Yoav Talmi regresa a la Orquesta Sinfónica de Quebec, de la que fue Director Artístico durante 13 años y es actualmente Director Emérito, para dirigir el estreno americano de su obra Animi Motus (2015) para coro infantil y orquesta, que se ofrecerá junto a Carmina Burana de Carl Orff. EL concierto es hoy 30 de Noviembre y mañana 1 de Diciembre en el Grand Théâtre de Québec.
Yoav Talmi
El Maestro Talmi ha dirigido las orquestas más importantes del mundo: Filarmónica de Berlín, Concertgebouw de Ámsterdam, las Filarmónicas de San Petersburgo, Oslo, Estocolmo y Varsovia; Sinfónicas de Viena, Praga y Hamburgo; Nacional de Francia, Tonhalle de Zurich, Santa Cecilia de Roma, las principales orquestas inglesas así como las de la Radio de Francia, Italia, España, Alemania, Israel, Holanda, Bélgica, Finlandia, Polonia y Suiza, y la NHK Symphony de Tokio. En Norteamérica ha dirigido las Orquestas de Pittsburgh, Detroit, Saint-Louis, Houston, Montreal, Indianápolis, Dallas, Seattle y Vancouver, así como New York Chamber Symphony, Orchestra of St Luke’s, Los Angeles Chamber Orchestra, Ottawa’s National Arts Centre Orchestra y Montreal, entre otras. Es invitado habitual en Festivales como Bergen, Helsinki, Jerusalem, Aspen, Festival Lanaudiere de Montreal, Chautauqua Festival (Nueva York), Waterloo Festival (Nueva Jersey) y al Festival Mostly Mozart de Houston.
Talmi ha grabado para los sellos CHANDOS, NAXOS, TELDEC, EMI, PRO-ARTE, CBC Records, ATMA y ANALEKTA, y DECCA. Su grabación de la versión completa de la Novena Sinfonía de Bruckner con la Filarmónica de Oslo ganó el Grand Prix du Disque; otra con la Sinfónica de Quebec de French Show-Pieces con James Ehnes fue Disco del Mes de la revista Repertoire, y CD of the Week de la Observer Review de Londres (Marzo 2002). Su disco de Schoenberg y Chaikovsky con la Israel Chamber Orchestra (TELDEC) fue Grabación del mes de la revista alemana Fono-Forum. Con la Sinfónica de San Diego ha grabado para NAXO obras de Berlioz como la Sinfonía Fantástica, todas sus Oberturas, Romeo et Juliette, Harold in Italy, Reverie et Caprice, o Les Troyens.
Nacido en Israel, Yoav Talmi se graduó en la Academia Rubin de Música en Tel Aviv y en la Juilliard School de Nueva York, como director y compositor. Recibió el Koussevitzky Memorial Conducting Prize al Mejor Director en el Festival de Tanglewood (1969) y el Rupert conductor´s competition en Londres (1973). Es Doctor Honoris Causa por la Universidad Laval en Quebec; en Julio de 2008 le fue otorgado el premio Frank Pelleg por el ministerio de cultura de Israel por su trayectoria artística; en 2008 recibió la medalla de la ciudad de Quebec por su contribución a las celebraciones del 400 aniversario de la ciudad y en 2013 el Prime Minister’s Prize for Composer en Israel.
El gran pianista coreano afincado en Francia, Kun-Woo Paik, regresa a la Orquesta Filarmónica de Nueva York para interpretar, bajo la batuta de Jiří Bělohlávek, el Concierto nº 3 en Do menor, Op. 37 de Beethoven en el David Geffen Hall los próximos 8, 9 y 10 de Diciembre. Tan solo una semana después, retomará esta misma obra, con la Orquesta del Centro de Artes Escénicas de Hyogo bajo la dirección de Christian Arming.
Kun-Woo Paik
Kun-Woo Paik es considerado uno de los más importantes pianistas de su generación. Nacido en Seúl, ofreció su primer concierto con diez años interpretando el Concierto de Grieg con la Orquesta Nacional de Corea. Con quince años se mudó a Nueva York para estudiar con Rosina Lhevinne en la Julliard School y con Ilona Kabos en Londres. Paik es ganador del Naumburg award y Medallista de Oro en las Busoni International Piano Competitions. Su carrera internacional despegó tras su primera aparición en Nueva York en que tocó las obras completas para piano de Ravel en el Lincoln Center, y su debut con orquesta en el Carnegie Hall.
