El maestro hispano-venezolano Manuel Hernández-Silva, titular desde 2014 de la Orquesta Filarmónica de Málaga, ha anunciado en días pasados que no renovará en su puesto al término de su actual contrato, en vigor hasta el final de la temporada 2019/20, fecha en la que habrá completado una tenencia de seis temporadas.
En palabras del propio Hernández-Silva: En junio de 2020 culminará mi actual contrato y después de seis años de titularidad será recomendable pasar el testigo a otro para evitar el cansancio que pueda perjudicar las magníficas relaciones artísticas y de afecto que siento por la OFM. La orquesta ha sido un instrumento con el que he trabajado muy a gusto y muy comprometido. Málaga es una ciudad magnífica donde apetece estar y donde he sido muy feliz. Espero sinceramente que durante estas dos temporadas que restan hasta mi partida el anuncio del Auditorio de Málaga sea una realidad, que la ciudad pueda disfrutar de un espacio esencial para su crecimiento cultural y que la orquesta pueda desarrollar definitivamente todo su enorme potencial. Hasta entonces, seguiré con la motivación y el compromiso intactos para ofrecer a nuestro público la mejor música posible.
La prensa ha ponderado especialmente que en estos cuatro años Hernández-Silva y la OFM han ganado abonados para la causa, de manera paulatina pero firme hasta los cerca de 900 que sellaron su compromiso la temporada pasada, con programaciones que han contado a Mahler, Shostakovich, Bruckner y Brahms entre sus más afortunados fetiches; pero es en lo referente a la visibilidad donde, fuera de lo meramente artístico, ha cosechado Hernández Silva frutos más contundentes: a falta de Auditorio, el director logró formalizar la relación entre el Teatro Cervantes y la OFM (una cuenta que seguía pendiente después de veinticinco años) hasta convertir a la segunda en orquesta residente del primero, con lo que se garantizaba conciertos extraordinarios como el de Año Nuevo, tradicionalmente cedido a otras orquestas de relieve cuanto menos discutible. También ha sido esencial la labor del director en la consolidación del ciclo La Filarmónica frente al Mar en La Térmica, fuera de la temporada de abono, en una jugada que ha terminado resultando maestra para la llegada de públicos más jóvenes.
Durante estas dos temporadas compaginará la titularidad en Málaga con la de la Orquesta Sinfónica de Navarra, cuya tenencia comienza esta temporada 2018/19. Hernández-Silva viene de obtener un clamoroso éxito en el Festival de Český Krumlov, en la República Checa, donde fue despedido en pie por el público.