El Shostakovich de Hernández-Silva

El Shostakovich de Hernández-Silva

Málaga, viernes, 9 de noviembre de 2018. Teatro Cervantes. Dimitri Shostakovich: Concierto para violín nº1 en la menor, op.77; Sinfonía nº5 en re menor, op.47. Robert Lakatoš, violín. Orquesta Filarmónica de Málaga. Manuel Hernández-Silva, director musical

José Amador Morales, mundoclasico.com – jueves, 6 de diciembre de 2018

De espectacular podríamos calificar el programa que la Orquesta Filarmónica de Málaga ofreció en su cuarto concierto de abono de la presente temporada. Un monográfico Shostakovich que, a la postre, podría ser considerado como toda una prueba de fuego para cualquier orquesta sinfónica que se precie. Y no digamos para un director musical. Aquí Manuel Hernández-Silva puso de manifiesto, más allá de cualquier consideración intrínsecamente interpretativa, la paulatina pero al mismo tiempo implacable consolidación y crecimiento del conjunto sinfónico malagueño desde que asumió su dirección titular hace ahora cuatro años. La seguridad y concentración de los metales, cuya prestación mejoró incluso la cita precedente a propósito de la Sinfonía nº3 de Bruckner [leer reseña] o la precisión de las maderas, son solo una muestra de ello; aún queda mucho por hacer pues no existen los milagros, especialmente en el campo de la mera calidad tímbrica colectiva (y particularmente de las cuerdas), pero los avances son evidentes. 

Robert Lakatos ACM Concerts

Y prueba de ello, como hemos señalado al principio, es el concierto que comentamos. De partida, el Concierto para violín tuvo en las manos de Robert Lakatoš un violín sin un sonido de especial personalidad pero de gran seguridad y compromiso expresivo. La tensión y creciente intensidad impulsada por Hernández-Silva espolearon al violinista serbio que fue a más y destacó especialmente en los momentos más satíricos de la partitura del compositor ruso, como la burlesque o el scherzo, así como en la impresionante cadencia final. Lakatos remató su actuación ofreciendo una muy expresiva Balada de Eugène Ysaÿe que el público recibió puesto en pie. 

Tras el descanso, nada más y nada menos que la Sinfonía nº 5 de Shostakovich aguardaba en los atriles. Aún recordamos con agrado la admirable interpretación que el mismo Hernández Silva regalara hace dos veranos en el Festival de Música y Danza de Granada al frente de la Orquesta Joven de Andalucía [leer reseña]. En la ocasión que nos ocupa, más allá de lo compacto de la propuesta sonora, de la contundencia intrínseca de la mera ejecución o del férreo control por parte de la batuta, nos cautivó la inmensa sobriedad del concepto de Hernández Silva, por otra parte musicalísimo y expresivo más allá de toda tentación megalomaníaca y, por ende, efectista. Una sinfonía desgranada de un solo trazo, con una concentración extraordinaria por parte de los músicos de la Filarmónica de Malaga, también en sus numerosas exigencias solistas. Y una lectura que también será recordada por su idiomatismo y por un mágico equilibrio entre lo caricaturesco, lo danzable, lo lírico y lo abiertamente lacerante. 

 

 

 

Kun-Woo Paik y Domínguez-Nieto en Oviedo

Kun-Woo Paik y Domínguez-Nieto en Oviedo

Kun-Woo Paik, extraordinario pianista surcoreano afincado en París, y Carlos Domínguez-Nieto, nuevo Director Titular y Artístico de la Orquesta de Córdoba, coincidirán juntos con la Oviedo Filarmonía en las Jornadas de Piano Luis G. Iberni que organiza el Ayuntamiento de Oviedo en una temporada muy especial que celebra el vigésimo aniversario tanto de la Oviedo Filarmonía como del Auditorio Principe Felipe.

