis pero también la alcanzada en el momento presente de su interpretación. Todo, para más inri, bajo una intencionalidad alcanzada por medio de la complicidad y el respeto… todas las claves que hicieron de este, un concierto excelso.  

 

María Espada con Koopman y la OSG

María Espada con la Sinfónica de Tenerife

La soprano María Espada canta Davide Penitente de Mozart con la Orquesta Sinfónica de Tenerife bajo la dirección de Víctor Pablo Pérez. Será los próximos 31 de Marzo y 1 de Abril en y el Auditorio de Tenerife y la Catedral de la Laguna, respectivamente, y serán sus compañeros la soprano Raquel Lojendio y el tenor Juan Antonio Sanabria.

María Espada

Se ha presentado en salas como Konzerthaus de Viena, Philharmoniker de Berlín, Théâtre des Champs Élysées de París, Teatro Real de Madrid, Concertgebow de Amsterdam, Auditorio Nacional de Madrid, Santa Cecilia de Roma, Vredenburg de Utrecht, Teatro del Liceo de Barcelona, Palais des Beaux Arts de Bruselas, Palau de la Música Catalana de Barcelona, L’Auditori de Barcelona, Teatro de la Zarzuela de Madrid, Maestranza de Sevilla, Kursaal de San Sebastián, Auditorio de Zaragoza, Euskalduna de Bilbao, Auditorio de Galicia, Baluarte de Pamplona, Auditorio de Cuenca, etc.

Ha cantado con directores como Frans Brüggen, Ton Koopman, Andrea Marcon, Aldo Ceccato, Jesús López Cobos, Josep Pons, Antoni Ros Marbá, Juanjo Mena, Salvador Mas, Ernest Martínez Izquierdo, Tamás Vásáry, Alberto Zedda, Diego Fasolis, Fabio Bonizzoni, Christophe Coin, Eduardo López Banzo, Giuseppe Mega, Adrian Leaper, Emil Simon, etc.

Ha colaborado con grupos y orquestas como Venice Baroque Orchester, Orchestra of the 18th century, L’Orfeo Barockorchester, I Barocchisti, Orquestas de RTVE, Al Ayre español, Orquesta Filarmónica de Munich, Sinfónica de Barcelona y Nacional de Cataluña (OBC), Ciudad de Granada, Sinfónica de Madrid, Comunidad de Madrid, de la Radio Húngara, Sinfónica de Navarra, Sinfónica de Sevilla, Filarmónica de Málaga, Ciudad de Oviedo, La Risonanza , Ricercar Consort, Barroca de Helsinki, Barroca de Sevilla, etc. Sus intervenciones en el ámbito de la música de cámara abarcan desde el barroco hasta el siglo XX y ha grabado para los sellos Harmonia Mundi y Naxos, entre otros.

El Taller Atlántico Contemporáneo en las Xornadas

El Taller Atlántico Contemporáneo en las Xornadas

El TAC (Taller Atlántico Contemporáneo) dirigido por Diego García Rodríguez, regresa a Santiago para ofrecer tres conciertos en las Xornadas de Música Contemporánea de Compostela, organizadas por el Auditorio de Galicia, la Universidade de Santiago y el Centro Galego de Arte Contemporánea. con la colaboración del Centro Nacional de Difusión Musical

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El primero de estos conciertos tendrá lugar en la Iglesia de San Domingos de Bonaval el viernes 28 de Octubre a las 20:30 y en el programa estará la Rothko Chapel, de Morton Feldman, con Ingrida Gapova y Ioana Ciobotaru, soprano y viola solistas, y la participación del Coro Vox Stellae dirigido por Luis Martínez. Al día siguiente, sábado 29, esta vez en el Auditorio de Galicia, la obra será Vox Ballaenae, de George Crumb, concierto que se repetirá el domingo 30 en el mismo lugar pero a las 12:00 en sesión para familias.

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Taller Atlántico Contemporáneo

El TAC es un grupo de geografía variable. Su tronco lo componen tres destacados músicos gallegos, Luis Soto, flautista, Nicasio Gradaille, pianista y Diego García Rodríguez que oficia como director artístico, aunque los tres constituyen el Spiritus rector de la formación. A su alrededor, un conjunto -habitual aunque variable en función de programas y repertorios- de músicos de toda procedencia, muchos de ellos miembros de las dos extraordinarias orquestas gallegas, Real Filharmonía y Sinfónica de Galicia, conforman una de las formaciones más singulares de aquellas que se dedican a la música de nuestros días.

Sin prejuicios ni ideas preconcebidas, se acercan al fenómeno musical con pasión, curiosidad, imaginación y libertad, pero sobre todo con respeto por la audiencia. Lo mismo montan un piano de cola en el faro de Fisterra para abordar las Vexations de Satie durante 18 horas ininterrumpidas con la participación de 27 pianistas, que organizan a 111 ciclistas en la Plaza del Obradoiro para afrontar Eine Brise de Mauricio Kagel (desde entonces su imagen oficial es una bicicleta), reúnen 9 Harlely-Davidson en los Jardines de Méndez Núñez de A Coruña para interpretar HD de Schnebel o se alían con Siniestro Total para el proyecto Land of Opportunity, sin por ello descuidar  las grandes obras maestras de los s. XX y XXI, desde Schönberg a Birtwistle, y brindando un inquebrantable e incondicional apoyo a los compositores gallegos.