Su debut europeo tuvo lugar 1974 con tres recitales consecutivos en el Wigmore Hall de Londres, seguidos de otro recital en la Philharmonie de Berlín. Desde entonces ha colaborado estrechamente con directores como Lorin Maazel, Mariss Jansons, Long Yu, Sir Neville Marriner, Wolfgang Sawallisch, Jiří Bĕlohlávek, Dmitri Kitaenko, James Conlon, John Nelson, Eliahu Inbal o Antoni Wit, y tocado con orquestas como New York Philharmonic, London Symphony, BBC Symphony, Orchestre de Paris, Sinfónica de Berlín, Nacional Húngara, Filarmónicas de Oslo, Rotterdam, Varsovia y San Petersburgo. Es también habitual invitado en festivales como Berliner Festwochen, Aix-en-Provence, La Roque d´Anthéron, Ravinia, Mostly Mozart, Colmar, Montreux, Dubrovnik, Aldeburgh o Festival de Pascua de Moscú.
Algunas de las grabaciones de Kun-Woo Paik para los sellos más importantes del mundo
Entre sus numerosas grabaciones se pueden destacar Scriabin, Liszt, las obras completas para piano de Mussorgsky, la integral de conciertos para piano y la Rapsodia sobre un tema de Paganini de Rachmaninov (con Vladimir Fedoseyev para BMG) o la integral de las 32 sonatas de Beethoven para DECCA. Su grabación de la integral de conciertos de piano de Prokofiev recibió el Diapason d´Or del año y el premio de la Nouvelle Académie du Disque de Francia.
Como artista exclusivo de DECCA y para celebrar el año Bach en 2000, grabó las transcripciones de Busoni de obras de órgano de Bach; y a continuación otro álbum con obras de Fauré que ganó todos los principales premios en Francia. Recientemente grabó la integral de Chopin para piano y orquesta con Antoni Witt y la Filarmónica de Varsovia. Kun-Woo Paik vive en París y es director artístico del Festival de Música Costa Esmeralda en Dinard. El gobierno francés le nombró “Chevalier de l´ordre des arts et des lettres” en el año 2000.
Tras un periplo que le ha llevado a Pamplona y Madrid para sendas series de conciertos con las Orquestas Sinfónica de Navarra y de ORTVE, con parada en medio para dirigir con su Orquesta Filarmónica de Málaga a Gabriela Montero y poner sobre los atriles la 10ª Sinfonía de Tomás Marco, Manuel Hernández-Silva vuelve a ponerse al frente de la OFM para un monográfico Brahms que incluye el Concierto para violín en Re Mayor Op. 77, con el gran violinista Alexis Cárdenas, y la Sinfonía nº 2 en Re Mayor Op. 73. Será en el Teatro Cervantes de Málaga los próximos 1 y 2 de Diciembre.
Este intenso calendario se mantiene en lo sucesivos meses de febrero y marzo donde, además de sus compromisos como titular en la Orquesta Filarmónica de Málaga, rendirá visita a la Orquesta Sinfónica de Castilla y León, con las Sinfonías «Júpiter» de Mozart, y 4ª de Schumann; y a la Real Filharmonía de Galicia, con la que ofrecerá la poco habitual Sinfonía en Do de Grieg y acompañara al extraordinario violinista Amaury Coeytaux en el Concierto de Chaikovski.
JONATHAN WEBB DEBUTA COMO PRINCIPAL DIRECTOR INVITADO DE LA REAL FILHARMONÍA DE GALICIA
Por Beatriz Cancela – Codalario – 28 de Noviembre de 2018
Santiago de Compostela. 24-XI-16. Auditorio de Galicia. Concierto de temporada de la Real Filharmonía de Galicia. Director: Jonathan Webb. Obras de Smetana, Janácek y Dvorák.
VIAJE A LA SEMPITERNA BOHEMIA
«Durante todo este entramado, Webb, resuelto y comunicativo, estuvo en todo momento en conexión con la orquesta. Sus ademanes enérgicos y ágiles nunca abandonaron la compostura y la gracia, recorriendo la tarima de un extremo a otro y obteniendo el reconocimiento de público y músicos, que lo aclamaron con determinación.»
«Webb parte de una orquesta estable que engrandece ensalzando los elementos propios y característicos, a los que aplica un tratamiento personal y de gran expresividad: calidad, brillo, encanto, elegancia, belleza y pureza, como un buen cristal de Bohemia.»
A tres días de cumplirse un mes desde que König dirigía la Real Filharmonía de Galicia ya despojado del apelativo de principal director invitado, este jueves llegaba el momento de Jonathan Webb, su reemplazo, y que además reservaría un recital para el viernes destinado al público joven con el subtítulo «Descubre a túa orquestra», en la que repondría la Quinta de Dvorák de un modo ameno y didáctico. La prensa, por su parte, era la encargada de anunciar la declaración de intenciones del inglés, entre elogios por haber sido escogido por los músicos de la orquesta de entre todos los directores que por ella pasaron, reafirmando que seguiría manteniendo la personalidad sonora que caracteriza a la agrupación.