Kun-Woo Paik, piano

Kun-Woo Paik es uno de los más importantes pianistas de su generación. Ganador del Naumburg Award y Medallista de Oro en las Busoni International Piano Competitions. Su carrera internacional despegó tras su primera aparición en Nueva York en que tocó las obras completas para piano de Ravel en el Lincoln Center, y su debut con orquesta en el Carnegie Hall. Kun-Woo Paik ha colaborado con directores como Maazel, Jansons, Marriner, Sawallisch, Bĕlohlávek, Kitaenko,, Conlon, Nelsons, Inbal, Wit o Hernández-Silva, y tocado con orquestas como New York Philharmonic, London Symphony, BBC Symphony, Orchestre de Paris, Sinfónica de Berlín, Nacional Húngara, Filarmónicas de Oslo, Rotterdam, Varsovia y San Petersburgo. Es también habitual invitado en festivales como Berliner Festwochen, Aix-en-Provence, La Roque d´Anthéron, Ravinia, Mostly Mozart, Colmar, Montreux, Dubrovnik, Aldeburgh o Festival de Pascua de Moscú.

Kun-Woo Paik_Grabaciones_Discos_Sellos

Algunas de las grabaciones de Kun-Woo Paik para los sellos más importantes del mundo

Entre sus numerosas grabaciones se pueden destacar Scriabin, Liszt, las obras completas para piano de Mussorgsky, la integral de conciertos para piano y la Rapsodia sobre un tema de Paganini de Rachmaninov (con Vladimir Fedoseyev para BMG) o la integral de las 32 sonatas de Beethoven para DECCA. Su grabación de la integral de conciertos de piano de Prokofiev recibió el Diapason d´Or del año y el premio de la Nouvelle Académie du Disque de Francia. Como artista exclusivo de DECCA y para celebrar el año Bach en 2000, grabó las transcripciones de Busoni de obras de órgano de Bach; y a continuación otro álbum con obras de Fauré que ganó todos los principales premios en Francia. Recientemente grabó la integral de Chopin para piano y orquesta con Antoni Witt y la Filarmónica de Varsovia.

Carlos Domínguez-Nieto, director

Director Titular y Artístico de la Orquesta de Córdoba
Director Titular de la orquesta de cámara Concierto München

Carlos Domínguez-Nieto primer plano cabeza apoyada

Domínguez-Nieto dirige regularmente orquestas como la Baden-Baden Symphoniker, Bayerisches Rundfunkorchester, Bayerisches Kammerorchester, Gürzenich Orchester Köln, Hofer Symphoniker, Kammerorchester Bad Brückenau, Münchner Symphoniker, Neue Philharmonie Westfalen, Nordwestdeutsche Philharmonie, Nürnbergische Symphoniker, Orquesta del Festival de Wesftfalen, Philharmonie Südwestfalen, Staatskapelle de Halle, WDR Sinfonieorchester Köln, Westfalen Symphoniker, Württembergische Philharmonie, Sinfonieorchester Basel, Brucknerorchester Linz, Orquesta del Mozarteum de Salzburgo, Orquesta Filarmónica de Varsovia, Sinfónica de Hungría, Orquesta de la Ópera Nacional de Hungría, Orquesta Metropolitana de Lisboa, Filarmónica de Buenos Aires, Sinfónica de Rosario, Orquesta de la Universidad Nacional en México y las Sinfónicas de Aragua, Falcón, Guárico, Mérida en Venezuela; teatros como el Rokoko-Theater Schwetzingen, Landestheater Schleswig-Holstein, Ópera de Cámara de Múnich, Niederbayern Landestheater, Passau, Theater Münster, Stadttheater Klagenfurt, Münchner Puzzletheater, Südostbayerisches Städtetheater Passau, Kleinstes Opernhaus München, Staatstheater Meiningen; y festivales como el Wesftfalen Festspiele, Sommerfestspiele Dachau y Ekhof Festspiele Gotha.

