Christian Vásquez regresa una vez más a la Orchestre Pasdeloup de París que en esta ocasión une fuerzas con diversos coros como el Coro de Cámara de Versalles, al Coro Euphonia y al Coro de Estudiantes Cantores del CRR del 92 para afrontar un repertorio que incluye Vellum, de Justina Repečkaitė (estreno en Francia), Preludio y muerte de Isolda de Richard Wagner, Cenicienta, fragmentos de la Suite nº 1: introducción, mazurca, vals y medianoche, de Sergei Prokofiev, Pavane de Gabriel Fauré y Dafnis y Cloe, suite con coro, de Maurice Ravel. Encargada por el empresario Serge de Diaghilev, Dafnis y Cloe, inspirada en la novela griega del mismo nombre, es un desafío a la modernidad. Concebida como una sinfonía coreográfica para orquesta, incluye coros sin palabras, algo inédito en la música de ballet. Compuesto durante la Segunda Guerra Mundial, el ballet Cenicienta, de Sergei Prokofiev, nos sumerge en el corazón de un famoso cuento cuyas diversas versiones e interpretaciones se remontan a la Antigüedad y a lugares tan lejanos como Asia. En su pieza Vellum, estreno en Francia, la compositora lituana Justina Repečkaitė hace referencia a la vitela, un pergamino muy utilizado en la época medieval. Su pieza alude así al proceso por el que una palabra trazada sobre un trozo de pergamino lo transforma en un manuscrito. También Wagner encontró su inspiración en la Edad Media. La historia de su ópera Tristán e Isolda, impactante por su línea melódica ininterrumpida y su acorde crepuscular, está tomada de una leyenda celta medieval. En los salones de la «Tout-Paris», Wagner era constantemente admirado, aunque algunos músicos tomaran otros caminos y otras inspiraciones. La Pavane de Gabriel Fauré, por ejemplo, es un verdadero «retrato musical» de la condesa Elisabeth Greffable, conocida como el modelo para el personaje de la duquesa de Guermantes de Marcel Proust en En busca del tiempo perdido.