A Webb lo acompaña una profusa experiencia de un corpus lírico de lo más versátil, que lo dota de un sólido conocimiento del mundo orquestal y del tratamiento específico de cada repertorio. No hay fronteras para este director que se encaró ante las más destacadas orquestas, inclusive las gallegas, que no le son ajenas y con las que ha colaborado en relevantes ocasiones. Con la Orquesta Sinfónica de Galicia, sin ir más lejos, eran dos ballets de Tchaikovsky, El cascanueces y La bella durmiente, en 2013 y 2014 respectivamente, sobre los que se articularon sendos proyectos de gran interés para la ciudad herculina y su comunidad, implicando y movilizando a distintas instituciones y escuelas en su producción. Por lo pronto, volverá a Santiago en abril con Britten y Shostakovich.
Para una ocasión tan especial como fue este estreno, Webb escogió un repertorio de la Bohemia del tercer cuarto del siglo XIX con sus tres compositores más representativos y unas obras que se entretejieron de forma apabullante, ofreciendo un abanico variado e interesante. A la algarabía de una desenfadada obertura de la más reconocida ópera cómica del gran Smetana seguiría la introspección inmersa en una suite para cuerda de un joven Janácek y, como colofón, la magnitud de la Quinta de un Dvorák que traspasa la barrera de la madurez compositiva. Once son los años que circunscriben estas tres obras desde aquel 1866 tan significativo para este prolífico territorio; año de infortunios tras la derrota prusiana y que conducirá al Compromiso que originaría el posterior Imperio Austrohúngaro. Como vemos, tres insignes compositores bohemios y tres obras dispares bajo un mismo objetivo: constatar el conocimiento de la capacidad expresiva y sonora de la orquesta.
No es de extrañar que a la hora de hablar de nacionalismo musical bohemio emerja, como punto de arranque, Smetana y la célebre obertura de la ópera La novia vendida (1866), que precisamente este año conmemora su 150 aniversario. Obra exigente en cuanto al nivel de intensidad en la ejecución que requiere de principio a fin a través de unas melodías raudas y sincopadas por momentos que se van incorporando al discurso, captando la atención del auditorio desde su inicio. Un desenfreno continuo, al igual que la ópera, llena de traiciones, algarabías y jocosidades, y con una sección contrastante, un estadio bucólico y sosegado, de un amor verdadero que lucha por no sucumbir a las imposiciones familiares. Todo ello sobre una sencillez sin gran artificio aparente. El director optó por un ritmo no excesivamente frenético que ensalzó la nitidez de ejecución de los pasajes y la armonía general del conjunto orquestal, ejemplificando de un modo más que evidente su intención en este compromiso que asumía para con la orquesta y su público.
Cambiando de registro, era la ocasión de disfrutar de la Suite para cuerdas de Janácek (1877), en seis movimientos. Webb enfatizó el inicio; una llamada de atención con carácter en los instrumentos graves, antes de la presentación de un primer tema elegante y fluido en los violines. Antagónico al carácter del Moderato en lo que respecta a esta intensa presencia de violonchelos y contrabajos siguió un segundo movimiento (Adagio). La cuerda aguda, despojada, indefensa y vulnerable, se alza en un gemido que reclama la mayor de las expresividades del intérprete sin perder de vista el conjunto. Y así, como si fueran uno, con íntima delicadeza, nos brindaron uno de los momentos más bellos de la velada. Tras el breve y amable Andante con moto, de nuevo los graves se hacían notar en un cuarto movimiento con especial incidencia en las dinámicas, comedidas pero palpables, algo que también se trasladó al último movimiento (Andante). No queremos dejar de ensalzar la interpretación soberbia del violonchelo en el quinto movimiento, que con intensidad y sonoridad plena discurría afligido sobre la orquesta.
Como colofón, la grandilocuencia de la Sinfonía núm. 5 en fa mayor, op. 76 (1875) de Dvorák con todo el trabajo textural y tímbrico que conlleva una escritura de vivaz transformación e intercambio melódico. La exhibición de las posibilidades de la orquesta como conjunto, en la primera parte, da paso a la demostración de habilidades de las distintas secciones a través de esta obra. Naturalidad y fluidez fueron una constante presente a través de la realización de un fraseo cuidado y afectivo, del énfasis sobrio de acentos y tensiones, y del tratamiento esmerado de matices, más progresivos o más agresivos, pero nunca discordantes. Funciones antagónicas desarrollaron, por una parte, las maderas que aportaron quietud a través de sus melodías amables, entre las que destacamos el papel de las flautas y del oboe, con un legato especialmente presente y cuidado; mientras, los metales nos conducían hacia la tensión y el dramatismo por medio de sus penetrantes llamadas y contracantos o acentuaciones de los acordes más ásperos, destacando a las trompas, especialmente en el Finale. Allegro molto.