En España ha dirigido a la Orquesta de RTVE, Sinfónica de Navarra, Sinfónica de Castilla y León, las Orquestas Filarmónicas de Gran Canaria y Málaga, la Filharmonia de Galicia y Orquesta de Córdoba. Ha grabado para Sony-BMG y la Radio de Baviera, con la Orquesta Sinfónica de Múnich, la Orquesta de la Radio de Múnich, la Orquesta Sinfónica de la Radio de Colonia (WDR) y la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria entre otras, con solistas como Francisco Araiza, Olga Scheps, Wen-Sinn Yang o Ingolf Turban. Desde la temporada 2018/19 es el Director Titular y Artístico de la Orquesta de Córdoba.

 

 

Lakatos y el discurso de Hernández-Silva

Lakatos y el discurso de Hernández-Silva

Filarmónica de Málaga – Dirección: Manuel Hernández Silva. Programa: Concierto para violín y orquesta nº1 en La menor, Op. 77 y Sinfonía nº 5 en Re menor, Op. 47, de D. Shostakovich

Alejandro Fernández, LA OPINIÓN DE MÁLAGA – 12.11.2018 | 05:00

La presentación del cartel de la temporada posee muchas facetas y cualidades: morbo para unos, apuestas para otros? Pero siempre refleja el compromiso y las líneas maestras por las que su titular entiende el conjunto sinfónico por encima de afectos y convenciones. Éste es el caso de la Filarmónica de Málaga y su actual batuta rectora, el maestro Manuel Hernández-Silva. Hablar del programa pasado como el gran concierto de la temporada puede apetecer pretencioso y quizás para ello sea necesaria la argumentación.

Hernández-Silva, tal vez por necesidades del guión, prescindió de los grandes nombres por construir sus interpretaciones con otros artistas que el día a día en el podio acerca, prueba de ello es el violín de Robert Lakatos, ganador del Concurso Pablo Sarasate. El violinista serbio se enfrentó a una de las páginas claves de la música de la centuria pensada para violín. Fue capaz de mantener la tensión dibujada por la OFM gracias al milimétrico pulso que suele entretejer el maestro venezolano. Así, el espacio de angustia con tonos de desesperación que cubre el nocturno inicial apetecía una liberación llegando al irrefrenable segundo capítulo, sin duda, una preparación a la Passacaglia y la soberbia cadenza esculpida por el violinista serbio que al enlazar con el Burlesque de cierre mostraba el retrato desgarrado de un músico más profundo que hueco y aparente.

Desde la lectura de Yoav Talmi no volvía a los atriles de la Filarmónica la Quinta Sinfonía de Shostakovich y tanto en aquella de entonces como en la de Hernández-Silva fue posible comprobar la madurez alcanzada en el empaste entre maderas y metales, capaces de dialogar con una cuerda inspirada, corpórea en las graves y sutil entre violines y violas. Hernández-Silva no se limitó a mostrar contrastes e incluso cedió buena parte del desarrollo a los propios profesores para construir una sinfonía con más sustancia y dolor que efectos o tópicos. Bien dosificados quedaron los dos temas que articulan el moderato inicial casi camerístico en oposición al caricaturesco allegretto que torna meditación en el largo de ensueño dibujado por el director. Liberación o resignación en el allegro de cierre quedaban flotando en el ambiente a pesar de los encendidos bravos.

El monográfico Shostakovich ha representado un punto de referencia, de inflexión si se quiere: ejemplo creíble de música en estado puro.

 

 

 

Roby Lakatoš en Málaga con Hernández-Silva

Roby Lakatoš en Málaga con Hernández-Silva

El violinista Roby Lakatoš regresa a España para tocar con la Orquesta Filarmónica de Málaga bajo la dirección de su titular Manuel Hernández-Silva. Lakatoš interpretará el Concierto para violín y orquesta nº1 en La menor, Op. 77 de Dmitri Shostakovich y el concierto continuará con la Sinfonía nº5 en Re menor, Op. 47 del mismo autor. El monográfico Shostakovich tendrá lugar en el Teatro Cervantes de Málaga los próximos días 8 y 9 de Noviembre de 2018.

