La Orquesta Filarmónica de Málaga ha incrementado de forma constante y continuada su número de abonados desde la llegada de su actual titular, Manuel Hernández-Silva, a la dirección de la formación en la temporada 2014-15, y así lo recoge estos días la prensa local con motivo de la puesta a la venta de los abonos para la temporada 2019/20, la última de su titularidad. Estos datos tienen una relevancia extraordinaria considerando sobre todos dos importantes factores: Por un lado el hecho de que la Orquesta Filarmónica de Málaga no dispone de un auditorio propio con un aforo acorde a la importancia de la ciudad y desarrolla sus temporadas en el Teatro Cervantes, un teatro a la italiana prácticamente al límite de su capacidad; y por otra parte, este crecimiento de la adhesión ciudadana se produce en un contexto de extrema precariedad material motivado por la constante reducción de las aportaciones públicas que condujo a las orquestas andaluzas en algunos casos a situaciones límite. 

Hernández-Silva en un concierto reciente en el Teatro Colón de Buenos Aires / Prensa Teatro Colón / Arnaldo Colombaroli

Desde la temporada 2015-16, la OFM ha pasado de los 831 abonados de aquel año hasta los 920 que ya han reservado su localidad para los conciertos que comienzan en septiembre en el Teatro Cervantes. De esa forma, los espectadores han crecido casi un 11% a lo largo de las cinco últimas temporadas con Manuel Hernández-Silva al frente de la formación, un ciclo que se cerrará al final de la próxima temporada, su sexta y última en Málaga.

La temporada 2019-20 diseñada por el director Manuel Hernández-Silva en su despedida tendrá como gran protagonista a Ludwig van Beethoven, al cumplirse el año que viene el 250 aniversario de su nacimiento. El programa dará comienzo los días 12 y 13 del próximo septiembre, con el primer programa de abono, con obras de Hindemith y del propio Beethoven.

En el terreno presupuestario, un reciente acuerdo entre el Ayuntamiento de Málaga y la Junta de Andalucía estipula que en 2020 las aportaciones de las administraciones consorciadas serán suficientes para cubrir el 100% de la plantilla actual y los puestos técnicos actualmente vacantes.