Durante todo este entramado, Webb, resuelto y comunicativo, estuvo en todo momento en conexión con la orquesta. Sus ademanes enérgicos y ágiles nunca abandonaron la compostura y la gracia, recorriendo la tarima de un extremo a otro y obteniendo el reconocimiento de público y músicos, que lo aclamaron con determinación.
El concierto fue, al igual que el imperturbable territorio centroeuropeo, una miscelánea de historia, leyenda y mito; juventud y tradición, romántica ternura y realista inclemencia, pero siempre con los pies puestos en el presente y las miras hacia el futuro. Webb parte de una orquesta estable que engrandece ensalzando los elementos propios y característicos, a los que aplica un tratamiento personal y de gran expresividad: calidad, brillo, encanto, elegancia, belleza y pureza, como un buen cristal de Bohemia.
Tras dirigir la Suite nº 3 de Chaikovski y la Sinfonía nº 2 de Brahms a la Orquesta Sinfónica de Castilla y León en tres conciertos, Sergio Alapont regresa a Italia para ponerse al frente de la Orquesta del Teatro Massimo Bellini de Catania con un programa que comprende obras de Falla, Albéniz y Ravel. Italia se convirtió hace ya años en el principal escenario de la carrera de Sergio Alapont tanto en el terreno operístico como sinfónico. Allí dirige habitualmente en el propio Massimo Bellini de Catania (Bodas de Figaro, Attila), pero también, en su condición de Director Musical, dirige todos los años varios títulos en el Festival Orizzonti de Chiusi, en el Maggio Musicale Fiorentino, Petruzzelli de Bari, Massimo de Palermo, Teatro Verdi de Sassari, teatros comunales de Treviso, Ferrara o Ravenna, etc. Entre las orquestas destacan sobre todas las demás la Verdi y Pommerigi Musicali de Milán, la Nazionale della RAI de Turín o la Orchestra del Maggio Musicale Fiorentino, pero también la Orchestra de Camara de Padova y el Veneto o la Orquesta del San Carlo de Nápoles.
A Continuación se dirigirá a Israel, donde se pondrá al frente de Le Nozze di Figaro en Haiffa; de nuevo Italia, ya en 2017, para conciertos con la Orchestra de Camara di Padova e il Veneto con Falla y Rimsky en el programa y para la reposición de Norma en el Teatro Comunale di Ferrara; y finalmente a China, donde su nueva condición de Director Residente de la Orquesta Sinfónica de Suzhou convierte al país asiático en otro escenario privilegiado en el que desarrollará su actividad a lo largo de ocho semanas por año.
Sergio Alapont
A pesar de su juventud tiene ya una dilatada carrera profesional al frente de prestigiosas orquestas nacionales e internacionales entre las que cabe mencionar la Orquesta de la Radiotelevisión Española, Orquesta de la Comunidad Valenciana, Orquesta Ciudad de Granada, Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya, Orquesta Sinfónica de Tenerife, Real Filharmonia de Galicia, Orquesta Sinfónica de Castilla y León Orchestra del Teatro Massimo de Catania, Orchestra dei Pomeriggi Musicali de Milán, Orchestra del Maggio Musicale Fiorentino, Orquesta del Teatro San Carlo de Nápoles, Orquesta de la RAI de Turín, Orchestra of The Norwegian National Opera, The Orchestra of the Scottish Opera, Danish National Symphony Orchestre, Monterrey Symphony Orchestra, o Orchestre National d’Ile de France de París, entre muchas otras. Ha dirigido en Festivales como Quincena Musical Donostiarra, Varna Summer International Music Festiva, Euro Arts – Leipzig, Festival Internacional de Segovia, Mahler Festival – Dobbiaco o Ravello Festival. Ha colaborado con solistas como June Anderson, Tomas Mohr, Plácido Domingo, Teresa Berganza, Isabel Rey, Juan Pons, Maria Guleghina, Daniela Dessì, Barbara Frittoli o Ainhoa Arteta.
Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.
Cookies estrictamente necesarias
Las cookies estrictamente necesarias tiene que activarse siempre para que podamos guardar tus preferencias de ajustes de cookies.
Si desactivas esta cookie no podremos guardar tus preferencias. Esto significa que cada vez que visites esta web tendrás que activar o desactivar las cookies de nuevo.
Cookies de terceros
Esta web utiliza Google Analytics para recopilar información anónima tal como el número de visitantes del sitio, o las páginas más populares.
Dejar esta cookie activa nos permite mejorar nuestra web.
¡Por favor, activa primero las cookies estrictamente necesarias para que podamos guardar tus preferencias!