Robert Lakatos ACM Concerts blanco y negro

Como ganador de la última edición del Concurso Internacional de Violín Sarasate Live! de Pamplona en 2015, hace exactamente dos años, los días 10 y 11 de  Noviembre de 2016 Lakatoš tocaba este mismo concierto de Shostakovich con la Orquesta Sinfónica de Navarra y también bajo la dirección de Manuel Hernández-Silva. Fue también por Noviembre pero de 2017 cuando regresó a Pamplona para ofrecer otro concierto en formato recital, acompañado por piano, y en breve se pondrá también a las órdenes de Nicholas Milton para tocar la Serenata para violín y cuerdas de Bernstein, de nuevo con la Sinfónica de Navarra, en un prestigioso evento español que pronto anunciará su programación.

Hernández-Silva camisa negra apaisada

© www.gabrielefriscia.com

Tras estos conciertos con Lakatoš, Hernández-Silva dirigirá en Málaga, Pamplona y Bilbao al gran pianista Kun-Woo Paik, que tocará los Conciertos nº 2 de Rachmaninov y Concierto nº 2 de Prokofiev. Hernández-Silva prosigue con su labor de expansión del repertorio y crecimiento de la Orquesta Filarmónica de Málaga, ponderada por la crítica y respaldada por el público, en la que ya es su quinta temporada al frente de la formación, y que compagina con su primera temporada al frente de la Orquesta Sinfónica de Navarra, al tiempo que continúa con su carrera internacional con próximos debuts en orquestas como la Tucson Symphony o la Filarmónica de Buenos Aires, orquesta residente en el Teatro Colón de Buenos Aires, y otras orquestas en Suiza, Francia y Alemania de las que informaremos oportunamente.

 

 

 

Entusiasmo e ilusión en Córdoba

Entusiasmo e ilusión en Córdoba

Una nueva e ilusionante etapa se abre en la Orquesta de Córdoba. Reproducimos algunas reseñas que recogen el cálido entusiasmo con el que el público cordobés recibió a Carlos Domínguez-Nieto, nuevo titular de la Orquesta, en el concierto de presentación de la temporada 2018/19 que ofreció el pasado sábado en el Teatro Góngora y en el que desgranó los contenidos de la misma con una serie de píldoras musicales a modo de avance. Las reseñas se deben a Francisco Javier Santos, en ABC, Manuel Pedregosa, en el DIARIO de Córdoba, José Antonio cantón, en SCHERZO y a Antonio Torralba, en EL DÍA DE CÓRDOBA.

La partitura de la ilusión

La Orquesta ofrece un avance de su nueva temporada en el estreno de Carlos Domínguez-Nieto como director y con el reto de mantener cautivado a su público

Francisco Javier Santos ABC 01.10.2018

No hicieron bien aquellos que desperdiciaron la ocasión de conocer de primera mano las intenciones de la principal formación instrumental de Córdoba y de su nuevo director: al margen de los resultados artísticos, el mayor logro de la velada del sábado consistió en devolver la ilusión a un público demasiado necesitado de ella. Sin programa de mano, el cual fue entregado a la salida del concierto, Carlos Domínguez-Nieto tomó el micrófono y tras unas palabras de bienvenida y de agradecimiento en las que no faltó el reproche a los tardones o el llamamiento a apagar los móviles, fue presentando y justificando las obras que se iban interpretar, todas representativas de lo que será la actual temporada de abono.

Será una temporada variada y atractiva, cuya programación incluirá obras del gran repertorio sinfónico, entre las que destacarán especialmente la cuarta de Bruckner o «La consagración de la primavera» de Stravinski, esta última en colaboración con la Orquesta Joven de Córdoba.

La música religiosa representada por «La pasión según San Mateo» de Bach será el plato fuerte en Semana Santa, y se contará con la presencia de solistas como Benedetto Lupo o el Cuarteto Diógenes, que ofrecerá un inusual recital concertante. Quizás lo más destacable sea la especial atención a la música española, rescatando a obras y autores olvidados que alternarán escenario con imprescindibles clásicos como Falla o Arriaga.

