Pocos viajes fueron tan simbólicos como el que emprendían los jóvenes europeos de clase alta destinados a liderar Europa: el grand tour nos llevó a conocer las grandes obras de arte que los marcarían para siempre. Piezas coma las de Charles Avison, quien a pesar de no salir nunca de Inglaterra escribió sus 12 Concerti Grossi como si fuese un compositor italiano; o José Castel, llamado en su día el “Haydn español”, de cuya ingente obra se interpreta la Sinfonía núm. 3; o Georg Philipp Telemann, uno de los músicos máis prolíficos de la historia, con más de 3.700 obras entre las que se encuentra la suite-abertura La Bizarre. Bach es cita indispensable en este grand tour musical, como Frantisek Xaver Richter, maestro indiscutible de la “Escuela de Mannheim” con sus inolvidables 80 sinfonías, entre ellas, La Grande. Nuestro gran viaje termina felizmente con un broche mayestático, la sinfonía núm. 30 de Haydn, sobrenombrada Aleluya.