En su línea de rescatar, promover y difundir el repertorio español para cuarteto de cuerdas, tanto histórico como actual, el Cuarteto Bretón estrena el Cuarteto de cuerda n. 1 (2016) de Hermes Luaces (Madrid, 1975), encargo del propio grupo y dedicado a él, en el Salón de actos de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, el sábado 20 de Mayo a las 12:00 hs. Previamente, el domingo 7 de Mayo, también en sesión matinal de 12:00h y en Auditorio del Centro Cultural Adolfo Suárez (Tres Cantos), ofrecerán dos obras de Mario Carro (Madrid, 1979), Les fleurs du mal (2010) y El Mar (2005), con Sonia de Munck, junto al Cuarteto nº 8 de Shostakovich.

Cuarteto Bretón. Repertorio español

Próximas recuperaciones de repertorio español por parte del Cuarteto Bretón, en esta ocasión junto al pianista Ludmil Angelov, incluyen los quintetos de Tomás Bretón y Conrado del Campo. Con esta misma formación de quinteto se les podrá ver en la próxima edición del Festival Internacional de Música y Danza de Granada donde interpretarán, entre otras obras, el Quinteto de Enric Granados.

En palabras de Hermes Luaces: “Este cuarteto muestra muchas de las preocupaciones e intereses artísticos que rondan en la actualidad por mi cabeza. Por una parte, un acercamiento a la Naturaleza como devenir, una aproximación a la vida como cambio constante, como flujo irreversible de experiencias que mutan tan imperceptiblemente unas en otras que, en ocasiones, nos resulta difícil distinguir lo real de lo imaginado, la ventura de la desventura, lo placentero de lo doloroso, lo importante de lo trivial… Por otra parte, en este cuarteto se hace evidente mi esfuerzo por desdibujar las fronteras entre el mundo de las, así llamadas, música culta y la popular y mi apuesta por desarrollar un lenguaje que, partiendo de elementos que conectan con la sensibilidad musical mayoritaria en la actualidad, sea capaz de alcanzar las parcelas más sutiles de la inteligencia.


El Cuarteto de cuerdas op. 11 de Barber fue terminado durante una estancia en Austria, y estrenado en Roma en 1936. El cuarteto tiene tres movimientos; el segundo de ellos es el que, en arreglo orquestal, se convertirá posteriormente en el célebre Adagio para cuerdas, la pieza más interpretada de Barber y tal vez la rúbrica del compositor estadounidense: un lamento en clave menor capaz de suscitar en el oyente la más profunda melancolía.

El Cuarteto de cuerda en re menor op. 4, “de la guitarra”, de Turina, en cinco movimientos, fue compuesto en mayo de 1910. Lo estrenó el Cuarteto Touche en la famosa Sala Pleyel de París el 11 de marzo de 1911 y fue dedicado “A la memoria de mis padres, Joaquín Turina y Concepción Pérez”. Se interpretó en Madrid por primera vez el 19 de octubre de 1914 a cargo del Cuarteto Renacimiento, de Barcelona, a cuyo frente, como primer violín, figuraba el compositor Eduardo Toldrá. En sus cuadernos de notas, Turina escribió sobre su propia obra:

Mi propósito al escribir esta obra es ante todo la melodía. Su carácter es español, con sentimiento andaluz. Aunque influenciado por d’Indy presenta ya un panorama español, si bien visto desde París” [1945]. “Aunque con influencias de la Schola [Schola Cantorum de París], comienza la evolución andaluza. Exceptuando los retorcimientos del zortzico, la escritura es normal. Consta de cinco tiempos, basados en las seis notas cordales de la guitarra, a modo de diseño generador” [1946].