Carlos Domínguez-Nieto y JAvier Povedano en la presentación de la temporada 18/19 con la Orquesta de Córdoba

Primavera en otoño

Manuel Pedregosa DIARIO DE CÓRDOBA 01.10.2018

La expectación y el reencuentro se respiraban a la entrada del concierto del sábado en el Teatro Góngora: la nueva dirección, la rica programación y la ausencia de programa de mano -aunque los autores sí eran conocidos- alimentaban esa sensación de inicio de curso, de incertidumbre gozosa. No fue la falta de previsión la causa de la ausencia del programa de mano, sino la voluntad de acercamiento a su público del flamante director, Carlos Domínguez-Nieto, que lo desgranó con espontaneidad, conocimiento y asertividad. El concierto fue una aproximación tangente a toda la temporada, aludiendo a ella desde las obras que interpretó, construyendo una suerte de programa de programas que no huye del gran repertorio sinfónico pero que no se apoya exclusivamente en él, abarcando músicas y gustos que puedan alcanzar a todos los públicos posibles.

Tuvo Domínguez-Nieto la delicadeza de comenzar con la primera obra que interpretó hace veintiséis años la formación cordobesa en su concierto inaugural, la Fanfarria para el hombre corriente, de Aaron Copland, y esculpió con la percusión y los metales un homenaje lírico y pétreo, imponente en sus silencios.

La asertividad se lleva bien con la ironía y el humor, y de todo ello tiró el nuevo director -además de paciencia- para amonestar a los asistentes que entraban tarde en la sala o a los que usaban su teléfono móvil.

La orquesta empastada, las secciones a una, la afinación, todo fue encajando en versiones fluidas, articuladas, que se sucedieron sin intermedio, solo jalonadas por los comentarios de director. El concierto continuó dando muestra de la calidad y versatilidad de programa, director y orquesta: lúdica y ligera la versión de la primera de las Ocho danzas eslavas, de Dvorak; narrativa, casi escénica la Oración del torero, de Turina; dulce en su dolor, honestamente sentido, liviano e íntimo resultó Mache dich, mein Herze, rein, de la Pasión según San Mateo, con un Javier Povedano excelente, con una hermosa voz y contenido sentimiento; ágil en el Intermezzo de Viva Córdoba, zarzuela de J. Valverde, que conectó inmediatamente con buena parte del público. A la altura de La ginesta, de Toldrá, el buen manejo de las dinámicas y los tempi, la atención a matices y expresión habían conquistado ya al público, cuyas ovaciones iban en aumento, pero fue quizás en la Obertura-fantasía sobre Romeo y Julieta donde la concurrencia se terminó rindiendo: la gravedad y oscuridad, casi tenebrismo del comienzo, sobrecogedoras, dieron paso a una juvenil energía envuelta en un velo de tragedia que oscilaba entre la ensoñación y la terrible realidad. Bárbaro.

Entre aplausos el director pudo anunciar una propina, el Huapango, de Moncayo: ante semejante suministro de endorfinas y energía supe que esa noche no conciliaría el sueño hasta más tarde de lo habitual. Al salir a la calle observé los rostros de los asistentes, escuché sus comentarios y supe también que no sería el único con un agradable insomnio.

Carlos Domínguez-Nieto en la presentación de la temporada 18/19 con la Orquesta de Córdoba

Ilusionante presentación del nuevo director de la Orquesta de Córdoba

Córdoba. Teatro Góngora. 29-IX-2018. Orquesta de Córdoba. Javier Povedano Ruiz, barítono. Director: Carlos Domínguez-Nieto. Obras de Bach, Copland, Dvorak, Moncayo, Chaikovski, Toldrá, Turina y Valverde.

José Antonio Cantón SCHERZO 03.10.2018

La Orquesta de Córdoba (OC) ha iniciado su temporada con la presentación de su nuevo director titular el madrileño Carlos Domínguez-Nieto, que ha confeccionado un programa que recogía una pequeña panorámica estilística con pasajes de obras que van a interpretarse a lo largo de este nuevo ciclo de conciertos de abono y en los de carácter extraordinario.

Con el título en el programa de «Nuestra Orquesta de siempre, nuestro nuevo director», Domínguez-Nieto empezó su actuación con las dos secciones instrumentales que siempre han caracterizado a esta orquesta como son la percusión y los metales. Con tal propósito fue impresionante la interpretación de la Fanfarria para el hombre corriente que escribiera el compositor Aaron Copland en 1942, estimulando la percepción de un público gratamente sorprendido ante el impacto sonoro de esta obra.

La orquesta no ofreció programas de mano ya que, en calidad de moderador, el director hizo una pequeña semblanza de cada pieza antes de su interpretación. Excepcionalmente explicó la obra del músico norteamericano después de su ejecución enlazando con la siguiente que fue la Danza eslava nº 1 en Do op. 46 de Antonin Dvorak, que sirvió para desplegar todos los recursos sonoros de la OC en su furioso carácter. Con ella, el director empezó a mostrar su diversidad cinética de gestos, cualidad que cuida hasta el detalle, puesta al servicio siempre de la comunicación musical, lejos de cualquier efecto a la galería. La inmediatez del cerrado aplauso fue un inmejorable síntoma de la aceptación que estaba produciendo su actuación.

Como contraste, siguió una exquisita recreación de La oración del torero, op. 34 de Joaquín Turina en la que el maestro dejó clara su búsqueda de sonido con un cuidado sentido del color, vehículo significativo de la emoción fervorosa que ha de destilar esta obra. Continuando en una línea de religiosidad, ofreció seguidamente la sobrecogedora oración que representa el aria para bajo contenida en el número 65, Purifícate, corazón mío, de la Pasión según San Mateo, BWV 244 de Johann Sebastian Bach. Fue muy significativo el sentido de serena plegaria que dio el maestro a su interpretación, materializado en el canto del joven barítono cordobés Javier Povedano, que mostró un elevado instinto musical en saber captar la profunda y sincera  espiritualidad que pide este sublime pasaje en cuanto al mantenimiento de una majestuosa línea de canto, sustentando la nobleza expresiva de su discurso, aspectos muy bien transmitidos, requeridos y facilitados por Domínguez-Nieto. No en vano, éste se ha impregnado de las mejores tradiciones bachianas en sus años en Eisenach, localidad natal de Bach, en calidad de Generalmusikdirektor. Tal interpretación ha sido un excelente aperitivo del anunciado concierto previsto para el día 11 del próximo mes de abril que ofrecerá en su totalidad esta sublime y magna obra coral-sacra.

Cambiando de tercio, anticipó un pasaje del contenido de la velada que dedicará a la zarzuela en el próximo mes de mayo con la interpretación del intermedio del sainete lírico ¡Viva Córdoba! de Joaquín Valverde Sanjuán, que se estrenó en el madrileño Teatro de la Zarzuela el 6 de diciembre de 1902. Su «apasadoblado» aire generó curiosidad en el auditorio, ávido de poder descubrir esta obra que apunta castiza gracia. Siguiendo con un autor español, Eduardo Toldrá, hizo una esclarecida versión orquestal de uno de los tiempos de su obra Vistas al mar, inspirada en los versos del poema La Ginesta de Joan Maragall, dando la sensación siempre de buscar una concisión extrema del pensamiento musical del temperamental compositor catalán.

Para finalizar el programa, Domínguez-Nieto dirigió una obra de mayor entidad sinfónica y gran calado romántico como es y tiene la Obertura-Fantasía Romeo y Julieta de Piotr I. Chaikovski. Desde el coral inicial, de manifiestas connotaciones armónicas con los cantos litúrgicos ortodoxos, el director entró en el fatum del drama shakespeariano, sabiendo equilibrar en todo momento las distintas tensiones que propone el autor hasta llegar al tema de amor que tan famosa hace a esta obra, donde mezcló delicadeza y arrebato, dominando la musicalidad de cada compás con marcada elegancia. Fue en esta apasionada pieza donde afloraron sus mejores cualidades técnicas, dominando el espacio eufónico que le brindaba el instrumento orquestal, desplegando un variado sentido de anacrusa y desarrollando un concepto unitario de la obra desde el principio hasta el final, todo ello con una perfecta distinción de hemisferios; su mano izquierda dibujando en el espacio la expresión, y su derecha marcando compás y tempo de manera precisa y determinante. 

Ante el cerrado aplauso de un público puesto en pie verdaderamente impactado por la dirección de este maestro, quiso compensar el drama que encierra la obertura con la marchosa danza sinfónica Huapango del compositor mejicano José Pablo Moncayo, que levantó aún más el ánimo de los oyentes, que correspondieron con una ovación a esta presentación del quinto director titular de la OC, que ha generado esperanzador entusiasmo en los melómanos cordobeses y en los profesores de la orquesta. Y es que este concierto vino a porpiciar ese presentimiento deseado que encierra siempre la expresión taurina que dice, «no hay quinto malo».

Carlos Domínguez-Nieto con la Orquesta de Córdoba

Nuestro nuevo director

Fue un acierto que el nuevo director de la Orquesta de Córdoba, Carlos Domínguez-Nieto, abordara su concierto de presentación a través de una amena charla-concierto. En ella, iba anunciando (y ejemplificando musicalmente) algunas de las claves de la primera de las dos temporadas en que, en principio, estará con nosotros. A la vez, y con naturalidad, nos mostraba facetas de su personalidad (pinceladas sobre su trayectoria artística, gustos musicales, familia…) que lo mostraban cercano y que el público agradecía con constantes aplausos.

Quiso comenzar el flamante director con la espléndida Fanfarria para el hombre corriente que compusiera Aaron Copland en 1942 inspirado por las famosas palabras del vicepresidente Henry A. Wallace sobre el protagonismo que el hombre común habría de tener en aquellos difíciles nuevos tiempos. Acertaron, por cierto, Wallace y Copland. Contó Domínguez-Nieto que la había elegido por ser la primera obra que interpretó la Orquesta de Córdoba en el ya lejano año de su fundación. Sonó muy bien, al igual que todas las obras que siguieron, dirigidas de memoria con gestos enérgicos y sumamente expresivos por un director que evidenció seguridad, experiencia y gran solvencia técnica.

Desde mi punto de vista, el concierto alcanzó momentos cumbre en la deliciosa obra de Eduardo Toldrá, en la obertura de Chaikovsky y en la divertida propina: Huapango del mexicano José Pablo Moncayo (1912-1958). Y un muy buen nivel en las piezas de Dvorak y Turina. Quizás los momentos menos brillantes se concentraron en la primera parte del aria de Bach, donde me pareció que la conjunción entre el cantante Javier Povedano (de muy bello timbre) y la Orquesta habría precisado de más ensayos.

Mención aparte merece el simpático intermezzo de ¡Viva Córdoba!, el sainete de Joaquín (Quinito) Valverde Sanjuán (1875-1918) que la Orquesta interpretará completo el próximo mes de mayo. Me pareció un detalle muy bonito que el nuevo director haya querido buscar y ofrecer algo novedoso o poco conocido que, al menos en el título, lleve el nombre de la ciudad. Algo contó de los esfuerzos que ello ha conllevado. No fue el único gesto que nos dio pistas del entusiasmo que el madrileño Carlos Domínguez-Nieto va a aportar a su labor mezclada con su talento artístico. Se palpaba ilusión en el ambiente, incluso en las dos ocasiones en que el director riñó cariñosamente al respetable: la puntualidad y los móviles … Un nuevo director merece que los aficionados cordobeses no seamos los de siempre.